Buen 2011

| jueves, 23 de diciembre de 2010 | 0:28

Este blog y un servidor nos tomaremos un descanso hasta el 10 de enero. Este año ha sido complicado, pero siempre he entendido que quien aguanta, gana. Caven trincheras y tómense una copa de champán: algún día tendrá que escampar. Espero poder compartir el nuevo año con ustedes igual que los precedentes. Feliz 2011.

Una barbaridad

| sábado, 18 de diciembre de 2010 | 19:30



Eso es lo que adelantan los tiempos. Y hay gente dedicada exclusivamente a predecirlos: plantillas en IBM o el MIT, futurólogos como Ray Kurzweil o Michi Kaku cumplen hoy la función de los antiguos arúspices hurgando en las entrañas de los animales. A mí estas ruletas me fascinan, y tengo claro que para hacer avanzar el mundo se necesitan dos agentes: uno, el poderosísimo factor suerte, con una nómina de grandes inventos como la Viagra, el LSD, los rayos X, el brandy o la penicilina, y dos, lo que Einstein denominaba atentar contra la razón, que era la única manera de descubrir cosas nuevas. En esa dinámica de internarse en el 'whipe out' del futuro, los jugadores hacen sus apuestas y predicen que en veinte años se manipularán los ordenadores sin mover un dedo, porque estaremos conectados mediante señales eléctricas que surgirán directamente del cerebro a través de microprocesadores implantados; es lo que denominan neurotecnología. Apasionante. O terrorífico. También auguran -siempre en intervalos de veinte o treinta años- el 'Internet de las cosas', en las que los objetos cotidianos irán equipados con chips conectados a la Red, dando lugar a una nueva era de servicios. La consecuencia será que todo estará entretejido mucho más apretadamente, cualquier superficie servirá de pantalla, y la información se superpondrá a la realidad. En cuanto a la micro y la nano-robótica, éstas monitorizarán el interior de nuestro cuerpo, repararán tejidos y curarán enfermedades, y estamos hablando de maquinitas que podrán viajar por nuestro flujo sanguíneo. Habrá ordenadores de mil dólares que tendrán la capacidad de procesamiento del cerebro humano. Y para la gente a quien los idiomas les sigan sonando a chino, no hay problema: el reconocimiento de voz y la traducción automática comenzarán a incluirse en todos los móviles, ordenadores y equipos electrónicos de uso diario, ergo los idiomas dejarán de ser un obstáculo para la comunicación. Etcétera, etcétera, etcétera. Ahora bien, también existen reversos tenebrosos en toda esta epifanía: todos los humanos tendremos un IP particular, las compañías de internet sabrán más sobre nosotros que nosotros mismos, y estaremos localizables en todo momento mediante los rastros digitales. Total, que la privacidad se la comerá el gato. Interacción, procesamiento, ubicuidad, virtualidad. Y todo esto para empezar: ¿abrimos los brazos o empezamos a correr?

Jeff Wall

| miércoles, 15 de diciembre de 2010 | 11:41


El arte como experiencia

| lunes, 13 de diciembre de 2010 | 1:59


El producto del arte -un templo, un cuadro, una estatua o un poema- no es la obra de arte. La obra tiene lugar cuando un ser humano colabora con el producto de forma que el resultado es una experiencia que se disfruta debido a sus propiedades liberadoras y organizadoras.
JOHN DEWEY. 1934.

Gastronomías del mundo mundial

| jueves, 9 de diciembre de 2010 | 10:41

Todos tenemos cenas en que el vino no puede fallar, y este no lo hace: el Reserva Santa Rosa, de Enrique Mendoza. La bodega es de Alicante, y las uvas Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah.


Maridaje con esta cosa maravillosa: Rostropovich y Vivaldi, Violoncello and Strings in C Major, RV398. PINCHEN "LARGO", A PARTIR DEL MINUTO 3:10.

Achtung Spanien¡

| lunes, 6 de diciembre de 2010 | 11:46

Cuando a Angela Merkel le recuerdan el milagro alemán, responde con el ceño fruncido que ese milagro no existe, sólo existen los alemanes que madrugan cada mañana, trabajan duro y afrontan sus responsabilidades. Algo debe de haber, porque Alemania, que partía en 2009 con una recesión del 5% del PIB, terminará 2010 con un crecimiento del 3,7% y un superávit de 18.500 millones de euros en su balanza comercial. La fórmula es sencilla: austeridad en el gasto, inversión a largo plazo y no desmadrarse en las vacas gordas. Los sueldos medios han caído de unos 16.500 euros anuales hasta los 15.800, lo que aumentó la competitividad de sus productos y redujo el paro de cinco a menos de tres millones. A eso se le añade que durante los días de leche y miel, el alemán medio no se endeudó en la compra de viviendas, mantuvo un consumo moderado, y los sindicatos pactaron la contención del salario a cambio de la estabilidad en el empleo, evitándose así las burbujas inmobiliarias y proveyendo de firmeza al sector financiero. También hay que reseñar la buena gestión de Merkel de los estímulos anticrisis -con la ayudita inesperada del cambio dólar-euro en sus exportaciones-, entre los que sobresale la dotación a las empresas de una cláusula de escape en los convenios que permite ajustar la jornada y los salarios a la caída de la demanda -salvando millón y medio de puestos de trabajo-. Sin embargo, lo más llamativo está por decir, y es la absoluta obsesión germana por la consolidación presupuestaria. A pesar de navegar a toda vela con el paro en el 6,7%, un crecimiento ya dicho, y con el segundo superávit comercial del mundo, Alemania se empeña en recortar 80.000 millones de gasto público hasta 2014 para asegurar la jugada, además de eliminar 11.000 funcionarios, reducir un 2,5% del sueldo de los restantes y ejecutar recortes varios en políticas sociales y subvenciones varias. Quizá no todo lo anteriormente escrito le valga a España o exista la voluntad o el carácter para llevarlo adelante, pero habría que tomar nota. Más historia: cuando los americanos del Plan Marshall le preguntaron a Adenauer cuántos millones de dólares quería para alimentos básicos a fin de alimentar a la población, éste respondió: ni un céntimo, ahora bien, para industrias, carreteras, plantas generadoras de electricidad, todo lo que nos quieran enviar, todo será bienvenido. Achtung Spanien¡

itsenäisyyspäivä

| jueves, 2 de diciembre de 2010 | 15:13

Congratulations, my friends. Candles out there: this is your Independence Day. Today I almost cried hearing Sibelius. Big hug, big Finland. Miss it.