Bocatto di cardinale XXXII

| miércoles, 14 de octubre de 2009 | 0:17







Herzog en estado de gracia. Herzog herzogizando la Antártida. Una galería de personajes dignos de Doctor en Alaska. Belleza. Crueldad. Locura. Humor. Esta no es otra dichosa película de pingüinos...
















Es sencilla. Es delicada. Es la Bien Querida. Regáleselo a quien lo merezca.

16 comentarios:

MARFIL dijo...

Hola Ignacio,

¡Qué bien!. Bocattos di Cardinale por partida doble. De la peli ya tenía yo noticias cinéfilas de fuente fiable de que podía valer la pena. Aún no la he visto. La razón, la de siempre: Zeit. O mejor dicho, “wenig Zeit”.

Respecto a la canción, es bonita. El nombre de La Bien Querida, suena maravillosamente bien. Lo que toda mujer desea ser: bien querida, bien amada. Su tono monocorde parece su seña de identidad, además de esa sencillez que mencionas. Estoy dándole vueltas al título de la canción: “ADN”. No acabo de ver la relación con la letra de la misma. Estaré espesa. En cualquier caso, eso que cuenta de que: “lo único que me interesa es verte sonreír”, me parece estupendo. Quien ama de veras, sea bien querida o no, desea ver feliz a la persona con la que está. Y esto del amor, no creo yo que sea un recurso escaso de ésos que tiene que administrar la ciencia de la Economía. No. Yo creo que es algo que cuanto más das, más tienes. Tengo fe en ello. Ya he dicho que creo en Dios, porque según el Evangelio de San Juan, DIOS ES AMOR.

RODERICUS: Te voy a contar un cuento.

Érase vez una niña, nacida en un Principado donde un día esperaba encontrar a su príncipe azul. La niña tuvo una infancia con un poco de todo. Con algunas de cal, con otras de arena. Las malas en alguna ocasión se las daban sus compañeras de clase, porque se mofaban de ella por ser pequeñita, especialmente cuando la monjita la sacaba a corregir a la pizarra el examen de Matemáticas, en el que inevitablemente obtenía un 10. Tenía una madre bella y maravillosa, y un padre que daba dinero, pero que no siempre estaba. La niña creció algo torcida, porque pasaba demasiadas horas estudiando, no Matemáticas para las que poco necesitaba, sino piano. Por eso, cuando cumplió los 20 años, un cirujano le dijo que tenía que hacerle una tajada de 40 cm. en la espalda y meterle dos barras de metal, si un día quería tener hijos y no quedar en una silla de ruedas. Vamos que la muchacha, en un campo de concentración nazi, no la hubiesen querido ni para hacer pastillas de jabón. Con el tiempo la tajada le otorgaría una minusvalía física considerable – más ficticia que real -, que hizo que Hacienda la quisiera un montón, y siempre le dijera aquello de: “a devolver” un montón, sin trampa ni cartón. A pesar de la recomendación facultativa de no llevar tacones, la chica decidió que fortaleciendo su musculatura dorsal y lumbar con la natación, compensaría el efecto que semejante artilugio femenino podría tener en su cuerpo. Y lo logró, con muuuuchos largos de piscina, pero lo logró. Porque lo que ella deseaba con los tacones era estar algún día más cerca de su príncipe azul, que tardó mucho en aparecer, pero una feliz noche, apareció. No en la capital del Principado donde nació, pero apareció. La muchacha, seguramente por aquel trauma infantil del colegio (la infancia es una patria que explica muchas cosas) decidió que nunca estaría con un hombre que no pasara el “test” de certificación de pureza de raza, esto es, que para la cosa del apareamiento sexual siempre fue un pelín nazi, no sé si tanto como Reinhard Heidrich, pero casi. Y como lo tenía claro, y no tenía prisa para las cosas importantes – tampoco para abrirse de piernas – aunque fuese incapaz de esperar por un ascensor, se dijo a sí misma que con paciencia, el príncipe azul llegaría. Por amor previo a sus hijos no nacidos, sólo un hombre de considerable estatura podría, a través de su ADN (canción de La Bien Querida), darle unos hijos que no tuvieran la que para ella fue una terrible carencia y un terrible complejo en su infancia, que sólo el amor podría hacerle superar. Así que la muchacha del Principado sólo tuvo y estuvo con arios, chicarrones del Norte, que eran poco abundantes por la zona, aunque fuese del Norte. Tampoco era problema porque no le interesaba coleccionar amantes, sino esperar a que apareciese el definitivo. Menos es más, para muchas cosas. Ella creía que para eso también.

……………………..

MARFIL dijo...

Y un día, el príncipe azul nacido en un lugar donde se habla la lengua de los nazis, se acercó a ella. El más alto de los que se le habían acercado (nunca de menos de 185 cm. para compartir un “baile”) pero, lo más importante, era el más brillante, el más inteligente y el más refinado, lo cual es difícil viviendo en Xixón, pero no imposible. Y al ario definitivo, la chica le dijo que sí. Que aceptaba casarse con él; es más, que lo deseaba ardientemente porque el amor la perdía. A ella, en ocasiones, le resultaba imposible entender qué era lo que podía encontrar de bello ese hombre en ella - menuda, lisiada, semi-minusválida -. ¿Cómo un hombre que podía tener una mujer con cuerpo de modelo de alta costura entre sus brazos, podía desear amar el suyo?. A una nazi como ella, que deseaba para sí, para sus hijos, la mejora de la raza, de la especie, en talla, en inteligencia, sólo le servía un SER SUPERIOR. En todo. Y un día logró parir un niño rubio, fuerte, que superaba considerablemente los percentiles medios del lugar, lo cual, no es tan importante. Lo importante era que un día llegase a ser un buen hombre, un gran hombre, como su padre lo era, para el hijo y para ella, cuando la llevaba de la mano, con la diferencia de talla de un padre, no de una pareja….dándole así el amor del padre que ella nunca tuvo, el padre que nunca estuvo….

Y fue así como la nazi, de cabello rubio y flojo alemán, tal vez algo desquiciada para el amor, tal vez con un algo – o un mucho – de satánico, desposó al “superhombre” que no sólo Nietzsche, sino también ella, había profetizado.

Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

¿Te ha gustado, Rodericus?. ¿Ficción o realidad?

Santiago Bertault dijo...

Joer uno deja de entrar por aqui y para ponerse al dia la de to my mother. A mi no me han pedido mi jodida opinión pero me gusta el cuento.
Saludos!

Anónimo dijo...

Sí, sí... hay que entrar todos los días, este blog se está volviendo de lo más interesante. Yo diría que mucho mejor que la prensa diaria, más entretenido e instructivo es.
Gracias a Marfil por tan bonita historia y al dueño del blog por hacerlo tan ameno e interesante. Grandiosa la canción de este grupo que para mí era totalmente desconocido hasta ahora. Se agradece el descubrimiento.
Saludos a todos, disfrutad de la tarde y "keep tune" como dicen los anglófonos.

Rodericus dijo...

Me lo creo Marfíl, no tienes porqué engañarme.
No lo has tenido facíl, pero has encontrado tús sueños y eso es lo que realmente cuenta.
En la constitución de los EEUU hay un apartado que dice que todo ciudadano tiene derecho a buscar la felicidad, y es un articulo que hecho en falta en la nuestra, tan pomposa y solemmne, colocada en una altar e intocable, como una virgen para álgunos, y tan invocada con la boca pequeña por otros, pero que al finál, es papél mojado.
Yo tampoco lo tuve fácil en mi origen, según las estadisticas de mí barrio tendria que haber sido un delincuente juveníl, y también tenia algún problema fisico que limitaba bastante mi actividad infantíl.Fuí una flór de invernadero de frágil salúd.
De aquellos dias interminables en cama procede mi afición por la lectura compulsiva y mi pasión por la radio, era mi único juguete.
Pero por suerte mi salúd mejoró por la obstinación de un buén médico.De él aprendí que nunca hay que dár un partido por perdido.
Y aquél crio esmirriado se convirtió en un chavál corpulento que empezó a jugar al rugby y al fútbol americano porque podia repartir leña con una buena excusa sin acabár en la comisaria.
Y entre "down" y "down" leia en el banquillo a los padres de la filosofia griega, aprendiendo que en esta vida casi todo es dar y recibir, ¡¡y como recibia!!!, aún me duele de véz en cuando un menisco.
Pero a diferencia de tí, aún busco mis sueños, y lo he asumido como quién recorre el camino de santiago, lo que importa es lo que vivo cada dia, no tanto hacia donde voy.Mi busqueda es un fín en sí misma.
¿Ficción?, como la vida misma, tercer "down" y tres yardas, ¿pasaremos?.

Rodericus dijo...

Marfíl, alguna apostilla más a nuestros intercambios de impresiones.
No considero a todos los Alemanes actuales como unos nazis.
Supongo que quedará algún nostalgico más llevado en el fondo por la estetica que pòr la ética, pero la mayoria no lo són, eso lo sabes mejór que yo.
Para entender bién a aquella gentuza amoral te recomiendo un par de libros, "la llegada del tercer Reich" y "el tercer Reich en el poder" de Richard J. Evans, catedratico de historia moderna en la universidad de Cambridge.En sus obras analiza minuciosamente el asalto al poder y la instauración de la dictadura desde varios prismas, las causas de esa anomalia y su reflejo en la vida cotidiana en la alemania nazi.
Lo que realmente impresiona es que un grupo de delincuentes comunes pudiese llegar al poder en un país moderno, culto y civilizado.
Y en cuanto a sú inteligencia, tengo mis serias dudas, no hay que confundirla con la preparación técnica y capacidad industrial.
Gracias a Diós no lo eran, y costó reventar media Europa el eliminarlos, porque si nó, habriamos entrado en otra edad oscura.
Así que no los mitifiques, por muy elegante que sea el uniforme negro con calaveras de plata.
Debajo de aquellas gorras de plato no habia gran cosa, salvo un odio feróz e irracional.

MARFIL dijo...

¡Caramba!. ¡Qué cosas leo hoy!. Y eso que venía con miedo y no me he atrevido a abrir el blog en toda la mañana. Además, desde las 5 de la mañana que me desperté con una migraña del 15, andaba yo con un remordimiento de conciencia supino, por hacer lo que no se ha de hacer en un blog: hablar más de la cuenta de uno mismo, según voces autorizadas al respecto. Las personas solemos ser reincidentes en nuestros pecados: no limitarme siempre a comentar la entrada propuesta, parece ser el mío en este blog. De los capitales, mi favorito: la lujuria. Y el inevitable en ocasiones, el de la soberbia. El que no conozco, es el de la envidia. ¿Es de tontos, no?. En el pecado, llevan la propia penitencia.

ANÓNIMO: Gracias a ti por decir que el cuento te parece bonito. Me lo pasé bien escribiéndolo, así que no hay nada que agradecer, aunque es propio de bien nacidos/as. Por otro lado, me parece una generosísima opinión. No sé escribir cuentos. Oscar Wilde, como sabrás, sí sabía. ¿Has leído sus relatos “El fantasma de Canterville. Un romance hilo-idealista”, “El crimen de lord Arthur Savile. Un estudio sobre el deber”, “La esfinge sin secreto. Un aguafuerte” y sobre todo, sobre todo, “El Príncipe Feliz”?. Este último parece ser uno de los cuentos más bellos que se han escrito, y no porque lo diga yo, sino porque lo dice Ignacio del Valle, que es la voz autorizada aquí en lo que a literatura se refiere, y unas cuantas cosas más, según nos oferta en su polifacético blog. ¿Soy pelota?. No, creo no: realista.
Por otro lado, mi problema con Oscar Wilde, es que a veces le hago demasiado caso. Suele pasar cuando uno tiene una debilidad. En “El crítico como artista” Oscar Fingal O´Flahertie Wills Wilde, afirmó que: “Cuando la gente nos habla de otros, a menudo es sosa; cuando nos habla de sí misma, casi siempre es interesante”. El problema es que para que esto último sea verdad, la persona en sí misma ha de ser interesante. O.W. lo era; yo no. En cualquier caso, de nuevo, gracias.

RODERICUS: Gracias por tu comentario y tu relato personal, que también refleja una lucha importante. Me alegro de que superases los problemas de salud para convertirte en un fortachón. Gracias también por las recomendaciones de lecturas nazis. Se nota que, a pesar de la especialización técnica, tienes un gran bagaje de lecturas. La cultura de una persona se percibe cuando abre la boca o, en su defecto, en un blog, cuando escribe. En cuanto a lo de la consecución de los sueños, yo creo que lo más importante es tenerlos. Disfrutar del día a día, de la búsqueda como dices, .....y si un día, o en un momento, pienso o siento que no he logrado todo lo que he deseado, o en la medida que yo lo esperaba, procuro ser pragmática y aprender a ser feliz con lo que me ha dado la vida y he conseguido, y no pensar en lo que no he logrado. Sería absurdo y un auto-saboteo a la propia felicidad. ¿Porqué pensar que para ser feliz tenía que ser yo una Martha Argerich?. Y como eso, todo lo demás.

Por otra parte, me alegro un montón de estar en un lugar electrónico en el que interviene tan buena gente, tan buenas personas, como sucede en El Marfil de la Torre. Si ya lo decía yo que era una chica con suerte, hasta para caer un blog.....

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MARFIL dijo...

RÉMORA: Me parece fenomenal que hayas dado tu opinión. Uno ha de hacer lo que le apetece, dentro de sus principios y lo que le permitan los demás. Y si hubiera sido negativa la opinión, también me parecería genial. Al menos, mejor que la indiferencia, que tal vez fuera el mejor castigo para una persona que un día se comportó contigo como una gilipollas. Bueno, parece que me has perdonado y quiero creer que me comporté como una gilipollas contigo por equivocación. Al final, los contables y los financieros parece ser que estamos condenados a entendernos, aunque no hablemos el mismo lenguaje, ¿verdad?.

Tu lenguaje favorito, yo apostaría que es el de la poesía, más que el del equilibrio patrimonial por partida doble, ¿verdad?. Pues yo, de escribir cuentos, ni repajolera idea, y de poesía, menos todavía.

Para muestra, un botón. Te cuento algo en versión pseudo-poética, que demuestra la “fame” que hubiera pasado yo de poetisa. Así que, tras el poema, sigo con las Finanzas. Más me vale.....

Este “poema” para que termines de perdonarme......o tal vez, para que me condenes definitivamente al infierno de los que no saben ni leer, ni escribir poesía.


A RÉMORA

No me gusta la poesía, Rémora.
No me gusta la poesía.

No me gusta la poesía de los Rilke, de los Gamoneda,
ni siquiera de los Bécquer de juventud.

No me gusta la poesía, en general,
de los poetas de oficio,
que la practican
para gloria de su nombre.

La que a mí me gusta, Rémora,
es la torpe poesía de los que,
de oficio,
manejan el bisturí, o el compás,
Y con ella quieren, en particular,
tejer palabras con las que lograr una red,
en la que la ansiada presa caiga rendida.

No me gusta la poesía, Rémora.
No me gusta la poesía.

La que a mí me gusta, Rémora,
es la poesía que sólo dos cuerpos pueden escribir.
Y cada noche, cuando el don Juan poeta, no de oficio,
escribe dentro de mi cuerpo su añorada poesía,
aspiro luego a retener en mi memoria,
cual colegiala azul “cien cañones por banda”,
el efímero instante cañón,
para el que siempre deseo vivir.

Y es, en ese poético instante cuando decido
que esa poesía, y sólo esa,
es mi única verdad.
Mi única jodida, bien jodida VERDAD!!!!.

Tineo dijo...

Marfil, Rodericus, es un honor compartir blog y lecturas con vosotros.
Admiro a personas que han logrado saltar por encima de sus dificultades y salir vivos.
Yo, que no tengo historia que contar, que tuve un infancia todo lo relativamente feliz que se puede tener, que conocí a mi esposa con 16 añitos, que encontré un trabajo digno, que tengo un adolescente con el que me peleo, discuto, le quiero, etc.
Soy digamos un espécimen normal, sin nada extraordinario que contar, a veces mis conocidos me afean mi conducta, no entienden como se puede tener una sola novia, se puede seguir enamorado mas de tres años de la misma, no sé si alegrarme o tener pena.
Pero bueno también practiqué rugby (europeo) y mis rodillas están machacadas, pero siempre pensé que era un deporte de caballeros, también esgrima y equitación (deportes raros ya lo sé).
En fin felicitaros a todos a los que las dificultades no amilanaron

MARFIL dijo...

Lo mismo digo, Tineo. Encantada y un honor. Y yo no considero que haya hecho nada extraordinario, ¡válgame Dios!. La madre Teresa de Calcuta o Anthony Hopkins, pero yo no, desde luego.

Respecto a lo de acertar tan joven, ¡chico!. ¿Todavía lo dudas?. Enhorabuena, una y mil veces. Puedes estar orgulloso. Tal vez desde el punto de vista de los hombres pueda “parecer” distinto, pero, en el fondo, no lo es tanto. Hombres y mujeres aspiramos a ser felices. Y si encontrar la pareja que te da el equilibrio es lo que te hace feliz, pues cuanto primero mejor. Disgustos que te has ahorrado.

Rodericus dijo...

¡¡UFF!!, la verdad es que esta página está cobrando vida propia y tiene su enjundia.
La verdad es que el tiempo que estoy aquí se está conviertiendo en el más ameno del dia ultimamente.

Marfíl : comparto tú opinión con respecto a la lujúria, me parece el más justificable de los siete y me confieso pecador.
El más intolerable para mí : la codicia.¿ Para que demonios queremos diéz pares de zapatos si solo tenemos dos piés?.Lo hago extensivo al dinero y a acumular posesiones sin necesidad.
Con lo cuál, mi perplejidad con la actualidad, aquí en Cataluña y en el resto del país no tiene limites.

Tineo : Gracias por tus elogios, y no dejes que nadie te acompleje, llevar una vida así es a lo que aspira todo el mundo, y es lo mas valioso que se puede poseer.
Con respecto a mis meniscos, aún no tengo claro si aquellos escasos momentos de gloria valieron la pena el cojear de véz en cundo.
Eso sí, fué divertido.
Y creo que esta es una ensenada donde fondeamos los espiritus inquietos e inconformistas, y vuestra compañia siempre será buena, podemos aportarnos algo siempre los unos a los otros.
Tendremos que invitar a Ignacio a una mariscada por suscripción popular.

Santiago Bertault dijo...

A Marfil:

A ti lo que te gusta es la poesía que no se escribe :) que a fin de cuentas es la mas bonita del mundo mundial.

No me gusta la contabilidad
No me gusta
Yo no soy contable
Trabajo de contable
Y conmigo te llevas bien porque no soy ni contable ni poeta

La "poesía" tiene frases muy bellas
Me gusta tu "jodida" verdad

A Nacho:

Una foto muy convicente en la revista Bibliotecas de Asturias, tengo ganas de coger un ejemplar y leer la entrevista.

A los demas:

Saludos y buenos alimentos!

A todos:

Prueben Altos del Tamarón
El vino peleón
Que mola mogollón

Berta dijo...

Hola a todos,

Como veo que en este foro hay conocedores y amantes de la cultura alemana con el permiso de Ignacio me permito hacer una recomendación para los que puedan acercarse:
En la Fundación Juan March (Castelló 77) de Madrid hay hasta enero una exposición de 70 obras de Caspar David Friedrich.
Coincido: últimamente de lo mejor del día es el foro. Gracias, Ignacio.

Tineo dijo...

Pues si se pone interesante el blog.
Acabo de pillar la peli, este finde intentaré verla.
La bien querida en cambio ……..a mi cánsame un poco.
En cambio este me gusta más.
Lo de la mariscada Rodericus……….bien, pero me pasa que los “mariscos de patas” me gustan poco. En cambio si me apunto a unas verdinas con carabineros en Casa Consuelo, así tenemos mas a mano a Ignacio.

Rodericus dijo...

Tineo, aprovechando el bajón de temperaturas ( aquí han caido 10º de golpe ), voto por una fabes con almejas, y acompañarlas con el vino de Rémora, porque aquí, desde que exportamos el Priorato a E.E.U.U, ha perdido sú carácter y cotiza en bolsa, inasequible, que asco de globalización.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Bien, de todas las buenas ideas que leo aquí, la que mayor talla tiene, indiscutiblemente, es la de comer una mariscada o unas fabas con almejas. Digno de un Spinoza.