Pero no, se lo han dado a la señora Matute, un desafío, oigan. No obstante, creo que vislumbro luz al final del túnel, y resulta que no es otro tren que viene de frente: porque lo que sí he leído han sido entrevistas de la insigne. La última, un par de semana atrás, en la cual decía que a ella le gustaba que le dieran premios, que le hacía ilusión, y pensé que al menos no era una hipócrita. También aseguraba que no le gustaba torturar al lector -como a tanto pelmazo de esos que parece estar oliendo siempre a mierda, ustedes saben a quiénes me refiero-, y comprobé, a pesar de las dolencias que la acosan, que gasta una coña marinera considerable.
Esta reseñita va a tener su gracia porque me acaban de pedir mi opinión acerca de Ana María Matute, en relación a la concesión fresquísima del Premio Cervantes, y resulta que jamás he leído nada suyo. Si se lo hubieran dado a Goytisolo, hubiera podido ironizar acerca de si este autor, alérgico a los premios -de pico, como todos los culturetas-, iría o no a recogerlo, o si la concesión hubiese sido para un imprevisto Arturo Pérez-Reverte, hubiera sido fácil extrapolar a otro caso que se me antoja similar: el Nobel que hace años defiendo para Stephen King.
Pero no, se lo han dado a la señora Matute, un desafío, oigan. No obstante, creo que vislumbro luz al final del túnel, y resulta que no es otro tren que viene de frente: porque lo que sí he leído han sido entrevistas de la insigne. La última, un par de semana atrás, en la cual decía que a ella le gustaba que le dieran premios, que le hacía ilusión, y pensé que al menos no era una hipócrita. También aseguraba que no le gustaba torturar al lector -como a tanto pelmazo de esos que parece estar oliendo siempre a mierda, ustedes saben a quiénes me refiero-, y comprobé, a pesar de las dolencias que la acosan, que gasta una coña marinera considerable.
Y miren, qué quieren que les diga, alguien que no tiene falsa modestia, reniega de tanto brasa y posee gracia, no puede ser menos que inteligente. No creo que sea una mala empresa comprobar qué más cosas alberga en su cabeza. Yo el primero.
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1 comentarios:
Mi tío me contaba cuando era pequeña un cuento " el niño al que se le murío un amigo", y al cabo del tiempo investigué y descubrí que era de Ana Mª Matute, después cayó en mis manos "La rama seca",y a partir de ahí me interesé por esta escritora, y leí "El verdadero final de la Bella Durmiente",que aunque pueda parecer una narración para niños, no lo es, mezcla ironía, surrealismo, modernismo...creo que, como puede ser la personalidad de esta mujer,por lo menos es lo que a mí me transmite.Lo recomiendo para leer, en estas frías tardes que se avecinan,con un buen café.
Saludos.
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