Los muniqueses lo celebran desde 1810, tras la boda de Luis de Baviera y la princesa Teresa de Sajonia, a la que fue invitada toda la población de München. Recibe seis millones de visitantes de todo el mundo, y en dos semanas se beben más de 5 millones de litros de cerveza y se comen más de 200.000 salchichas de cerdo. Consumición mínima, un litro, y hay que cogerlo al vuelo de cualquiera de las camareras que pasan entre las mesas. Me han dicho que durante la fiesta hay otras cosas que ver y que hacer aparte de emborracharse, pero yo de momento no caigo. A ver si mañana...
CODA: por cierto, mi enhorabuena para dos asturianos, escritores y sin embargo amigos, Manolo Abad y Miguel Barrero, uno por publicar su primera obra, Vasos sucios en la madrugada, y el otro por el premio a su novela Los últimos días de Michi Panero. Abrazos y a seguir currando: gana el que aguanta.
2 comentarios:
jeje, por poco no coincidimos
Muchas gracias, compadre. En ello estamos...
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