Ayer, en conversación telefónica con mi santa madre:
-Mamá, ya están saliendo las críticas en Francia de Los demonios de Berlín. !En Le Figaro dicen que soy un genio¡
-¿Genio? Sí, menudo genio estás tú hecho... si los franceses te vieran la nevera... Por cierto, ¿te queda comida de la que te mandé? Y cuando vengas acuérdate de traerme los túper, que la última vez...
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10 comentarios:
Jajajaja... estas madres!!!
Nada como una madre para aplastar cualquier tentativa de ensoberbecimiento :)
Sic transit gloria mundi, jaja
En una madre existe una lucha constante entre el orgullo materno y mantener a los hijos justo en su sitio...y nada la distrae.
Saludos
Nunca es uno profeta en su tierra, y mucho menos, en su casa.
Saludos.
Se puede ser un genio y no saber cocinar, o no tener tiempo para ello ¿verdad?
Ni soy un genio ni tengo idea de cocinar, aparte de las funciones básicas para sobrevivir. Pero la conversación no tenía desperdicio, un monumento al control de la vanidad.
Saludos.
Habría que verle la sonrisilla de orgullo a tu madre cuando colgó...
;)
Amigo, la lógica de tu madre (y la de la mía) es inapelable. ¡Larga vida a ellas!
Larga vida.
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