| martes, 1 de abril de 2008 | 0:09




UN LUJO, MAESTRO


Nos ha dejado Rafael Azcona, posiblemente lo más cercano a un genio del guión que ha habido en España.

Azcona poseía un oído portentoso para los diálogos, y manejaba con sabiduría la frase irónica, seca, lúcida, sarcástica sin llegar a mordaz. En el tiempo en blanco y negro de la dictadura hizo que nuestro país brillase con fuerza ahí fuera gracias a sus historias, que contaban cosas tristísimas con un humor profundo, crudo, corrosivo, melancólico, desesperado a veces, que acribillaba la moral pacata y trasnochada de la época. El pisito, la prodigiosa El verdugo, La gran comilona, la descacharrante La escopeta nacional, Ay Carmela, Belle époque... Azcona era un superdotado que lo hizo todo con los mimbres a veces lamentables de nuestra industria, peliculazas a la altura de los clásicos de Hollywood, que nos han dejado momentos y frases memorables -sus entrevistas tampoco tenían desperdicio-. Les recordaré algunas, aunque, de todas, la que más me gusta fue una respuesta durante una entrevista: prefiero perder el tiempo en el territorio de la esperanza que en el de la nostalgia.

Un lujo, maestro.

PERLAS

Entrevistas.

-Una carcajada cuenta como una semanita en un balneario.

-Al principio, de cine sólo sabía que las entradas se vendían en taquilla.

-Leo los periódicos de atrás hacia delante, y todo va bien hasta que llegó a la política.

-Los pobres no tienen por qué ser honrados.

-Las prohibiciones en materia de sexo producen perversiones en los sentimientos.

-Es una falacia que la censura o el hambre agudicen el ingenio.

-He leído todas las noches de mi vida, incluso en aquellas en que había tomado una copa de más.

-Mi principal mérito es que estoy vivo.

Guiones

-LA ESCOPETA NACIONAL: Zonas verdes, zonas verdes. Las zonas verdes en el campo, que para eso hemos puesto el automóvil al alcance de todo el mundo. Lo que hay que hacer en las ciudades es construir, construir y construir. Hasta el último metro cuadrado. La culpa de todo esto lo tiene la puñetera prensa. ¿Pero cómo es posible que el régimen dé estas muestras de debilidad? Al periodista que se desmande, a la cárcel, Romerales. ¿Os habéis fijado en la Casa de Campo? Yo cada vez que la cruzo tengo que tomarme un Librium. Millones y millones de metros cuadrados de un terreno fabuloso, allí, perdidos, sin producir nada; pero caerá, caerá. Ya la tenemos rodeada.

LA VAQUILLA: Que si comunismo, que si fascismo, pero a la hora de meterla en caliente, todos de acuerdo. Hasta los tontos de baba/Y es que picha dura no cree en Dios.

LA VAQUILLA: Mi coronel, no lo hicimos por divertirnos, queríamos traernos la vaca/Se pide permiso/Temíamos que nos lo negaran/Para eso se pide permiso, para que te lo nieguen.


1 comentarios:

lalecubino dijo...

Que crak. Buenísimas sus frases.