| martes, 20 de mayo de 2008 | 15:15



UNA NOVELA MALA

García Márquez cuenta mucho los avatares que pasó antes de publicar Cien años de soledad y llegar a ser García Márquez. Entonces se ganaba la vida como periodista y redactando guiones. Ya estaba casado y tenía dos hijos pequeños. Para lograr un cierto margen que le permitiese concentrarse en su obra magna, empeñó el coche y le dio el dinero a Mercedes, su mujer, para que lo administrara. Todos los días ella le conseguía papel y tabaco, todo lo que requería para escribir a gusto. Con la redacción de la famosa novela a medias, se encontraron conque le debían al carnicero unos 5000 pesos, una cantidad enorme de dinero. La gente alrededor se puso a hablar de él y de ese libro tan importante que estaba escribiendo. Todos los comerciantes quisieron entonces ser partícipes de la gran obra y les ayudaron bastante. Nunca les faltó comida. Finalmente, para poder enviar el texto al editor necesitaban unos 160 pesos, y tan sólo disponían de 80, así que el autor decidió empeñar la batidora y el secador de pelo de su mujer. Al enterarse, ella le dijo: lo único que nos falta es que la novela sea mala.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Es bonito ver como en democracia el talento de los mejores siempre termina por reconocerse.