Ribadesella izó un año más la bandera de las tibias y la calavera para celebrar la mejor fiesta del mundo: la 72ª edición del Descenso Internacional del río Sella. Esa particular y frenética mezcla de deporte y desmadre, resacas, cachondeo, cánticos, mar, todo arropado por una educación y un respeto que haría las delicias de un Scott-Fitzgerald y su famoso beba usted hasta desmayarse discretamente cerca del coche, les enganchará. Pruébenla, les aseguro que repetirán.
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