Dos mil trece

| miércoles, 19 de diciembre de 2012 | 12:56


Queridos seguidores de El marfil de la torre, esta es la última entrada del año. Muchas gracias por vuestra constancia y espero que sigamos contemplando el mundo juntos en 2013. Volveremos el 10 de enero. Entretanto, el Príncipe Gitano y yo les deseamos que las Moiras les tejan un destino propicio -aunque a las Moiras, es bien sabido, hay que hacerles ofertas que no puedan rechazar-. And the snou frai, and the colei grei chicaco mun baby veni Charlis moris. In the Getoooooo...


Actuación. 
http://www.youtube.com/watch?v=ig0ezk_U5Q4


Transcripción literal. No pueden perdérsela. 
http://www.zappinternet.com/video/NaFrYotPur/Transcripcion-de-El-Principe-Gitano-In-the-ghetto




Vete al oeste, muchacho

| viernes, 14 de diciembre de 2012 | 12:20


“El libro es el mejor regalo porque tiene la máxima concentración de la experiencia humana, ahí lo tienes todo, todo el mundo posible, toda la ficción, toda la realidad, todo está ahí“, afirmó en una entrevista el señor Muñoz Molina. Pues bien, ateniéndonos a las próximas fechas les recomiendo uno que les calentará el corazón, leerán con gusto y podrán regalar con entusiasmo: “Warlock“, de Oakley Hall. Resulta curioso que dos de los libros que más me han marcado sean “de vaqueros”; por un lado “Meridiano de sangre”, del mentadísimo Cormac McCarthy, y ahora este. De nuevo nos hallamos a la búsqueda de lo que hablaba John William de Forest: la Gran Novela Americana, es decir, el empeño por ser el nuevo Homero o Dante. Todos los esfuerzos se quedan en el camino -ahí reside su encanto-, pero la intensidad empleada en ellos quedan en la historia como solitarios monolitos dignos de admiración, cuando no de asombro. “Warlock” comienza como un western clásico con todo el compango de rigor, el barman que lo ha visto todo, la puta de buen corazón, el tendero lúcido, el pistolero arrogante, el Colt de seis tiros, el médico, el chérif, el ayudante borracho del chérif, un apache que pasaba por allí, el tahúr de triple moral, la diligencia… Sin embargo, a las pocas líneas te das cuenta que de todo ese imaginario tradicional va brotando gradualmente un manantial de leyenda, un territorio mítico en el que se explora la psicología de cada uno de los personajes, todos perdidos en un laberinto existencial. “Todo es complejo y equívoco, no hay nada recto“, dice en sus páginas pobladas de personas con su sangre llena de rencor y bondad, envidia y amor, dulzura y crueldad. En sus almas, oscuras como el fondo de viejas chimeneas, se pueden descubrir las esquirlas frágiles y luminosas de una estrella. La misma y estereotipada estrella que tendrán que engancharse en el chaleco para pasear por el polvo blanquecino y quemado del pueblo de Warlock. Descubrirán entonces el material del que están forjados los mitos: un villano que se odia a sí mismo, un aedo alcoholizado que se niega a contar la tragedia, un héroe lleno de dudas y de miedo…

Recordando a Yogi Berra

| domingo, 9 de diciembre de 2012 | 15:09



La frontera entre la genialidad y la estupidez siempre ha sido fina como pan de oro. Uno de los casos más flagrantes fue el gran Yogi Berra. Aquí tienen algunas de sus afirmaciones. Yo todavía no he llegado a una conclusión, lo dejo en sus manos.


-"Siempre voy a los entierros de los demás, porque de lo contrario ellos no vendrán al mío".

-"Si no sabemos hacia dónde vamos, terminaremos en cualquier otro lugar".

-"El béisbol es un noventa por ciento mental. La otra mitad es física".

-"Suelo hacer un par de horas de siesta, desde la una hasta las cuatro".

-"Corta la pizza en cuatro pedazos, no tengo tanta hambre como para comerme seis".

-"Es una gran hotel. Las toallas son tan gruesas que apenas puedo cerrar las maletas".

-"Nunca hay que responder a una carta anónima".

-"El futuro ya no es lo que era". 

Algunas fes

| lunes, 3 de diciembre de 2012 | 12:01



Creo que le deberían dar el Príncipe de Asturias a Ibáñez. Y a Stephen King. Y a Ramiro Pinilla. Y a Ridley Scott. Creo que solicitar esas indemnizaciones millonarias en bancos y cajas de ahorro debería de estar penado, pero que asaltar un supermercado es una estupidez. Que hay que levantarse cuando te presentan a una señora. Que la religión es una forma de codificar el miedo, y a veces la ignorancia, pero que la comprendo, y por supuesto la respeto. Creo en el sueño americano personalizado. Que Mohammed Ali fue tan grande porque existió Frazier. Que en la misma vida puedes ser santo y puta. Creo que es muy instructivo leer a Trotski. Que el pasado nunca fue mejor. Que el ocio sabe mejor si primero te lo has ganado. Creo que el champán es lo mejor tanto en la victoria como en la derrota. Que en el arte, la seriedad está sobrevalorada, y que un poco de frivolidad es necesaria. Que Sorolla gana en intensidad cuando ves sus cuadros en vivo. Creo que con los años gano en capacidad de sorpresa. Que si ya no puedes hacer las cosas que te gustan, el suicidio en una opción sensata. Que no se puede escribir bien si bebes o te drogas. Creo que los amigos cambian con el tiempo -no tanto los enemigos-. Que la disciplina da más frutos que el talento. Que uno de los grandes placeres de la vida es el primer sorbo de cerveza. Creo que Viena es maravillosa. Que “Más allá del río y entre los árboles” es uno de los grandes libros de Hemingway. Que la vida es azar y que mucho de lo que hacemos es para ocultárnoslo. Creo que hay que devolver las deudas. Que una mujer en ropa interior es mucho más hermoso que todo el Hermitage -aunque no se puedan comparar-. Que prefiero la ducha al baño. Creo que las fiestas mejor delante de una chimenea y con nieve fuera. Que el microondas es un gran invento. Que la mejor medicina es hacer deporte cuatro horas a la semana y controlar lo que comes. Creo que no tengo ni idea de bailar. Que el tema de Camille de la película “El desprecio” es la música que vas a escuchar al llegar al cielo. Que voy a ir al cielo. Creo que soy un optimista. Porque todavía creo.