Bueno, aquí tenemos la primera mesa con primeras espadas como Andrés Sorel, Miguel Munárriz, Juan Madrid, Joaquín Leguina, David Torres, Antonio Gómez Rufo... Será a las ocho. Lo pasarán bien.
Y hoy es mi cumpleaños. En fin. Cronológicamente tengo 38, biológicamente es probable que alguno menos, y mentalmente estoy entre los 12 y los 18, aunque los días malos -o buenos- no llego a los diez años. Next year seguro seguro que quito la fecha de la solapa de mis libros, y ya tengo localizado un centro de regeneración total. Mi objetivo son los 126 pudiendo beber vino y hacer alguna que otra guarrerita española. Ahí vamos.
2 comentarios:
Te aseguro que si estuviera en Madrid, iría sin dudarlo ni DOS milisegundos. Me agrada estar presente en todo aquello que pienso que me pueda enriquecer. Pero la distancia, que dicen que es el olvido, me lo hace imposible. Por cierto, me encontré a Leguina, visitando Pompeya en Semana Santa de 2006…
Me alegro que digas que biológicamente sientes que tienes alguno menos…..Será porque estás sanote y te cuidas. Se nota, la verdad. Y si mentalmente estás aún en menos, pues mejor aún. Parece que estés sacando papeletas para vivir la juventud eterna (eterna hasta los 126 para ti, dado que no crees que haya nada más después; ¿de veras no te ha tentado nunca la idea de que pueda haber algo más tras esa “barrera”?). Que sean pocos los días malos, en este año de tus 38, y en el resto de los que te quedan, por supuesto.
¿Es bueno o malo sentirse así, como un niño?. Yo no lo juzgo. No juzgo a nadie, porque no me corresponde, y la verdad que, a veces, he estado tan harta de que conmigo sí lo hayan hecho, que me doy cuenta de la inconveniencia de ello. Pasaba yo ya la treintena, cuando alguien (importante) me preguntó, casi a voces: “¿Pero cuándo madurarás?”. Me sentí mal, obviamente. Aunque unos días después, mirando a mi alrededor, y con esa idea en mi cabeza, me dije que si madurar es lo que interpretan o han “logrado” algunos, donde ya es imposible ver un rastro de ilusión en su carácter o su manera de afrontar la vida, un mínimo de inocencia, una sonrisa porque sí, porque no cuesta nada, o porque cuesta lo mismo que poner cara de vinagre y amargarle el día al prójimo o, al menos, intentarlo….Pues para eso, mejor no madurar, o no demasiado. Lo justo, no más.
O como eso que mencionas (por dos veces) en “El tiempo de los emperadores extraños”: “Sois portadores de niños…..Recordad que mientras llevéis un niño, podréis eludir el mal refugiándoos bajo el manto de la inocencia”, pues yo creo que así es. El doble sentido de la frase es obvio, si no lo he interpretado mal. Cada uno es como es; yo hace tiempo que lo asumí. Y creo que si un día me siento vieja, definitivamente será porque no encuentre ni rastro de la niña que fui, y que aún soy, por momentos. No lo deseo en absoluto, porque si tal cosa me sucediera, desaparecería parte del encanto que yo pueda tener, suponiendo que algún día haya tenido alguno…
Así que, no cambies Ignacio. Te irá bien así. Si te ha funcionado hasta ahora, ¿porqué cambiar?.
P.D. Mi curiosidad infinita de investigadora me lleva a la necesidad de preguntarte, ¿qué es una guarrerita española?. Te juro (por Snoopy) que ni idea. Tal vez un día me lo puedas explicar. A cambio, si quieres, te resuelvo cualquier problema que tengas con las ecuaciones, como con la Bovary, según indicaste. Servidora se dedica a ello. Yo, la Bovary, la entendí muy bien….
Buen epitafio para lo que sucederá hoy en Roma: "Jornada Negra en Madrid"
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