Lo más pernicioso del igualitarismo es que sustituye el concepto de «lo justo» por el concepto de «lo igual». Iguala al gandul con el trabajador, al creativo con el limitado, al responsable con el frívolo, al honorable con el pirata. Y esto es de una injusticia colosal. He leído todas y cada una de las muchas cartas que tanto yo como el director de EL MUNDO hemos recibido de funcionarios ofendidos e indignados por mi artículo sobre la función pública. Evidentemente que hay funcionarios que cumplen abnegadamente con su deber y que son un ejemplo a seguir. Naturalmente que hay funcionarios que con su labor hacen del mundo un lugar mejor. El artículo -como evidentemente se desprende de su lectura- no se refería a ningún caso concreto sino al sistema en general, al sistema del funcionariado. A que con unas oposiciones sea suficiente conservar una plaza de por vida -con el correspondiente sueldo asignado- y que las dos cosas estén garantizadas por derecho en lugar de que cada cual se lo tenga que ganar día a día con su dedicación, talento y eficacia, como ocurre con los demás asalariados y lógicamente con los empresarios.
El igualitarismo en que se basa el sistema funcionarial a quien sobre todo perjudica es al funcionario ejemplar y honrado, al que rinde con eficiencia y dedicación, al que suda la camiseta. Porque ni su rendimiento es recompensado de manera justa -en tanto que cobra lo que dice el convenio, exactamente igual que el desganado- ni desde fuera se le puede distinguir con claridad de los que no trabajan. El igualitarismo es el refugio de los canallas. Y los buenos funcionarios, los que con motivo están orgullosos de su trabajo, deberían cercenar este tipo de abusos que el igualitarismo genera porque tales indecencias perjudican también su imagen.
Que se dé, en algunos ámbitos como la sanidad o la enseñanza, un servicio público, no significa para nada que la red proveedora tenga que ser pública o funcionaria. Ni que los funcionarios tengan que cobrar dependiendo de su rango y no de la labor realizada. ¿Qué funcionario que esté orgulloso de su rendimiento y piense honestamente que está haciendo una aportación remarcable a la sociedad puede conformarse en cobrar lo mismo que uno que se coge una baja por un simple resfriado?
Y otra cuestión, más importante si cabe: sin competencia, ¿qué negocio o sistema no se acaba adocenando, desgastando y hasta pudriendo? Sin una compensación que vaya acorde con lo que seas capaz de producir, ¿qué motivación hay para acudir a trabajar y darlo todo? La honestidad personal es un argumento positivo. Pero a fin de mes, y supongo que en esto estaremos todos de acuerdo, tienen que salir las cuentas.
Dicho lo cual, precisamente los funcionarios más ejemplares son los que más interesados deberían estar en cambiar el modelo igualitario; primero, porque se merecen ser recompensados en relación a la calidad de su trabajo, y, luego, porque es totalmente injusto que los gandules y los jetas ensucien su imagen y que, por causa del igualitarismo atroz, se acabe hablando, en general, de modo despectivo de los funcionarios, como pudo ocurrir con mi artículo. Si los funcionarios que hacen bien su trabajo se sintieron ofendidos, les pido mis más sinceras disculpas. Pero la injusta sombra de la sospecha no dejará de sobrevolarles hasta que no se rebelen contra su único y verdadero insulto, que es el igualitarismo y el sindicalismo que a lo ojos del mundo les convierte a todos en uno y lo mismo. «Alzaros una y otra vez hasta que los corderos se vuelvan leones».
23 comentarios:
Absolutamente de acuerdo en todo lo que dice. Son una masa global y uniforme, los hay de todas clases pero por mala suerte suelo topar los que para resolver lo más mínimo me hacen acudir tres veces. Y los que para responder Buenos días me miran como si de solo responderme se agotaran. Ya digo, cuestión de mala suerte, porque en todo el conjunto siempre observas alguien despierto, aunque sea uno, y ese lo resuelve todo al segundo con su mejor humor.
Es muy sencillo, tu, ¿duermes tranquilo por el esfuerzo diario en el que impregnas tu jornada laboral?
Yo lo hago... la motivación personal de trabajar en el servicio público es individual... nada es igualitario, no dependes del resto de tus compañeros y de sus rendimientos, a veces pudiera ser contagioso un ambiente de desidia, pero actitudes positivas también pueden ser contagiosas.... Somos el país de la generalizaciones, pero también somos el país de conquistadores individuales y de personas esforzadas, en la empresa privada y en la pública... he trabajado en los dos ámbitos y te aseguro que como en todo... lo importante somos las personas.
Un saludo desde La Rioja
Evidentemente. No obstante, está claro -para mí- que hay que realizar cambios en la cosa pública. Por una simple cuestión humana: la falta de incentivos, a la larga, conduce a la estabulación, a la desidia. Hay excepciones, como en todo, pero es la condición humana. Yo he sido testigo numerosas veces de este hecho, y a veces en casos flagrantes. Hay muchos funcionarios estupendos, pero los jetas empañan cualquier gestión eficaz.
Tendemos a generalizar, de acuerdo, y hay funcionarios que realizan bien su trabajo y otros no, como en todas partes, aunque creo que tenemos que tener también en cuenta los tópicos, que para muchos son útiles,
porque evitan tener que hacer el esfuerzo de recapacitar y somos muy dados a ellos.
Por otro lado, los funcionarios han sido llamados a una huelga pero ¿la han secundado?.Es como ¡me da igual, otros lo harán por mí!, y que conste que esto si se puede generalizar por desgracia en nuestra sociedad, siempre nos quejamos para eso somos los primeros, pero despues no hacemos nada. Es triste pero vivimos en el conformismo, aunque yo me niego a ello.
Un saludo.
Si en algunos existe desgana, desidia o dejadez imagínense a lo que puede llevar ahora las medidas que quiere imponer el gobierno con la bajada de los sueldos del funcionariado.
Quizás me este saliendo del tema pero creo que da pie a este comentario.
Qué bonito es tirar siempre de los que menos tienen ¿no creen?
Es una pena,después de años de lucha y de haber conseguido un puesto digno y estable damos un paso de cangrejo. Las luchas se hacen para mejorar no para volver a los orígenes. El gobierno tendría que plantearse quien verdaderamente se está embolsando más dinero sin merecerlo.
Estamos en esta situación por el despilfarro de nuestros políticos, sus pensiones vitalicias de parlamentario,sus escoltas, sus coches oficiales, sus vacaciones pagadas, sus viajes inútiles por el mundo, etc Sus subvenciones a cineastas, empresas amigas, sidicatos, ONGs llenas de amiguetes.Sus soldaditos humanitarios por el planeta... y el cuento de nunca acabar. Que recorten eso y dejen en paz a funcionarios, curritos o pensionistas
Lo curioso de este país, es que cuando se pide realizár un esfuerzo para afrontár una situación complicada como la que vivimos ahora, siempre esperamos que el esfuerzo le toque realizarlo al vecino, y nosotros escabullirnos sin contribuír.
Somos una nación de individualistas, sin ningún tipo de espiritu de grupo. Aparcamos sin ningún escrupulo en la plaza reservada a los minusvalidos, "han sido solo cinco minutos, sr. guardia", mientras el guardia verifica con su mano en el capó que por la temperatura, NO han sido solo cinco minutos. No nos gusta asumír nuestros deberes, pero nos gusta exigír a todo momento nuestros derechos con el sonsonete de que "esto es un país democrático". Somos incapaces de colocár debidamente una bolsa de basura en el contenedór correspondiente.
Si salír de esta situación requiere un esfuerzo colectivo sério, tardaremos mucho en hacerlo.
Hola,
Como me siento aludida quería hacer algunos comentarios sobre lo que se está exponiendo hoy.
Primero, no hay tantos funcionarios como dicen, hay muchos laborales, empleados de empresas públicas, autónomos con contratos de asistencia, etc, etc.
El problema de los funcionarios son los jefes que nos dirigen, muchos, incompetentes y con carnet del soe. Ellos mismos han difundido que los funcionarios trabajan poco para justificar crear más y más empresas públicas, en las que colocar a sus amigotes.
En cuanto a la forma de retribución, la productividad es un complemento que se supone valora una serie de parámetros objetivos pero suele levantar ampollas porque los jefes la reparten arbitrariamente, pagando más a unos que a otros aun haciendo el mismo trabajo. Quiero decir con esto que si los jefes fueran honestos y se guiaran por el criterio de la eficacia, pues estaría bien pero y si resulta que… los jefes son los politiquillos de turno que lo reparten según quien les haga más la pelota. Por eso prefiero que me paguen igual ó según la antigüedad, que al menos es objetiva.
Por otro lado se ha sobredimensionado la estructura burocrática, si antes había un parlamento, un gobierno y una administración, ahora hay uno por cada comunidad autónoma. Además de las Diputaciones, que en Andalucía apenas tienen competencias y si un montón de Diputados, cobrando claro y luego vienen los Ayuntamientos, que han contratado y convocado oposiciones como bien les ha venido. Y las empresas públicas, consorcios y fundaciones.
En fin, que esta macroestructura la sostenía el ladrillo, por eso nadie tuvo interés en pararla. Ahora el ladrillo se derrumbo y con él está arrastrando todo.
Creo que la huelga de ayer fue muy poco secundada debido a que los sindicatos han perdido toda la credibilidad y ahora nadie quiere ponerse detrás de su pancarta. Es una lástima porque se supone que son los que nos tienen que defender. Parece una maniobra orquestada porque eran un gran poder que se ha desinflado. Aparte sí creo que hay cierto sentimiento solidario en esto de que nos bajen el sueldo. Aunque no hemos creado la crisis y en los tiempos buenos apenas nos subieron el sueldo, si es necesario, acepto que me bajen el sueldo. Lo malo es que Europa ya ha dicho que no es suficiente.
De todas maneras, toda esta situación es ciertamente inquietante y me da la sensación que la crisis aún no ha tocado fondo. Pero al menos se ha parado el desmadre, de la crisis ya estamos aprendiendo y como dice mi madre, todo tiene remedio menos la muerte.
A pesar de la dichosa c, que les vaya bien.
Muy bien, tenemos una crisis financiera causada por el capitalismo "del casino", y la solución es desmontar el sector público.
Citas del artículo:
"que las dos cosas estén garantizadas por derecho en lugar de que cada cual se lo tenga que ganar día a día con su dedicación, talento y eficacia, como ocurre con los demás asalariados y lógicamente con los empresarios."
- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA...
perdóname, pero eso no se lo cree ni él. ?Las empresas en las que los hijos de papá y los amigos del cole pijo tienen su puesto garantizado, las empresas en las que se gastan cientos de miles de euros en "informes de consultoría", la de un amigo, por supuesto, que luego nadie lee? Hay empresas en las que los ejecutivos se reparten primas millonarias mientras el chiringuito se les va al pique.
Por otra parte, trabajarán mejor los funcionarios malpagados, trabajarán mejor si la función pública deje de atraer a personas inteligentes, con alto nivel de estudios y con ambiciones?? Hay otras maneras de fomentar la eficacia. La productividad no crece por bajar los salarios. Mas bien lo contrario.
2)Y otro bueno:
"Que se dé, en algunos ámbitos como la sanidad o la enseñanza, un servicio público, no significa para nada que la red proveedora tenga que ser pública o funcionaria."
Ay, aqui viene el neofeudalismo. Dinero público para los amigos, para que nos gestionen la caridad para los pobres (pagada, ahora sí, por los pobres y por las clases medias empobrecidas), empleando a otros empobrecidos para que por sueldos de risa presten servicios de risa a los que no se podrán pagar lo privado-privado. Muy bien, ya que a Espanha le ha ido tan bien sin la educacion publica que hasta mediados del siglo XX un tercio de la poblacion era analfabeta....pues hala, chicos, adelante.
Por cierto, si las clases medias y bajas se convertirán, sin un estado de bienestar y un sector público digno, en masas empobrecidas en plan centroamérica, ?quien leerá los libros?
Darina, esta vez te sales del tiesto. Quién habla de desmontar la función pública? Tú y yo y tu marido y amigo mío sabemos lo que sucede cuando no hay control ni motivación en la gente. Lo comprobamos de primera mano.
Quién dispara contra los funcionarios? Yo no, por supuesto. Que la clase media no es la responsable de este desbarajuste, está claro; que los que han propiciado el caos siguen viviendo igual, porque fueron salvados con dinero público sin intereses, y que ahora salvan a los estados con intereses de usurero, también está claro. Pero en lo que estaremos de acuerdo es que también resulta un crimen que un señor que ha aprobado unas oposiciones pueda dedicarse a hacer crucigramas el resto de su vida -que los hay y yo los he sufrido- y no se le pueda tocar ni un pelo.
El estado de bienestar necesita retoques, como la Constitución, como las autonomías, como tantas cosas. Y no salgas con que quiero privatizar el aire :)
Y si como en un correo me dicen que con este tipo de entradas puedo perder lectores, pues es lo que hay. No es mi intención, pero como escritor no debo limitarme a escribir novelas, sino a opinar. Hacer otra cosa sería vivir de espaldas a la realidad, y yo odio sentarme en nubes.
Hay que vivir el presente, y la realidad que nos ha tocado vivir es esta .De todas las opiniones se aprende y eso esta bien , así que me parecen fantásticos bloggs y articulos como este.
Un saludo.
Lo de perder lectores es muy relativo, una opinión personal es una opinión y punto. Además el mismo motivo que podría llevar a perderlos tal vez sea lo que haga ganarlos.
No creo que los lectores seamos tan caprichosos en todo caso.
Nacho, ?en que concretamente me salgo de tieso? Porque si lees bien mi comentario, yo 1) no polemizo con tus opiniones, ya que no son ellas que aquí expones 2) ni niego que haya que motivar más a algunos sectores del funcionariado.
Yo me refiero a lo que dice el artículo de Sostres y cito las partes a las que me refiero. Él sí que defiende la privatización de la gestión.
Yo no niego el problema de la motivación, en lo público y en lo privado (la visión de Sostres de como funcionan las empresas se ajusta muy poco a muchas empresas reales). En lo que discrepo con Sostres, y no tengo ni idea si contigo también, es que la solución para mejorar la productividad consista en privatizar la gestión o bajar los sueldos de los empleados públicos.
Privatizar la función pública? No está en mi ánimo. A lo mejor no entendí bien el artículo de Sostres, pero no, yo no estoy de acuerdo con una privatización, ha de haber planos totalmente públicos.
Hay que hacer un artículo sobre cómo funciona el vicioso proceso de adjudicación de empresas públicas al sector privado, o sea, a los amigos, lo que me explicaste de cómo el dinero del contribuyente pasa al bolsillo de los amiguetes.
Y en breve voy a hablar del círculo vicioso comunicación-poder. Estoy leyendo un tocho muy interesante de Manuel Castells.
Sin embargo, soy riguroso en la motivación del empleado público. Entiendo que las cosas tienen que cambiar, y con esto no me considero neocon :)
Dar, y tú qué piensas del copago sanitario???
Claro que hay que motivar, eso no es neocon, eso es razonable para los que queremos unos buenos servicios públicos. Hay que ser exigentes, claro. La cuestión es cómo. Lo que propone Sostres no es motivar, es desmantelar. Y de hecho, significa desmotivar, porque ?acaso las personas inteligentes y con formación querrán ser empleados públicos, si las condiciones serán una mier....? Por eso me parece tan perverso, en nombre de la excelencia quiere conseguir el deterioro.
Cómo motivar: Por ejemplo, en la Universidad pública espanhola se han introducido en los ultimos anhos métodos de evaluación que impiden que entre gente que no tenga méritos. Evalua el Ministerio, es decir, el proceso es bastante anónimo y distante. No es que eso elimine todos los vicios, pero sí elimina la posibilidad de que entre gente sin méritos.
También podría haber una parte más sustancial del sueldo que dependiera del rendimiento, aunque hay que pensar muy bien cómo medir éste en cada sector.
Otra manera es hacer más caso a las quejas de los ciudadanos, castigando a los trabajadores ineficaces o desagradables (también se podría hacer habiendo esa parte móvil del sueldo).
En cuanto al copago en la sanidad: me parece mal y, de hecho, populista. No resuelve nada (es poco dinero, al menos al principio) y golpea a los más necesitados, a los jubilados que tienen que ir al médico a menudo.
Me parece que se debería hablar más bien de cómo incrementar los ingresos, no como recortar el gasto público, muy bajo, por cierto, en comparación con muchos otros países. Por ejemplo subiendo los impuestos a las SICAV, obligando a los empresarios a pagar los impuestos con el mismo ímpetu que se obliga a los empleados, eliminar los paraísos fiscales, tasar la especulación financiera etc.
Pero para eso haría falta una coordinación supra-nacional, porque un gobierno nacional hoy en día ya no puede con las estructuras económicas globalizadas. A ver si a nivel de la UE se consigue algo. Ya que quieren tomar a China como ejemplo de condiciones laborales para los trabajadores europeos, podrían tomarla como ejemplo de un país cuyas autoridades no se dejan dictar sus políticas por FMI...
Volviendo a la sanidad: Me parece que la sanidad en Europa no ha funcionado mal en la Posguerra, sigamos así y mejoremos la prevención y apoyemos activamente el estilo de vida sano no solo para los ricos, sino para todos.
Eso supone que la gente debe tener condiciones laborales dignas, acceso a comida sana barata, debe haber control estricto de la contaminación de los alimentos, la gente debe tener posibilidad y tiempo para hacer deporte de tipo recreativo cerca de su hogar - todo eso repercute positivamente en la salud pública.
Permitidme que vuelva a "metér la naríz" en el debate que teneis abierto, porque esta discusión me parece la már de ineteresante.
Con respecto al tema del funcionariado y el rebaje del 5% de haberes, creo honradamente que deberian sumirlo como un mál menór para empezár a cambiár la tendencia al endeudamiento acelerado de las arcas estatales en los últimos dos años. Como trabajadór en la empresa privada, si me viese en la alternativa de aceptár una rebaja de sueldo para evitár el cierre ó la bancarrota de la empresa, lo aceptaria sin dudár, eso sí, emmarcado en un plán generál de recorte de gastos estructurales, y que la dirección se aplicase a sí misma la misma rebaja porcentuál como minimo, tanto en sueldo como en el capitulo de "gastos de representación".
Sobre el tema de la productividád del funcionariado, creo que no se puede generalizár. Pero yo he sido testigo de algúnos comportamientos poco ejemplares por la desidia y la desgana mostrada en al atención al público. En algún caso, contemplár como álguen aprovechaba el horario laborál para realizár la compra semanál en el supermercado de al lado del negociado, y regresár a la oficina con la compra en bolsas de plástico con el logo del "súper". Si esto se realiza a la vista del sufrido usuario, ¿que pasará de puertas para adentro en algúnos despachos?.
Sobre el asunto del copago, yo he sido testigo de abusos continuados por parte de algúnos usuarios de la sanidád pública, no muy conscientes de que al fín y al cabo, estos gastos los pagamos entre todos. Creo que que hacér pagár una cantidád de dinero, aunque fuese simbólico, ayudaria a corregír estos comportamientos anómalos, y no acudír a urgéncias por nimiedades, sino cuando solo sea estrictamente necesario. Y tampoco confundír el consultorio médico con un clúb sociál donde podér explicárle tus desgracias personales, que no de salúd, a ún médico que esacasamente dispone de trés minutos para atendér a cada paciente, independientemente de los sério que sea el caso que tiene delante.
Ignacio, tienes todo el derecho a expresár tús opiniones, aunque no sean politicamente correctas y acarreén el riesgo de perdér algún lectór. Si no decimos las verdades en vóz alta, corremos el riesgo de hacernos cómplices de las medias verdades y de las mentiras. Para mejorár en lo posible el mundo que nos ha tocado vivír, hay que tenér espiritu crítico, y sobre todo, expresarlo.
Un cordiál saludo.
Aclaro que yo tampoco leí privatizar en el artículo de Sostres. Y no estoy de acuerdo en el copago sanitario.
Con gestionar mejor los recursos y ser matemáticamente honrados sería más que suficiente.
Hay que privatizar, por que así se motivará más a los trabajadores. No se habla en el articulo de que se de mejor servico a los ciudadanos servicio, eso no se nombra, mejor servico a los ciudadanos que es para lo que sirve la "cosa publica". Hay que privatizar, asi yo, como funcionario, en lugar de ver 40 pacientes en cada guardia, sin perder la sonrisa, que para eso hago lo que me gusta, y me quitan un 10%, podre decir que estoy mas incentivado. Menos estabulado.
Así podran hacer el gran negocio con la sanidad y la enseñanza. Porque señores, todo lo que no es "publico", debe de rendir beneficios. Y ahora saquen ustedes beneficios economicos de la sanidad sin recortar prestaciones.
Tiene cojones la cosa. Solo hablan de eso los qeu tienes perras para salvarse.
"Por una simple cuestión humana: la falta de incentivos, a la larga, conduce a la estabulación, a la desidia."
Esto es una soberana tontería.
Pero explicartelo sería muy largo y muy aburrido y además no creo que a nadie le importe una mierda que es lo que le incentiva a un funcioanrio.
"también resulta un crimen que un señor que ha aprobado unas oposiciones pueda dedicarse a hacer crucigramas el resto de su vida ..."
Que quieres que te diga...¿?.Otro día me pongo a ello, ahora estoy en el curro haciendo un complicado crucigrama.
Un saludo
(Comprendo que con la que está cayendo el tema encabrone la hostia y también sé que debo (debemos) soportar la ira colectiva,va en el sueldo (sin incentivar y estabulado,como mi crucigrama).
"Y en breve voy a hablar del círculo vicioso comunicación-poder. Estoy leyendo un tocho muy interesante de Manuel Castells."
Yo también estoy leyendo ese tocho muy gordo y rojo de Castells pero no el trabajo...que conste.
(Espero que mi anterior comentario no te haya molestado, es que uno está hasta los huevos de parecer el puto malo de la película sin comerlo ni beberlo...)
A mí las cosas no me molestan si se argumentan. En este blog es tan importante lo que me tú me cuentas como lo que yo os cuento. Y a mí sí me importa lo que motiva a los funcionarios.
Y el tocho fue instructivo, aunque no todo lo que esperaba. Castells ya había contado lo mismo en otros sitios.
Abrazos.
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