Harry Mulisch. In memoriam, 1927-2010

| domingo, 31 de octubre de 2010 | 17:01


Para mí, las paradojas no son un problema; al contrario, forman parte de mi mundo. Si intentas comprender el mundo de una manera lógica no lo vas a conseguir; vas más lejos si lo intentas por medio de las paradojas. Sin embargo, la mayoría de la gente tiene miedo a las paradojas. Pero entonces habría que tenerle miedo al mundo, porque no es lógico. Yo no se lo tengo; y todo esto, en el fondo, es muy lógico.

A ningún lado, coño

| jueves, 28 de octubre de 2010 | 16:07


Hace poco volví a visionar 'La silla de Fernando', el extraordinario documento filmado por Luis Alegre y David Trueba sobre Fernando Fernán-Gómez. Bien, pues continúa tan fascinante e hipnótico como la primera vez que lo vi. Fernando, ese tipo renacentista, histrión poderoso, sensible, ácido, enciclopédico, mordaz, irónico sin llegar nunca al cinismo, a veces feroz, despliega ante nosotros todo el atelier del actor, y cuando me refiero a actor hablo de Marlon Brando repitiendo lo de «But Bruto is an honorable man.» en el 'Julio César' de Mankiewicz. Fernando ya es una leyenda, y su mayor talento no es la escritura o la actuación, no, créanme, su mayor genio es la conversación, la oralidad, esas horas que le regala a la cámara mientras nos cuenta historias. Fernando nos abre su casa y charla con nosotros, imprevisible, brillante, en estado de gracia, mientras nos va rellenando el vaso con malta añeja. Si hay un whisky de 16 años, no veo por qué tenemos que tomarnos el de 12, nos dice con una sonrisa cachonda. Toda una declaración de intenciones. Y de ahí en adelante, un juego de matrioskas lleno de anécdotas, chistes, malos recuerdos y mala leche, fiestas y borracheras, vejez y deterioro, filias y fobias, bien y mal, una memoria crítica y sentimental que nos mantiene atentos como niños con los ojos como platos, mientras dinamita la estupidez y la intolerancia. Fernando nos seduce y sabe que nos seduce con sus gestos, tonos, inflexiones, sonrisas y matices; sufre por el mundo y se parte con él; se reafirma de continuo en un pensamiento libre. Pero, sobre todo, Fernando es experiencia. Vida. El documental tiene el peso específico de 'El buscavidas', 'El jovencito Frankenstein', 'Apocalypse Now', 'El crepúsculo de los dioses', 'La condesa descalza', 'Crash'. Y para abrirles boca, les contaré el día en que se metieron en una limusina, tras la entrega de los Óscar, en Los Ángeles, Mariano Rajoy, entonces ministro de Cultura; José Luis Garci, Pío Cabanillas, Luis María Delgado, Emma Cohen y el susodicho. Era un vehículo enorme, lleno de champán, whisky, coñac, y entonces el chófer se dirigió a Pío para preguntarle adónde iban. En ese instante, Fernando saltó con aquella voz rotunda y enorme, ¿qué adónde vamos, cómo que adónde vamos? A ningún sitio, joder, con lo bien que estamos aquí dentro, y con todo lo que tenemos, es imposible estar mejor. Con whisky, televisión y tertulia, a ningún lado vamos, coño.

Un nuevo proyecto: Portraits

| domingo, 24 de octubre de 2010 | 12:09


Hoy comenzamos un nuevo proyecto: Portraits, desde España con Ignacio del Valle. Gracias a la amabilidad y la confianza que el diario Panamá-América ha depositado en mí, inauguramos una sección de entrevistas. Cada mes nos acercaremos a una personalidad destacada del mundo de la literatura, deporte, política, cine, música, moda... y le haremos una entrevista a fondo. Y qué mejor manera de empezar que con don Arturo Pérez-Reverte. Disfrútenla, y adivinen quién será el siguiente...

http://www.pa-digital.com.pa/periodico/edicion-actual/hoy-interna.php?story_id=977771



http://www.pa-digital.com.pa/periodico/edicion-actual/dia_d-interna.php?story_id=977777&edition_id=20101024

Regalos visuales

| jueves, 21 de octubre de 2010 | 0:24


En cierto modo, trabajo de forma parecida a los dictadores. Se tiene una idea y se lleva al extremo. He de admitir que, estéticamente, el Tercer Reich me impresiona en grado sumo: los Stukas, los cascos de hierro de sus tropas de asalto, los rituales funerarios de los generales de las SS, que mezclaban elementos de diversas mitologías... Es el mayor regalo visual jamás recibido en Europa. No había límites, y la verdad es que resulta divertido ver a la gente emplearse a fondo, sea en la dirección que sea.
Lars von Trier.

Talese

| lunes, 18 de octubre de 2010 | 0:04


No cambiaría la felicidad por lo que soy. Es lo que bien podría decir Gay Talese, el autor de Retratos y encuentros, un tipo comprometido con su oficio, que es el de observar la vida, contar las historias que ve. Cofundador del Nuevo Periodismo, que yo creo que no es más que el periodismo de siempre, o sea, el bien hecho, Gay Talese, ese señor anacrónico y distinguido que sólo lleva trajes a medida -ese aire de Madmen, pañuelo de seda, zapatos exquisitos, chaleco ajustado…-, escribió con igual esmero de Joe DiMaggio que de un obrero, con la misma escrupulosidad de Frank Sinatra que de un periodista de obituarios del New York Times. Escribir sobre Obama es muy fácil, explica, porque el personaje es apasionante. Pero ahí no hay desafío. El verdadero reto es conseguir que un desconocido, por ejemplo, el doble de Brad Pitt, se convierta en un personaje interesante gracias a tu pluma. Riguroso, metódico, con un olfato afinadísimo para los pequeños detalles que hacen grandes las historias, este artesano busca de continuo los ángulos inexplorados, el coro de voces que le ayuda a completar su cuento con calidad, precisión y veracidad. Se habla mucho de su reportaje Frank Sinatra está resfriado, considerada la mejor crónica publicada en la revista Squire, pero a mí me fascinó mucho más la dedicada a Floyd Paterson, ese personaje entrañable por marciano, que sin haber leído un libro le cuenta a Talese como a una cámara que los escritores no tienen nada para él porque ninguno ha sentido más hondo de lo que él ha sentido sobre el ring o que le explica como un poeta homérico la dulce sensación que se experimenta cuando te noquean. Y por encima incluso está el maravilloso reportaje sobre Peter O´Toole, todo talento, alcohol y confusión, que siempre compra el mismo libro, Moby Dick, y únicamente lee el mismo sermón de la novela: y si obedecemos a Dios tenemos que desobedecernos a nosotros mismos. Una galería de personas y personajes, el despistado Joe Louis, el efervescente Ali, los empleados del Vogue, el mesiánico Castro… todos se pasean por sus páginas como bajo una lente de aumento y son perfectamente definidos por un botón mal abrochado o una mirada a destiempo. Pero de todos, me quedo de nuevo con el hermoso y lánguido O´Toole y su particular credo recitado al calor de un buen whisky en las barras de Dublín: opto por no ser un hombre común… es mi derecho ser singular… busco la oportunidad, no la seguridad… quiero correr el riesgo intencionado… soñar y construir, fracasar y triunfar… negarme a cambiar el incentivo por un nimio subsidio… prefiero los retos de la vida a una existencia asegurada, la emoción de realizar una ambición a la calma sosa de la utopía…

Solaris

| jueves, 14 de octubre de 2010 | 0:01


Nos internamos en el cosmos preparados para todo, es decir, para la soledad, la lucha, la fatiga y la muerte. Evitamos decirlo, por pudor, pero en algunos momentos pensamos muy bien de nosotros mismos. Y, sin embargo, bien mirado, nuestro fervor es puro camelo. No queremos conquistar el cosmos, sólo queremos extender la Tierra hasta los lindes del cosmos. Para nosotros, tal planeta es árido como el Sahara, tal otro glacial como el Polo Norte, un tercero lujurioso como la Amazonía. Somos humanitarios y caballerescos, no queremos someter a otras razas, queremos simplemente transmitirles nuestros valores y apoderarnos en cambio de un patrimonio ajeno. Nos consideramos los caballeros del Santo Contacto. Es otra mentira. No tenemos necesidad de otros mundos. Lo que necesitamos son espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos. Un solo mundo, nuestro mundo, nos basta, pero no nos gusta como es. Buscamos una imagen ideal de nuestro propio mundo.
STANISLAW LEM

Premio de la Crítica de Asturias 2010

| viernes, 8 de octubre de 2010 | 12:18


Los demonios de Berlín acaba de recibir el Premio de la Crítica de Asturias 2010. Muy contento.


Bélgica 5 y final: Brussels

| jueves, 7 de octubre de 2010 | 0:44

Bruselas es la ciudad tranquila. Con sus edificios de dos, tres plantas, de fachadas armoniosas -salvo desmanes urbanísticos puntuales-; una ciudad lenta, muy burguesa, acogedora, que se deja recorrer, observar, a veces como una antigua y experimentada amante, y otras como una adolescente que busca nuevos magisterios. Últimamente tengo el punto poético. Quién lo iba a decir.






Un poquitín alejado de la ruta guiri, una de esas sorpresas espléndidas que repara el vagabundeo: la iglesia de Notre Dame du Sablon. Gótico brabantino. Soñarán con el juego de luces de sus vidrieras. Desde hoy ya es una de mis preferidas del mundo mundial. Bárbara.



Yo, que rezaba al cielo de las hefe-bier, últimamente me he cambiado de chaqueta. Era tal la variedad, la calidad y la sabrosura de las cervezas belgas, que a veces tenía la impresión de que Baviera era Barrio Sésamo comparado con Flandes. Lo mío va por épocas. Faro Lindemans es una de esas pequeñas virguerías que hacen estos señores. Levadura, cereal, canela, naranja, clavo, humo, y su corona de espuma como un merengue, espesa y cremosa. No lo olviden: el mejor trago de cerveza es siempre el primero.


Bélgica 4: Brussels-Museo Real de África Central

| lunes, 4 de octubre de 2010 | 9:52

Impresiona. De verdad. Y no es mi habitual vitalismo cuando estoy de viaje. En los suburbios de Bruselas, en el bosque de Tervuren, este museo estremece y asombra. Animales extinguidos, hombres leopardo, máscaras espectaculares, armas imposibles, una canoa de ¡¡22 metros¡¡, el río Congo desembocando directamente en el corazón de Kurtz, banderas alemanas imperiales arrebatadas por los belgas en sus choques fronterizos, plantas prehistóricas. Faltaba los nativos negros que tuvieron disecados durante años y que me contaron que siguen allí, en un edificio adyacente, porque nadie en el Congo los ha reclamado. Se huele la ambición, el miedo, el sufrimiento, las enfermedades, la megalomanía, la locura. Incluso había un elefante de sospechosas intenciones...








Bélgica 3: Leuven-M MUSEUM

| sábado, 2 de octubre de 2010 | 13:46

En Lovaina, el museo M y van der Weyden. En Lovaina, repleta de cerveza y belleza, esa belleza que decía Dostoievski que salvará el mundo, la misma que Karl Lagerfeld dice que es injusta, efímera y peligrosa.