¿CARNE O PESCADO?
En un monasterio a orillas del Sil en tiempo de Cuaresma hace centurias, había estricta prohibición de comer carne. La gente del pueblo afrontaba resignada el mandato y se alimentaba de conceptos como humo de tocino y resonancia de corderos, mientras los frailes tiraban cerdos y ternascos al río y otros los pescaban a la altura del convento para cocinarlos. Algunos feligreses se atrevieron a exponer la desvergüenza al abad, que les contestó con modernidad paradójica: amigos míos, todo lo que cae en la red es pescado.
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3 comentarios:
Es la primera vez que entro en tu blog. Saludos
Muy agradecido. Abrazos.
Estoy leyendo los emperadores y me gusta mucho. De verdad. El marco de la historia, los personajes...muy entretenido en definitiva.
Hoy te he buscado en google y aqui estoy. Veo que editas un blog muy variopinto. Me pasaré a visitarte e intentaré leer tu obra. Saludos.
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