Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Índigo mar
Ignacio del Valle
Biografía
IGNACIO DEL VALLE
(Oviedo, 1971) vive en Madrid----------------
Es autor de la serie de suspense histórico protagonizada por Arturo Andrade y formada por El arte de matar dragones (Algaida, 2003; Alfaguara, 2016. Premio Felipe Trigo), El tiempo de los emperadores extraños (Alfaguara, 2006. Prix Violeta Negra del Toulouse Polars du Sud 2011, Premio de la Crítica de Asturias 2007, mención especial Premio Dashiell Hammett 2007, Premio Libros con Huella 2006), que fue llevada al cine por Gerardo Herrero (Silencio en la nieve, película con Juan Diego Botto y Carmelo Gómez estrenada en 2012), Los demonios de Berlín (Alfaguara, 2009; Premio de la Crítica de Asturias 2010) y Soles negros (Alfaguara 2016; Premio Buenos Aires Negro 2016)--------------
Asimismo ha escrito las novelas De donde vienen las olas (Aguaclara, 1999; Premio Salvador García Aguilar), El abrazo del boxeador (KRK, 2001; Premio Asturias Joven), Cómo el amor no transformó el mundo (Espasa, 2005) y Busca mi rostro (Plaza & Janés, 2012), Índigo mar (Pez de Plata, 2017); y el libro de relatos Caminando sobre las aguas (Páginas de Espuma, 2013)-------------
Además de los galardones mencionados, tiene en su haber más de cuarenta premios de relatos a nivel nacional y sus obras han sido traducidas a varios idiomas. Escribe columnas de opinión en el diario El Comercio y colabora con El Viajero de El País, entre otras publicaciones--------
De 2012 a 2015 ocupó el cargo de subdirector y coordinador para Europa de la fundación cultural Mare Australe de Panamá-----------
Actualmente dirige la sección cultural "Afinando los sentidos" en Onda Cero Radio.
Busca mi rostro
Tras una violenta explosión en un restaurante de Manhattan pertenecientte a un jefe del crimen organizado ruso, Erin Sohr, una fotógrafa que se halla casualmente en la zona, comienza a sacar fotos del sangriento caos. Más tarde, durante el editing de las instantáneas, se da cuenta de que en una de ellas sale retratado un rostro imposible: el de Viktor, un criminal de guerra serbio que lleva muerto varios años. Convencida de que el criminal sigue vivo, se obsesiona con él y comienza su particular viaje al corazón de las tinieblas en una investigación que la llevará hasta Belgrado, La Haya, Tel Aviv, y de vuelta a Nueva York.
Otros temas que recorre Busca mi rostro son la trata de blancas, tráfico de drogas y armas, prostitución de lujo, blanqueo de dinero, paraísos offshore, la propaganda de los media, la corrupción política, el conflicto de la antigua Yugoslavia, los países emergentes, las mafias rusas globales, el terrorismo de estado, el mundo de la moda y la publicidad...

Los demonios de Berlín SEGUNDA EDICIÓN
CAPÍTULO INÉDITO AQUÍ
http://www.elpais.com/articulo/portada/montana/huesos/elpepusoceps/20100808elpepspor_4/Tes
SERIE ARTURO ANDRADEArturo Andrade, soldado de la División Azul a quien ya conociéramos en El tiempo de los emperadores extraños, vuelve a protagonizar uno de los episodios más siniestros de la historia contemporánea: el fin de la Segunda Guerra Mundial. Berlín, 1945. Los soviéticos avanzan, imparables, por las calles llenas de escombros, la lucha es durísima en la ciudad y la derrota alemana, inminente. Arturo Andrade está en medio de ese caos. Su misión: hallar al asesino de Ewald von Kleist, un científico alemán, a quien encuentra muerto en la cancillería del Reich con un misterioso diagrama en los bolsillos. Así comienza este thriller escrito con pasión y rigor documental que, con un ritmo que no da respiro al lector, muestra a un personaje que deberá enfrentarse a múltiples demonios, ajenos y propios, para salvar lo único que parece escapar a ese entorno atroz: el amor de una mujer. Al tiempo, la novela habla de la conjura Stauffenberg, el proyecto megalomaníaco de Germania, el programa atómico alemán, una misteriosa película grabada en el Berghof, la sociedad Thule, el vértigo de los dos últimos años de la derrota alemana, la defensa salvaje de Berlín por parte de las SS, los últimos días de Hitler en el búnker, las atrocidades soviéticas, el nihilismo nacionalsocialista, el sacrificio de los niños.

El tiempo de los emperadores extraños

El tiempo de los emperadores extraños
SERIE ARTURO ANDRADE
Frente de Leningrado. 1943. En medio del Hades helado que fue el frente ruso, la División Azul se encuentra atrapada entre el Ejército Rojo y la Historia. En este escenario hallan el cadáver de un soldado degollado, enterrado hasta la cintura en medio de un lago helado, con una misteriosa frase grabada en el pecho MIRA QUE TE MIRA DIOS. Arturo Andrade y el sargento Espinosa serán los encargados de ir desatando los nudos de un crimen que les conducirá, entre más cadáveres envueltos en sangrientos rituales, a un lugar desquiciado donde reina el vacío, el absurdo, el horror... los emperadores extraños.
Silencio en la nieve
El arte de matar dragones

SERIE ARTURO ANDRADE--------Poco tiempo después de finalizar la guerra civil, Arturo, un teniente del servicio secreto franquista, recibe el encargo de localizar El arte de matar dragones, una tabla renacentista perdida en el traslado de los fondos del museo del Prado. Durante la investigación del desconcertante periplo de la obra, Arturo se verá envuelto en un mundo de traficantes de arte y ajustes de cuentas en la posguerra; un mundo dominado por el odio y la crueldad en el que tendrá que enfrentarse tanto a un amor imposible y destructor, como a los secretos que oculta la tabla, unas claves que le llevarán más allá de la razón y de la historia.

"Nos vamos a ver, nos vamos a gustar, terminaremos acostándonos, viviremos un tiempo entre nubes, nos diremos cosas que más tarde nos darán vergüenza... pero al final todo acabará estropeándose y nos romperemos el corazón". Los protagonistas de esta novela son conscientes de que la felicidad es algo que siempre se paga, pero, aún así, continúan buscándola en una vorágine de deseos, traiciones, dependencias, amores y desengaños. Hombres y mujeres, amantes y amigos que, unidos por sus soledades, se entrecruzan formando un mosaico delicado y violento, en el que lo más parecido al paraíso es la gente que quieres. Al igual que el infierno.
Categorías
- ANUNCIOS (212)
- Arte-Literatura (337)
- Artículos-Generalidades (117)
- Artículos-Política (84)
- FOTOS (80)
- Fragmentos (124)
- Gastronomías MM (25)
- Historias (45)
- Viajes (61)
- bocattos di cardinale (56)
Archivo
-
►
2018
(21)
- ► septiembre 2018 (2)
- ► agosto 2018 (2)
- ► julio 2018 (1)
- ► junio 2018 (3)
- ► abril 2018 (4)
- ► marzo 2018 (1)
- ► febrero 2018 (3)
- ► enero 2018 (2)
-
►
2017
(38)
- ► diciembre 2017 (2)
- ► noviembre 2017 (2)
- ► octubre 2017 (5)
- ► septiembre 2017 (4)
- ► julio 2017 (2)
- ► junio 2017 (4)
- ► abril 2017 (4)
- ► marzo 2017 (5)
- ► febrero 2017 (2)
- ► enero 2017 (4)
-
►
2016
(46)
- ► diciembre 2016 (3)
- ► noviembre 2016 (4)
- ► octubre 2016 (4)
- ► septiembre 2016 (3)
- ► julio 2016 (4)
- ► junio 2016 (5)
- ► abril 2016 (3)
- ► marzo 2016 (5)
- ► febrero 2016 (5)
- ► enero 2016 (5)
-
►
2015
(51)
- ► diciembre 2015 (3)
- ► noviembre 2015 (4)
- ► octubre 2015 (4)
- ► septiembre 2015 (5)
- ► julio 2015 (1)
- ► junio 2015 (5)
- ► abril 2015 (5)
- ► marzo 2015 (6)
- ► febrero 2015 (5)
- ► enero 2015 (6)
-
►
2014
(52)
- ► diciembre 2014 (4)
- ► noviembre 2014 (5)
- ► octubre 2014 (7)
- ► septiembre 2014 (6)
- ► julio 2014 (1)
- ► junio 2014 (6)
- ► abril 2014 (5)
- ► marzo 2014 (4)
- ► febrero 2014 (5)
- ► enero 2014 (4)
-
►
2013
(52)
- ► diciembre 2013 (4)
- ► noviembre 2013 (6)
- ► octubre 2013 (5)
- ► septiembre 2013 (5)
- ► julio 2013 (3)
- ► junio 2013 (5)
- ► abril 2013 (7)
- ► marzo 2013 (3)
- ► febrero 2013 (5)
- ► enero 2013 (4)
-
►
2012
(70)
- ► diciembre 2012 (4)
- ► noviembre 2012 (5)
- ► octubre 2012 (7)
- ► septiembre 2012 (6)
- ► agosto 2012 (1)
- ► julio 2012 (3)
- ► junio 2012 (7)
- ► abril 2012 (6)
- ► marzo 2012 (8)
- ► febrero 2012 (8)
- ► enero 2012 (5)
-
►
2011
(77)
- ► diciembre 2011 (7)
- ► noviembre 2011 (7)
- ► octubre 2011 (9)
- ► septiembre 2011 (6)
- ► agosto 2011 (5)
- ► julio 2011 (4)
- ► junio 2011 (2)
- ► abril 2011 (7)
- ► marzo 2011 (8)
- ► febrero 2011 (7)
- ► enero 2011 (6)
-
▼
2010
(111)
- ► diciembre 2010 (7)
- ► noviembre 2010 (9)
- ► octubre 2010 (10)
- ► septiembre 2010 (10)
- ► agosto 2010 (4)
- ► julio 2010 (11)
- ► junio 2010 (9)
- ► abril 2010 (11)
- ▼ marzo 2010 (10)
- ► febrero 2010 (9)
- ► enero 2010 (11)
-
►
2009
(150)
- ► diciembre 2009 (7)
- ► noviembre 2009 (12)
- ► octubre 2009 (13)
- ► septiembre 2009 (15)
- ► agosto 2009 (11)
- ► julio 2009 (13)
- ► junio 2009 (11)
- ► abril 2009 (12)
- ► marzo 2009 (17)
- ► febrero 2009 (14)
- ► enero 2009 (12)
-
►
2008
(200)
- ► diciembre 2008 (10)
- ► noviembre 2008 (13)
- ► octubre 2008 (18)
- ► septiembre 2008 (15)
- ► agosto 2008 (13)
- ► julio 2008 (17)
- ► junio 2008 (10)
- ► abril 2008 (22)
- ► marzo 2008 (21)
- ► febrero 2008 (18)
- ► enero 2008 (21)
-
►
2007
(99)
- ► diciembre 2007 (20)
- ► noviembre 2007 (19)
- ► octubre 2007 (16)
- ► septiembre 2007 (16)
- ► agosto 2007 (13)
- ► julio 2007 (6)
- ► junio 2007 (9)
Favoritos
- Amazings
- Biblioteca Nacional
- Briefblog
- Buzzmachine
- Club Cultura Fnac
- Cosas de arquitectos
- Domenico Chiappe
- El viajero incidental
- GRIDSKIPPER
- Hislibris
- José Luis Espina
- La línea recta
- La tormenta en un vaso
- Los papeles perdidos
- María de Álvaro
- Moleskine Literario
- Porto editora
- Tecnología y ciencia
- The Sartorialist
Prensa y medios
Translate
Seguidores
©2008. All rights Reserved Filipinas III: Intramuros
Design by Blogger Templates | hobbies | ag-dg.com.ar
4 comentarios:
Preciosas imágenes que me traen recuerdos del castillo Fortaleza en Braganza. Al entrar sientes que el tiempo se estanca porque es un museo, con trajes de guerra, armas de todas clases, objetos de tortura, mobiliario antiguo, cuadros antiquísimos de capitanes y personas ilustres por doquier. Además hay personal dispuesto a contarte como sucedió todo, a explicarte lo que quieras preguntar y hay preguntas ( yo estaba muda) de visitantes que tienen su qué y ninguna se quedaba sin respuesta. Ni que decir tiene que yo pasaría meses allí hasta enterarme de cómo fue la cosa y que los míos se me llevaban casi arrastras hasta la siguiente sala y vuelta a empezar. Era todo impresionante y pienso volver, pero me estudiaré la guerra portuguesa antes para abreviar.
Es uno de esos lugares en los que te hubiese gustado nacer para ir todos los días un ratito y soñar entre sus paredes. Pero no todo fue tan sensacional. Para subir al mirador, que era la parte final del castillo había una escalera hecha por dos palos y muchos travesaños. En cuando la vi yo dije: no puedo subir, pero ellos me respondieron da igual bajamos ahora mismo. Y sucede que los tres desaparecieron por aquel escaso hueco desde el que te miraban las nubes, así que el pánico a que se despistaran y se rompiesen la crisma se hizo insoportable y luché por subir. Alguno asomaba de vez en cuando para reírse, o animarme y ni hablar. Hasta que una pareja de jóvenes se plantó y dijo que hasta que yo no subiera no bajarían porque la vista era espectacular y no podía perdérmela porque iba a arrepentirme toda la vida.
Dieron en el clavo porque no me gustan los arrepentimientos, no puedo con ellos. Y subí. Fue una subida penosa de la que ni quiero acordarme, pero que majos aquellos dos esperando a que subiese para poder irse de una vez, me parecieron guapísimos (y creo que estarán juntos hasta la ancianidad). No me mintieron, la vista era de esas para no olvidar y dilaté la vista todo cuanto pude porque me gustaba y porque no quería ni pensar en cómo bajar. Quizá por eso la disfruté tanto.
Si la subida fue penosa, de la bajada mejor ni hablar. Al final envié a los míos delante y mientras bajaban lo vi superfácil. Después de mí estaba una pareja de más o menos mi edad que me miraban como si fuese el monstruo de tres cabezas, no era nada personal y lo entendí, sólo querían que dejase de hacer el gilimemo y me pusiera a bajar en serio. No pude hasta que me tomaron a risa y les cambió el aspecto hasta llenarme de confianza por mí misma y por esos travesaños con tan mala pinta.
Creo que si vuelvo no tendré el valor de subir de nuevo. Porfa alguien cambie las escaleras por unas de verdad.
Fascinante la Iglesia Indestructible, y muy bonitas fotos.Si todavía sigues allí, he descubierto una curiosidad: La Iglesia Ni Cristo.Es de lo más original, y cuentan que la mandó construir el propio Jesús a un creyente, pero para que predicaran que no creyeran en Él.He visto una foto por internet y su arquitectura es,de momento, fuera de lo común.
Un saludo.
Lo siento, desde el primer momento que vi estas imágenes me intrigó el contenido de esas urnas. Y tenía la esperanza de que alguien preguntase, pero parece que aquí la que doy la lata siempre soy yo: no me gusta pedir lo imposible, pero si pudieras explicarlo te lo agradecería.
Acerca del mirador del castillo Fortaleza en Braganza apuntar algo: Todas las personas mayores que acudían se quedaban con la pena de no poder subir. Todos los enfermos se iban cabizbajos y los niños pequeños se quedaban al cuidado de alguien mayor, las chicas con tacones o faldas esperaban a que sus parejas les contasen lo que se podía ver con un gesto de impotencia. Con lo cual hubo mucha gente que pese a mi bochorno de ida y vuelta me envidió.
Si volviese seré honesta:tendría claro que no debería dar semejante espectáculo, pero volvería a subir aún a pesar de que la escalera podría ser la misma, con lo cual la cosa aún sería peor. Pero por nada del mundo podría perderme una de las mejores vistas que he contemplado. Todo ese castillo me dio para un relato corto. La memoria guarda recuerdos que el corazón olvida. Tardé mucho tiempo en saber cómo podía ver un castillo con tanta claridad si nunca había entrado en uno de esa época. Creo que el taxi-noria va a salirte más barato de lo que habías pensado.
Saludos
Lo de los taxistas es pa matarlos...
Publicar un comentario