Presentación en el María Pandora

| jueves, 2 de julio de 2009 | 11:12


A las ocho y media presentaremos en el María Pandora el libro de poemas La Fragilidad de los Espejos, de mi tovaritsch Joaquín Lera. Están invitados. Y hay cava gratis.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No voy a poder ir ... trabajo :) mucha suerte

LBO2 dijo...

¡Qué plan tan apetitoso!. Que disfrutes un montón de esta tarde de poesía y cava. ¡Qué linda mezcla, que mezcla muy bien!. Me lo imagino, vamos...

Hay otras mezclas más desafortunadas, o al menos, que asustan un poquito. No gano para sustos.....

RE: UNA MEZCLA DE AGUA Y ACEITE.


http://www.elcomerciodigital.com/gijon/20090627/cultura/mezcla-agua-aceite-20090627.html

Como servidora anda bastante escasa de lecturas, suelo tomar nota de las recomendaciones literarias de un escritor de cuyo gusto literario me fío. Pero creo que de ésta, no sé porqué, paso. El autor no tiene la culpa; seguro que sus relatos se dejan leer muy bien. ¿Qué te pasaba cuando la escribiste Ignacio?. ¿Estabas cabreado con alguien?. ¿Acaso alguien te ha dado alguna patada en el culo?. ¿Cómo?. ¿A voces o con su silencio?. Y ese “broche de oro” final, dando lecciones de elegancia, ¿a qué se debe?.

Todo hombre y toda mujer que se precien, son dueños de su silencio y esclavos de sus palabras. Sobre todo, los hombres y mujeres que saben usar las palabras, que saben medirlas, últimamente lo hago M-I-L-I-M-E-T-R-I-C-A-M-E-N-T-E, o sea, que aunque hablo y escribo mucho por norma general, creo que las mido, porque creo que es lo que deben hacer una mujer, y un hombre, que sepan hablar y escribir. No hay tantos de ésos, creo yo. No hay tantos.

La historia de la madre protagonista de “Cuando éramos niños”, no sé cómo será completa, pero de lo que cuentas, ya me la sé. Por cierto, si tienes a bien, felicita al ilustrador Daniel Castaño de mi parte. ¿Sigue fielmente tus instrucciones?. El reloj con la esfera de corazón me gustó; pero desde luego éste se lleva la palma. Lo he recortado y guardado con otros cuantos, de hace ya tiempo, aunque ahora salgan en red.

Creo que tampoco me interesa la historia de ese tipo recién separado. No tiene nada que ver conmigo, digo yo. Ni me deberían afectar sus heridas primaverales; cada uno tiene las suyas. Yo me aguanto las mías, de esta primavera; las heridas que sangran el alma y el cuerpo, literalmente. Como no lo voy a leer, no sé si ese hombre sucumbirá o no las putas de la calle Montera. Debería hacerlo, creo yo. A las de la calle Montera, a las de Facebook, Twitter... y demás. A las de Chueca, supongo que no, si es un H-O-M-B-R-E. Recién separado es igual a soltero, en eufemismos de hoy día. Aunque en realidad no sea lo mismo. Que disfrute de su soltería, que es lo que le toca en ese momento. Con cabeza, si es de los que se cuidan. Sabe Dios lo que hay por la calle Montera, en la que nunca he estado. Tal vez sea electricista y ande tan escaso de lecturas como esta servidora. Con todos mis respetos para los electricistas que seguro que están más leídos que yo. Y mientras disfruta de su nueva soltería, tal vez le de tiempo a leer un libro titulado “EL AMOR INTELIGENTE: CORAZON Y CABEZA” del doctor Enrique Rojas. Tal vez suene a manual barato de autoyuda, pero para mí no lo es, desde luego. La mezcla de corazón y cabeza, desde luego es posible y deseable. Aunque difícil, muy difícil. Pero buena y posible, no como la del agua y el aceite que mencionas y que es imposible sostenerla en el tiempo. El aceite siempre queda encima; cuestión de densidad de fluídos imposibles de mezclar. ¿De veras te gustan los imposibles, Ignacio?.

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LBO2 dijo...

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No sé de qué ladrillos estamos construídas las personas; tal vez Mahoney se vuelva a asomar por el blog, si lo descubre. Y que lo cuente please, que lo bueno hay que compartirlo. Pero las parejas felices, Rojas me ha convencido de que se construyen sobre los cimientos del profundo conocimiento mutuo, de la afinidad, para luego caminar en respeto, fidelidad y confianza mutua, fe en uno mismo y en el otro, en el proyecto del otro y en el mutuo. Con más fe en éste último si cabe; más que en su vocación de electricista, si es que lo era. Y con compromiso y vocación de permanencia, mayor incluso que la de las Jornadas de Serie Negra recién inauguradas, por poner un ejemplo. Y después de leerlo, tal tipo podrá decidir si se queda por Montera, o se pasa al otro lado, si encuentra la luz rutilante y definitiva. O también, en lugar de leer, puede aprender hablando directamente con los maestros leídos en el tema, que no son electricistas, aunque éstos les hagan pupa, y que han encontrado el equilibrio definitivo en compañía de bellezas, seguramente de anuncio, y seguramente de piel de Silke, que es la seda en inglés, feminizada, y no la alemana, Seide; al menos hasta donde yo sé (poco) de esa lengua que parece ser tan importante por aquí, con tanto demonio de Berlín. Seguro que si lo lee y sigue consejo del experto y decide pasarse al otro lado algún día, no dirá tonterías como que la chispa se puede ir en cualquier momento por cualquiera de las partes contratantes. ¡Vaya chispa, entonces!. Es que no era la buena. ¡Cuántas tonterías hay que oír y leer a veces, Señor, cuántas tonterías!.

¿La conclusión es que tu fuerza se mide por tu deseo?. Ay, Ignacio, si yo te contara de mi fuerza y mis deseos, cuando yo tenía 12 o 13 años. Sigo teniendo la estatura de una niña de esa edad, y la tendré siempre. Hace tiempo que lo he asumido. Pero ya no soy una niña, ni me siento casi nunca como tal. Me siento como una mujer, o me gustaría sentirme así algún día. A veces sin fuerzas, a pesar de haber ido sobrada de fuerza de voluntad. Estoy acomodada, a un cómodo trabajo para toda la vida (que me currado mucho) y a un matrimonio, que sólo Dios sabe cómo me he currado, desde el día en que me casé, no antes desde luego, y que por parte de mi esposo, seguro, segurísimo, que será para toda la vida. Me juego la mano derecha y seguro que no la perdería. Si así fuera, sólo podría tocar los conciertos para la mano izquierda escritos para Wittgenstein, que perdió su mano derecha en la Primera guerra mundial. Pero no; descuida que no la voy a perder. Seguiré con las dos manos, eso sí, tocando cada día menos y cada día peor. Yo ya no tengo deseos; un día, te das cuenta de que te pasa, como dice la bonita canción de Celtas Cortos, de repente te das cuenta, y de repente envejeces. Y si los tengo, me “pincho” los Nocturnos de Chopin, interpretados por Maria Joao Pires, que yo ya no puedo tocar, y se pasa. Abundando en la herida pianística, en ésa también, pero se pasa.

¿Porqué dirán las mujeres que no existen los hombres fieles?. A mí, me han tocado todos así. Románticos, fieles y terriblemente celosos. ¡¡Vaya puntería la mía!!.

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LBO2 dijo...

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Las mareas de fango (es más elegante que mierda, ¿no?, aunque no sea lo mismo), no me tumban, no. Por eso, no hay problema. Aquí estoy. Y bueno, si sigo por aquí, que es lo único que creo haber asegurado, que seguiré por aquí, estaré atenta a las lecciones de elegancia que el jefe del blog se preste a dar. Por supuesto; faltaría más. Seguro que en su blog, que deseará que sea elegante, sólo tienen cabida los comentarios elegantes. Atenta estaré, pues.

Y seguiré intentando disfrutar de las cosas buenas que me ha dado y que me pueda dar la vida; eso sí, las haga yo o no, jamás reconoceré públicamente eso de hacer “guarreritas”. Personalmente, me resulta un nombre muy poco elegante. Prefiero el de SEXO PURO, que es el del puro amor, ni más, ni menos. El resto, son premios de consolación si no queda otro remedio, a dúo, a trío o en solitario, que además parece ser que van contra el sexto mandamiento de la Ley de Dios. ¿Alguien recuerda lo que dice?.

Fdo: ¿Una incoherente, que hace tonterías y que carece de respeto por lo que hace, ergo por ella misma?. Espero que no, Ignacio. Se me tacha de egocentrismo y, bueno, admito la crítica seguramente acertada. Cada uno tiene sus defectos; aspiro a corregirlos, no obstante. Pero no llego al extremo de sentirme identificada con un artículo del señor del Valle. No me he picado y no suelo comer ajos.

P.D.: Por cierto, la rubia de la Torre de Marfil, si es la que yo pienso, no se llama Begoña Alvarez. Tal vez estoy pinchando en hueso, tal vez me equivoque. Pero si iba para músico, debería tener un excelente oído que no falle nunca. Nunca lo sabrá, ni lo uno, ni lo otro, obviamente. Si se ha equivocado o si su oído ha fallado, sorry, por ella; no se puede ser perfecta. Y demostrará que su decisión de abandonar la carrera musical fue totalmente acertada. Pero llamar por un nombre que no es el suyo a una mujer, desde luego que es una tontería. Una soberana tontería. Deliciosa, no lo niego. Pero una tontería.

Y me pregunto yo, a juicio del dueño y señor de la Torre que la rubia-no-platino desea ardientemente habitar, ¿cuándo la rubiacastaña hace más tonterías?. ¿Los días que, por voluntad propia, se dedica a escribir tonterías para que queden grabadas en el marfil, o los días que, por causas ajenas a su voluntad, ergo por voluntad divina no puede escribirlas?. Ignoro si la voluntad divina a un ex alumno dominico aún le merece algún R-E-S-P-E-T-O, aunque sea ateo negacionista. Seguramente eso, tampoco, nunca lo sabré.

ruben dijo...

Ignacio
Buenas Tardes
te he leido en CORRIERE DE LA SERA, en un articulo escrito por ti hace tiempo sobre un pasisaje de Croacia y me agrada mucho tu forma de describir los paisajes a los cuales has visitado. quisiera comprar unas de tus obras .vivo hace mucho tiempo en MIAMI EE.UU,donde puedo comprar tus obras en espanol?
gracias
GE

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Hola, Rubén, pues supongo que si vives en USA podrás conseguirlas por Amazon y en cualquier tienda de Internet. Muchas gracias por el interés. Abrazos

ruben dijo...

Ignacio
Aqui en MIAMI,USA es como la 1.00 de la madrugada del Sabado 4 de Julio"Dia de la Independencia y ya he comprado en AMAZON.com"Como el amor no transformo el mundo".Me llega en 5 dias,Gracias por haberme respondido.
Te escribire a ver que me ha parecido.

Ruben