Storytelling

| viernes, 31 de octubre de 2008 | 0:36


La herencia de Joseph Goebbels no tendrá fin. Mi malvado favorito sigue dando clases magistrales desde su chamuscada tumba a los políticos de nuevo cuño. Su manera de utilizar el lenguaje como una ciencia a fin de convencernos de que los perros en llamas se pueden acariciar, tiene su continuidad en un nuevo diktat de la cosmética política: el storytelling.
Goebbels ya nos convenció con una Europa arrasada y seis millones de judíos muertos que la percepción de las cosas es más importante que la realidad de las cosas. Y la distorsión de la misma se logra a través de una disciplina del lenguaje que no argumenta ni abre debates, sino que funda un teatrillo, te cuenta una historia, un cuento. El de McCain se llama Faith of my fathers, y el de Obama Dream of my father. Son los dos libros en los que ordenan los fragmentos de sus vidas y nos cuentan una película de la que ellos son los protagonistas. Es una empresa de ficción en la que la racionalidad tampoco es demasiado apreciada y prefieren los efectos especiales, lo espectacular, lo epatante, porque el objetivo es entretener al votante-espectador. El storytelling es la nueva receta del buen político, que ahora debe unirse a los otros cinco preceptos básicos que preconizaba Mazarino: simular virtudes, disimular defectos, no confiar en nadie, hablar bien de todos menos del rival y prever el tiempo de campaña.
Todo sería muy noble y muy estupendo, me refiero a lo de contar historias como en la novela o el teatro, si no fuese porque esta forma de construcción de la realidad, este nuevo orden ficticio, estos marcos mentales de los que habla Lakoff en su No pienses en un elefante -que no deja de ser una nota al pie de la obra de Goebbels-, digo, todo sería muy guay si no fuese porque su aplicación a la economía o la política tiene consecuencias terribles. No es lo mismo Dumas que Enron, ni David Lynch que Mao. La perfomance del storytelling trata de reorientar las emociones, y por lo tanto los políticos, en muchas ocasiones, no son elegidos por su competencia, sino por su perfil mediático. Éstos se introducen en la almendra mágica construida por los spin doctors, el framing, el networking, el timing, el storyline… y nos cuentan un cuento que, señores, si yo no pudiera rebatirlo en este artículo asegurando que es una nueva forma de opresión política, tengan por seguro que nos llevaría al totalitarismo. Porque, al fin y al cabo, que es una dictadura salvo un lugar donde sólo se puede contar un único y monótono cuento.

Getafe Negro

| miércoles, 29 de octubre de 2008 | 12:05




Bocatto di cardinale XXIV

| lunes, 27 de octubre de 2008 | 0:36


La fabulosa exposición de Helmut Newton en Madrid, La Fábrica, hasta el 27 de noviembre. Para voyeur sofisticados.




De Nueva York me traje muchas cosas, entre ellas a Glass Candy y su CD Beat Box. Maravillosa.

Cuando los elefantes pelean

| viernes, 24 de octubre de 2008 | 2:20




La economía, como la moda o el arte, se mueve en tres etapas, primero líneas ascendentes y vanguardistas, luego horizontales y clásicas, y por último descendentes, decadentes, barrocas. A esta última se suele llegar por exceso de confianza, es decir, por lo que ya avisaba Keynes de que el personal se gasta los cuartos no dependiendo de los ingresos estables que tenga, sino por las expectativas de futuro. El problema es que esas ilusiones estaban en manos de predadores, comisionistas y revientacajas que campaban por sus respetos y los nuestros, llámense ahorros, pensiones o puestos de trabajo. Estos malhechores no rendían culto a la racionalidad, sino a un nihilismo compuesto por una mezcla de desregularización, privatización y adelgazamiento estatal que ha terminado estallando como un Krakatoa. Para camelarnos, seguían una estrategia de moda en ciertos así llamados restaurantes, donde los camareros se visten de luto riguroso y los platos son gigantes y cuadrados, y todo para meterte una estocada por factura a cambio de una ración escuchimizada con un nombre que suena a tomadura de pelo. Nos convencieron de que subprime era una variedad de caviar beluga, y al final ha tenido que llegar el Estado con el cuchillo jamonero para cortar unas buenas lonchas de los tipos de interés y volver a crear la confianza necesaria para que no nos muramos de hambre.

El problema es que este pata negra que nos avala y consuela con el 15% del PIB a los españoles y con otros tantos por ciento en el resto de países, no lo van a disfrutar sólo los justos, sino también los pecadores. Ante los compromisos de transparencia, rigor y control estos quinquis deben de estar descojonándose pensando en sus paraísos artificiales de las islas Caiman y en sus fiestas, esas que se dan sobre todo para los que no están invitados. Son los mismos que recibían deslumbrantes salarios, primas y dividendos por tasar viviendas por su valor especulativo y no por su precio histórico o razonable, los mismos que ganaron millones con las recalificaciones, los mismos que concedieron créditos e hipotecas suicidas, y que ahora pretenden irse de rositas porque saben, como de nuevo recuerda Keynes, que cuando uno debe una libra, tiene un problema, pero cuando debe un millón, el problema lo tiene el acreedor.

Lo malo es que quien paga el pato son los de siempre, los que han intentado comprarse una vivienda digna. Y que nadie les hable de economía multilateral ni de flujos financieros ni del alza de combustibles ni de activos tóxicos, porque lo único que les interesa es llegar a final de mes.

Cuando los elefantes pelean, lo que muere es la hierba. Y esto no lo dijo Keynes.

NAICA O LA FORTALEZA DE LA SOLEDAD

| jueves, 23 de octubre de 2008 | 19:15




La Cueva de los Cristales de Naica es la más grande maravilla subterránea de la Tierra. Fue descubierta por casualidad en las profundidades de la Mina de Naica, en el Estado de Chihuahua, México. Una cueva completamente recubierta por cristales transparentes de selenita, es decir, yeso muy puro, algunos de los cuales superan los 12 metros de largo. Lo dicho: el sueño erótico de Supermán.

GETAFE NEGRO

| martes, 21 de octubre de 2008 | 23:30

EL SITIO: LA UNIVERSIDAD CARLOS III DE GETAFE. AULA MAGNA.
LA MESA: MADRID TE MATA, JÓVENES BÁRBAROS.
EL DÍA: 22 DE OCTUBRE, MIÉRCOLES.
LA HORA: 12.OO
LOS PONENTES: DAVID GISTAU, MERCEDES CASTRO, DAVID TORRES E IGNACIO DEL VALLE.
ESTÁN INVITADOS.

El ataque del cultureta

| lunes, 20 de octubre de 2008 | 0:05



Esta vez mi sentido arácnido falló estrepitosamente. Por lo general, puedo oler a un cultureta como los tiburones huelen una gota de sangre: a treinta kilómetros. Y entonces hago lo contrario del bicho, es decir, huir como alma que lleva el diablo. Pero esta vez falló. No sé a qué fue debido, en serio, quizás al vino español, o a que estaba pendiente de una de las azafatas del Círculo de Bellas Artes, que tenía un aire a mi adorada Connie Nielsen, o simplemente que estaba en Babia. El resultado fue que cuando terminó la presentación, allí estaba, como el dinosaurio de Monterroso. El cultureta me miraba con sus ojillos de cultureta y su rictus agrio y mezquino sojuzgando a los mortales por no sufrir tanto ni ser tan sensibles como él. De inmediato, el cultureta comenzó a hacer lo que normalmente hacen los culturetas, preguntarme si estoy escribiendo alguna novela -para comprobar si por algún afortunado albur tengo sequía creativa-, y si así es cuándo sale -para hacerle un seguimiento a fin de comprobar que no vendo tanto como con la anterior y buscar las críticas que me pongan a parir-. A continuación, sin apenas dejarme responder, el cultureta sigue haciendo lo que normalmente hacen los culturetas, intentar que se le conceda la atención enfermiza que ellos creen que merecen y dar la lata de una manera grandilocuente. Tieso como una escoba, comienza con los habituales comentarios gratuitos y oportunistas sobre los otros culturetas a quienes tiene que hacer la pelota, sigue con las frases cargantes y supuestamente profundas que mantienen su fama de cultureta, y por último da la tabarra con la posteridad. Yo siempre me he preguntado a qué se debe que los culturetas tengan esa fijación con la posteridad, con esa placa en una calle que nadie reconoce o esa estatua que cagan las palomas y mean los chavales del botellón o esa entrada en un diccionario que nadie lee. En fin. El cultureta sigue haciendo concesiones a su vanidad y me larga que cree que su obra perdurará, porque él tiene que decir algo al mundo y a las generaciones venideras, me suelta que se está preparando para ello ordenando sus manuscritos y archivando sus notas -originales, los llama-, y que incluso cabe la posibilidad de que se cree un premio o una biblioteca o una fundación con su nombre, o todo a la vez. Mientras me cuenta todo eso, yo no paro de mirar al cultureta con diplomacia y algo de pena, de ser testigo de su pueril miedo a la muerte y su inútil intento de perpetuarse. Y me pregunto si su mezquino y cargante ego no le deja ver la realidad. Una realidad en que los escritores se mueren y desaparecen del mapa borrados por el empuje de los vivos. En que de vez cuando las modas pasajeras sacan a alguno del olvido para volver a desaparecer en el barullo de la historia. En la burbuja del mercado literario que engulle y mastica y luego caga generaciones de escritores con mucho más talento que el del cultureta. En la progresión geométrica del ruido informativo actual, en la cantidad de medios con los que hay que competir, en nuestro inútil intento de que las lágrimas no se pierdan en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Finalmente, el cultureta, que estoy seguro de que no sabría encajar el éxito porque tampoco sabe asimilar su fracaso, se despide de mí con esa sonrisilla de superioridad de quien se sabe enviado por los dioses y ha demostrado que es un autor coherente -es decir, poco leído- a un autor comercial -es decir, leído-. Y entonces yo sólo me hago una pregunta: ¿hace cuánto que este cultureta no echa un kiki en condiciones?

Diario Público: tertulia

| sábado, 18 de octubre de 2008 | 0:34



Dentro del programa GETAFE NEGRO, el Festival de Novela Policíaca de Madrid, el diario PÚBLICO ha organizado una serie de tertulias en las que ha tenido a bien incluirme. En esta del Café Central nos reunimos los escritores Eugenia Rico, Mercedes Castro, Pedro de Paz y un servidor. Siempre resulta estimulante el intercambio de nuestras respectivas visiones del mundo.
A propósito, el miércoles 22 de octubre estaré en una mesa de Getafe Negro en la Universidad Carlos III de dicha localidad. Será a las doce. Compartiré la charla MADRID TE MATA: LOS JÓVENES BÁRBAROS con David Torres, David Gistau y Mercedes Castro. Modera Celia Montalbán. Están invitados.

Rosa de España

| viernes, 17 de octubre de 2008 | 0:02






Decidir no comer te causa una sensación de dominio sobre uno mismo. Nadie te está viendo, nadie te está escuchando, estás sola y, aun así, no te comes el cruasán. Te hace sentir que controlas tu vida. A partir de ahí, todo se coloca en tu interior.




Rosa López. Fragmento de una entrevista en Pronto.

Lo que hay que tener

| jueves, 16 de octubre de 2008 | 0:11





Ah… oigo pronunciar la palabra NASA y escucho los vientos solares, el ruido galáctico, los agujeros negros, la energía oscura, las gigantes rojas, las enanas blancas, las cuerdas y supercuerdas, los agujeros de gusano, el túnel cuántico, el horizonte de sucesos… NASA, como todas las palabras anteriores, suena a algo equidistante entre álgebra y música, y a mí siempre me hace rebosar orgullo que una fortuita ocurrencia cósmica, una diminuta ramita en la enorme arborescencia de la zarza de la vida, como nos define Stephen Jay Gould, haya logrado crear la NASA y con ella superar nuestro eterno miedo a elegir entre libertad y seguridad, y jugarnos los cuartos en una partida gigantesca en la que nuestros faroles se llamaban Explorer, Voyager, Mariner, Columbia, Galileo, Apollo, Pioneer, Viking, Hubble, Phoenix Lander, Estación Espacial Internacional…

Ahora que la NASA cumple cincuenta años es el momento de recuperar aquel impulso abandonado cuando perdieron a su enemigo íntimo, la URSS, que tanta caña les dio y que sin duda fue el acicate que les hizo realizar todas aquellas proezas legendarias. The Right Stuff, Lo que hay que tener, es una frase que repetían constantemente en Elegidos para la Gloria, la épica, irónica y desmitificadora novela de Tom Wolfe -brillantemente adaptada al cine por Philip Kaufman-, en la que narra los primeros pasos de la frenética y a veces suicida carrera espacial estadounidense, protagonizada por tipos tan geniales como chiflados que la noche antes de meterse en un cacharro volador para batir el récord de velocidad o rozar la estratosfera con el morro de sus aparatos, se estaban emborrachando en un bar perdido en medio del desierto. Si necesitaban algún enemigo íntimo para recuperar lo que hay que tener, que no se preocupen, los chinos y sus taikonautas han cogido la antorcha y ahora ponen en órbita algo más que las patatas que les reprochaba Mao. De hecho, los americanos ya van cayendo del guindo y han empezado por algo: contra el diseño del logotipo gusano, han vuelto a recuperar el de toda la vida, el diseño albóndiga, con el que lograron sus conquistas más atronadoras.

Ahora que se acaba una época y comienza otra y nadie sabe cuáles serán sus perfiles; ahora que la política fracasa como instrumento regulador de miserias y desajustes sociales, en estos tiempos descreídos y antiépicos, nos queda otra justicia poética diferente fuera de la Tierra, un futuro que pasa por la conquista del Cosmos, como aseguro Neil Armstrong en la celebrada gala del Smithsonian en Virginia. Si bien ha habido desastres, Columbia, Challenger… el mayor desastre sería olvidarnos de la responsabilidad que tenemos para con las generaciones futuras, depositadas de momento en el desarrollo de la futura cápsula Orion, que debería despegar en el 2014 con la Luna como objetivo, el paso previo a grabar las estrías de nuestras botas espaciales en el rojizo polvo de Marte. Y que los talibanes de toda calaña sigan prohibiéndonos hacer volar cometas. Je.

BERGHAIN: Guarreritas berlinesas

| martes, 14 de octubre de 2008 | 12:52




Puede no visitar Pérgamo, el Dom, el Zoo o la iglesia del Káiser Guillermo, pero lo que no puede dejar de visitar es BERGHAIN. Olvídese del Kit Kat o Insomnia, este es ahora mismo el local más decadente, epatante, fetichista, salvaje, sexual y elegante de Europa. En él se mezclan ravers con pijos con nerds con osos con góticos con hippies con reinonas... Mientras usted pide una copa como buen fistro pecador de la pradera, a su lado pueden estar haciéndose unas pajillas o echando un kiki directamente como quien está bailando en la pista. Berghain es libertad, lujuria, risas, música y voyeurismo en todos los idiomas. En la mejor tradición del Berlín de entreguerras. Indescriptible.

Cervantes en Berlín

| viernes, 10 de octubre de 2008 | 12:01


En los Cervantes del mundo mundial habitualmente te reciben muy bien. También es el caso de Berlín, y yo agradecido a Gaspar Cano y su equipo, especialmente a Miguel Ángel SanJosé -el que muestra libro, a mi derecha-, porque se molestó en buscar un último, precioso y desesperado dato que necesitaba. Aparte, compartimos el mismo, perverso e in-confesable fetichismo...
Se acaba la tourné por Alemania. La oferta patrimonial del mismo Berlín es inabarcable, se necesitaría un mínimo de un mes sólo para ver algo de la ciudad. Sus amplios espacios, la luz en los bosques, los colosales museos, la gente con ese sentido fascinante de la responsabilidad. Una sorpresa inesperada es que la población anda tan mal de inglés como en España. Nobody,s perfect, ni siquiera mis venerados doiches. No obstante, yo siempre animo a sumergirse sin problemas en el tópico, beber cerveza, comer salchichas y visitar a la Siegessäule. No defrauda.
Mañana una última recomendación para quien visite Berlín, IMPRESCINDIBLE, se lo aseguro.

Bocatto di Cardinale XXIII

| miércoles, 8 de octubre de 2008 | 1:22

El grupo se llama 30 seconds to Mars. La canción, The kill. Los tipos hacen unos vídeos espléndidos, pero adivinen a qué película hace referencia éste en concreto. A propósito, hay sorpresa: el cantante es el actor Jared Leto. Yo tampoco sabía que tenía un grupo.

Vielen dank für die Empfehlung, geliebte Otti.

PREMIOS DE LA CRÍTICA ASTURIANA 2007

| martes, 7 de octubre de 2008 | 0:03

Mi enhorabuena al merecido premio de Álvarez Cabrero, Mensajes de un mundo dibujado, una felicitación a Antonio Valle por la idea y coordinación, y un bravo a los 32 autores que formaron parte del proyecto, entre los cuales tengo el honor de hallarme. Era un buen proyecto desde el principio y el tiempo lo ha demostrado.


Los autores: Ana Vanessa Gutiérrez, Ana Vega, Antonio Valle, Belén Díaz-Faes Rojo, Blanca Álvarez, Chus Fernández, David Suárrez, Eva Vaz, Fernando Menéndez, Ignacio del Valle, Jaime Priede, Javier Cuervo, Javier Lasheras, Jorge Ordaz, José Havel, José Luís Piquero, Luis Arias Argüelles-Meres, Manolo D. Abad, Manuel García Rubio, Mariano Arias, Miguel Barrero, Miguel Rojo, Pablo Álvarez, Pedro de Silva, Pelayo Fueyo, Rubén D. Rodríguez, Saúl Fernández, Víctor Guillot, Xandru Fernández, Xuan Bello y Xuan Santori.



Por supuesto, esta enhorabuena es extensible al resto de los premiados en todos los apartados, Diego Medrano, Inés Toledo, Antón García, Cristina Muñiz Martín, Mónica Rodríguez, Alfonso Fernández Tresguerres, Severino Antuña, Vicente García Oliva y Luis Fernández Roces.
CODA: APROVECHO PARA RECORDAR MI ARTÍCULO LITERATURA EN DEFENSA PROPIA, SÓLO TIENEN QUE TECLEARLO EN EL BUSCADOR. YO SIGO POR LA LABOR.

Wannsee: la Casa de la Conferencia

| domingo, 5 de octubre de 2008 | 23:57

En las afueras de Berlín, junto al lago de Wannsee, hay un área de vacaciones para la gente más acaudalada, una zona hermosísima repleta de mansiones, bosques, puertos deportivos y playas, que guarda un secreto abominable: la Casa de la Conferencia. Aquí, en esta lujosa e idílica mansión, el 20 de enero de 1942, se celebró una reunión entre Reinhard Heydrich y otros 14 oficiales de las SS, entre los que se contaba Adolf Eichmann, para decidir la Endlosung, la Solución Final, y determinar la exterminación de 11 millones de judíos de toda Europa.

El atractivo de las cornisas

| viernes, 3 de octubre de 2008 | 0:04



Las crisis no son malas por norma: obligan a hacer de la necesidad virtud. Es el concepto de Pharmakón: después del dolor viene la sanación. Las revoluciones estructurales, las reconversiones obligan a acelerar la velocidad de crucero y adaptarse; ser leve, rápido, exacto, múltiple y más visible. Hoy en día la innovación se calcifica en ortodoxia nada más nacer, en tedio santificado; estamos condenados a persistir en una exploración de lo variable, a ser Mondrianes o Rothkos de la vida, a romper la baraja cada día y empezar de nuevo, a utilizar el gesto dubitativo de los primeros pintores de las cavernas para atrapar la realidad. Las crisis obligan a los periódicos acosados por los anunciantes a realizar el salto digital; a que la codicia especulativa del mercado empuje a un control público, reglas más estrictas y compromisos de transparencia. No poder elegir ya entre ventana o pasillo impele a buscar nuevos espejos en los que mirarse; a que el precio del petróleo nos impulse hacia la energía de fusión y las pilas de litio y deuterio; a convertir en inmensas salas de videojuegos los cines que poco antes se estaban vaciando; a rediseñar un tablero de juegos global en el que los nuevos peligros no sólo provienen del islamismo radical, sino de esas versiones ultramodernas del fascismo que se denominan capitalismo autoritario, cuyo máximo exponente son Rusia y China, así como de las migraciones masivas o las emisiones de dióxido de carbono. Asimismo, como si fuésemos buenos tenderos, antes de dar cualquier paso hay que conocer tu producto y tu cliente, poseer una calidad contrastada, implicar a los usuarios, buscarse enemigos inteligentes, evitar los cisnes negros, esa tendencia a fijarse en los casos que confirman nuestras visiones y que nos incitan a no comparar…



Todas estas líneas salen de mi teclado tras leer el caso de esa adolescente de 17 años que ingresó con una septicemia en una clínica de última tecnología en Benalmádena. Se le administraron toda clase de antibióticos, hubo quórum de médicos, consultas con otros hospitales, pero nada lograba liquidar las bacterias. La chica ya estaba en la UVI cuando llamaron a su padre, un taxista de Londres, que al llegar al hospital les dijo a los médicos que había pasado las últimas cincuenta horas metido en internet averiguando la lista de fármacos eficaces para el tratamiento, visitando webs médicas, chateando con hospitales, hasta que en una clínica de Minnesota le confirmaron que habían logrado ligeras mejoras con Flagyl. El Flagyl era un medicamento con almidón de trigo usado para infecciones menores, así que el equipo del hospital se lanzó a la carga comprobando y chequeando opiniones, recetándoselo finalmente a la chica me temo que con aire de último sacramento. Al día siguiente sacaron a la adolescente de la UVI. No precisamente coleando, pero viva y en fase de resurrección. Pienso en el susto y la angustia que tuvo que pasar el padre mientras paseaba por esa cornisa en busca de su Pharmakón, algo seguramente inenarrable, pero qué señor, sí señor.

Bocatto di Cardinale XXII

| jueves, 2 de octubre de 2008 | 14:33



Esta ha sido mi lectura durante las primeras noches en los hoteles de Deutchsland, Un millón de soles, Alfaguara, de Jorge Eduardo Benavides. Siempre es un placer leer a Benavides.

Postdam: Park Sanssousi

| miércoles, 1 de octubre de 2008 | 0:47

Para los prusianos, la belleza importa tanto como el tamaño. Sólo hay que visitar estas 400 hectáreas: todo es más alto, más lejos, más hermoso. Pegas una patada a una piedra y sale un palacio, crees que no encontrarás otro paseo más largo y el siguiente lo triplica. Neues Palais, la Orangerie, la Casa de Té China, Neue Kammern, Communs, Schloss Sanssousi... Se parece a un extraño cuento de Calvino, cuando estás seguro de que has dado con la casa de un emperador, es sólo la de los criados; una enorme edificación que podría servir a un rey, es únicamente el invernadero. Y la luz en estos bosques.