Ayer, en una terraza, dos tíos hablando, y uno, como buena maruja que es, con la antena puesta:
Tío 1: Mira, la única manera de conseguir algo de la gente es apelando a su vanidad, a su egoísmo o a su miedo.
Tío 2: ¿Y el amor?
Tío 1: Eso es un accidente.
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5 comentarios:
El amor es a veces una casualidad, pero nunca llega a ser un accidente.
A no ser que en vez de amor sea un afán de posesión.
El amor expande, el afán de posesión solo reduce.
Saludos
La vanidad y el egoísmo son dos factores bien conocidos por los timadores clásicos.
El timo conocido como el de "la estampita" es un clásico que lleva funcionando bien sesenta o setenta años. Y siempre hay un "primo-a" que cae en él. En cuanto al temor, ahí ya bordeamos o entramos de lleno en la extorsión.
Que uno de los interlocutores de la conversación considere el amor un mero "accidente", nos puede dar una pista sobre su catadura moral.
No voy a decir que en estos tiempos se han perdido los valores morales, porque individuos semejantes a los de la conversación, están documentados históricamente desde la época de los sumerios. Es la eterna división en la especie humana.
Individuos para los que no existen reglas ni limites para conseguir sus propósitos, y otros para los que los valores como la honradez, el sentido del deber, el civismo y la solidaridad todavía tienen algún significado.
Vaya, me quedo mas tranquilo. Veo que no soy el único que de vez en cuando, "pone la oreja" en conversaciones ajenas. A veces, una conversación escuchada fugazmente nos puede dar en poco tiempo muchas pistas sobre la calidad humana de los que hablan.
Saludos.
Bonjour Ignacio,
Espero que hayas disfrutado del fin de semana por Asturias. En febrero, y con un tiempo para estar sentado en una terracita escuchando conversaciones ajenas. Así da gusto.
Egoísmo….eso es bandera masculina. La naturaleza femenina nos hace ser mucho más generosas, especialmente con nuestro tiempo, que no nos importa dedicar a los demás. Si queremos igualdad, lo mejor que podemos hacer es copiar del egoísmo masculino.
¿El amor es una accidente?. Ni idea, Ignacio. Demasiadas decepciones, demasiadas tortas, demasiados reveses….Para mí es algo de lo que tal vez esperaba demasiado. Siempre he sido muy idealista para el amor.
Fdo: Una lectora que comparte en buena medida tus opiniones y gusta de comentarlas. Aunque habría que preguntarles a ellos, supongo que es también lo que les sucede a señores como Rodericus, Juan Carlos o Tineo.
Una cosa más, Ignacio. El lugar donde estamos, el lugar que ocupamos en este mundo, que a la postre debiera coincidir con el lugar donde queremos estar, en mi opinión viene definido por nuestros gustos, necesidades, deseos y también por lo que deciden las personas con las que compartimos vida, experiencias, café, trabajo o ideas –que no es poco- . No todo lo podemos decidir nosotros. Por ejemplo, un escritor puede querer escribir un buen libro – una cosa es querer y otra bien distinta lograrlo- , y que resulte un best-seller en España o ganar el Premio Planeta. Pero eso es algo que depende, en última instancia, de los lectores españoles o del jurado del Planeta. O sea que la literatura, también, es cosa de dos: escritor y lector. Supongo que estarás de acuerdo conmigo dado lo evidente de todo lo anterior. Ignoro la razón que me ha llevado a la necesidad de comentar semejante obviedad, pero lo cierto es que así ha sido.
Saludos, Ignacio del Valle.
En cuanto a conseguir algo de la gente, yo suelo ir de frente y con la verdad siempre por delante. Suele darme resultado, y si no, al menos sé que lo intenté con las únicas armas que estoy dispuesta a utilizar.
O pienso que en verdad no lo merecía y que otra vez será.
Según mi punto de vista el amor nunca es un accidente. Puede serlo el cómo o cuándo lo encuentres en tu camino, pero nunca el amor en sí es un accidente ya que es algo que todos buscamos. Lo reconozcamos o no.
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