Minutos musicales-Tomaso Albinoni

| miércoles, 2 de septiembre de 2009 | 0:01

¿Y qué me dicen de este oasis? Atentos a esas cuerdas que aparecen y desaparecen bajo la melodía. Enorme. Un milagro.

1 comentarios:

MARFIL dijo...

Hola Ignacio,

¡Vaya!. Parece que a ti también te gusta mucho el período barroco, musicalmente hablando, dado que insistes aquí en él. Esta vez, barroco italiano. El instrumento solista aquí es emisor de un sonido que me parece bellísimo. Como te comenté el 02/07/2009 a las 15:06 en “Demonios en Youtube” (11/06/2009), mi instrumento favorito de viento es el oboe y de cuerda, la viola.

Esas cuerdas que señalas son el acompañamiento de la melodía cantada por el instrumento solista. La grandeza del piano - una de ellas - es que puede hacer ambas cosas. Si esta partitura se transcribiese para piano, el trabajo que hacen aquí las cuerdas lo haría la mano izquierda del pianista (normalmente escrita en clave de Fa) y la melodía que nos canta el oboe sería para la mano derecha (en clave de Sol), siempre más agradecida de trabajar. Aunando las dos, logramos lo que otros instrumentos no pueden hacer. Por esa capacidad de su registro, entre otras muchas razones, es el piano el instrumento REY. Y a veces, con algunos/as, un auténtico tirano, lo cual, no nos lleva necesariamente a dejar de amarlo.

Mejor estos minutos musicales que nos propones esta semana, que el ruido de las bombas que comenzaron a caer hace, ayer, 70 años, dando inicio a tu “querida” segunda guerra mundial. “Bonito” proyecto el iniciado el primero de septiembre de 1939, para lograr, ¿qué exactamente?. ¿60 millones de muertos?. ¿Algo que merezca la pena?. Qué bonitas son las palabras como armas de defensa. Pero no parece que la humanidad lo crea dado que insiste en la necesidad de las armas. Un mundo sin violencia y con mucha música de la buena….¡qué sueño tan imposible!. Uno más, de una soñadora como la que suscribe.

Además de fan del barroco musical, por las entrevistas parece que eres fan de las nuevas tecnologías. Por imposible que te resulte de creer, todavía quedan ateos en este mundo que no rezan a San Google y a Santa Wikipedia, y que no les ponen demasiada fe, usando para lo que les interesa, otras fuentes de información. No todo lo que se cuelga en red está contrastado. Por eso, es altamente improbable (que no es lo mismo que imposible) que visiten el Marfil de la Torre.

Yo no pienso que el titular de este blog escriba artículos simples (que no sencillos), simplones y prescindibles, ni estimo que su obra literaria carezca de interés, precisamente, literario. Por supuesto que no opino eso. A la vista está. Pero como dice el Señor del Valle, opiniones, hay tantas como c….

Bis Morgen!.

Abrazos, Ignacio. Muchos abrazos.