Intriga en el Berlín nazi en llamas
Ignacio del Valle narra las aventuras de un español durante la caída de la ciudad
JACINTO ANTÓN - Barcelona - 27/06/2009
Berlín, abril de 1945. En los estertores de la II Guerra Mundial, en plena batalla, con los rusos en los suburbios de la ciudad en ruinas, un español ex combatiente de la División Azul se ve inmerso en una investigación criminal que podría cambiar en el último momento el resultado de la contienda. El teniente Arturo Andrade Malvido topa en su peligrosa pesquisa con secretos militares nazis, criminales de guerra, comandos aliados, los servicios de espionaje rusos, la embajada española y una misteriosa conjura, por no hablar de Silke, su novia alemana casada con un tanquista desaparecido en Kursk. Los demonios de Berlín (Alfaguara), apasionante combinación de relato bélico y thriller policiaco, "retorciendo los clichés", es la nueva novela de Ignacio de Valle (Oviedo, 1971), que entusiasmó a tantos lectores con la anterior El tiempo de los emperadores extraños, donde Andrade, soldado en la Azul resolvía unos tenebrosos crímenes en el contingente español en las proximidades de Leningrado.
Los demonios de Berlín: Reportaje en El País
De IGNACIO DEL VALLE | sábado, 27 de junio de 2009 | 18:18"Me gusta la gran paradoja de que el Reich se defendiera al final por extranjeros"
Arturo, superviviente de la matanza de Krasny Bor y de mil batallas, reenganchado en la Legión Azul al retirar España su división, luego, por azares del destino (pues su pasado es republicano), en la brigada Wallonie de las SS y más tarde ¡en la Unidad Ezquerra (el legendario grupo de combate español de las Waffen-SS)!, es destinado a servir en la Cancillería del Reich, donde se encuentra con el asesinato de un científico relacionado con las Wunderwaffen, las armas maravillosas, de Hitler y el proyecto nuclear nazi, nada menos. "Me lo he pasado en grande escribiendo, pero el trabajo de documentación ha sido duro y minucioso", explica el escritor, que ha contado con la valiosa ayuda de la germanista Rosa Sala Rose.
En el grupo de españoles que aparecen en la novela (personal de la embajada, soldados, aventureros) se refleja la experiencia real de personajes como Antonio Ansuategui, que escribió el testimonio Los cien últimos días de Berlín y que también se quedó por una chica, el corresponsal Cristóbal Tamayo o el propio Miguel Ezquerra, autor de Berlín, a vida o muerte, un clásico de la literatura parda. La novela está llena de acción, de tremendas escenas de combate y de intriga, pero posee al tiempo una honda dimensión literaria. Se aprecian muchas influencias, entre ellas las de Jonathan Littell, Philipp Kerr -uno de los malos, el general de las SS Kammler lo es también en la última novela del autor escocés- o Arturo Pérez Reverte. El protagonista de Los demonios de Berlín, áspero, descreído y pesimista, pero noble, con un sentido muy torero de la vida, es muy similar a los héroes del académico, y se llama igual que él. "Es un homenaje en parte, lo he leído mucho y lo admiro", apunta Ignacio del Valle. El lenguaje y el perfil de los españoles que se agrupan en torno a Andrade en el apocalíptico Berlín -como el guripa Manolete- son muy perezrevertianos. El propio Andrade "es un hombre oscuro, a causa de lo que ha visto y padecido, pero lucha por no convertirse en un malvado y un cínico". Eso de que lleve uniforme de las SS... "Aunque hayan sido muy mitificados por la ultraderecha, españoles en las SS haberlos los hubo, y hasta un uruguayo. Es por las circunstancias que Andrade va a parar a las SS, no por convencimiento, y me sirve para poder explicar la historia desde el ángulo que me interesaba, desde el lado oscuro de la fuerza, junto a los fanáticos; así puedo meterlo, a Andrade, en todos los sitios claves, en medio de las llamas infernales".
Andrade (como Ezquerra en sus inverosímiles memorias) desciende al Führerbunker y ve a Hitler. ¿No es eso mucho imaginar? "¿Parece increíble? ¡Y qué! Era demasiado tentador ponerlo allá abajo en el corazón de las tinieblas". En otro momento le salva la súbita aparición de los célebres SS franceses de la División Carlomagno, que cazan tanques rusos en las ruinas. "Me gusta la gran paradoja de que el Reich fuera defendido en última instancia por extranjeros, como esos franceses y la división Nordland, y no por valentía sino por desesperación, porque no tenían ya a donde ir". La ambientación, muy detallada, hace pensar en la película El hundimiento. "Inevitablemente, es una gran película, que me gustó mucho". Hay una subtrama de cariz esotérico, con la sociedad Thule. "La idea general me la dio un relato de Borges, Deutsches Réquiem, de El Aleph", revela Del Valle. "La historia secreta, como en la novela anterior, es el McGuffin, el elemento que hace avanzar la trama; entretiene al lector, pero es sólo una excusa".
Del Valle es un gran amante de la novela de aventuras. "Me encanta Victor Hugo, pero también Dumas y Kipling, y para hacer una novela como Los demonios de Berlín hay que haber leído a Sven Hassel. La literatura y la acción no son antitéticas y no hay que confundir profundidad con pesadez". El escritor aparcará ahora a su personaje -al que echaremos de menos- para escribir una novela contemporánea sobre las mafias rusas.
LA EMBAJADA ESPAÑOLA EN BERLÍN
La magnífica embajada española fue destrozada parcialmente en noviembre de 1943 por las bombas de los Aliados. Es uno de los escenarios claves de mi novela, y me fue posible reconstruirlo gracias a la inestimable ayuda de Carlos Sáez de Tejada, ministro consejero del cuerpo diplomático que me hizo un recorrido por sus espléndidos salones y me facilitó información difícilmente disponible por otros medios.
En abril de 1998 se iniciaron las obras de reconstrucción y modernización del edificio, que abrió nuevamente sus puertas como Embajada de España el 2 de octubre de 2003.
FÜHRERBUNKER
El centro neurálgico del Estado alemán, centralizado en la Cancillería del Tercer Reich, contó desde un primer momento con una serie de refugios antiaéreos situados en el subsuelo. Se construyeron los primeros búnkeres en el año 1936, detrás de los jardines de la vieja Cancillería, siendo erigidos por la empresa constructora Hochtief (fundada en 1873).
Tras la llegada de Adolf Hitler al poder (1933), se planeó y edificó la nueva Cancillería que había sido diseñada por el arquitecto Albert Speer, aprovechándose las obras para construir unos nuevos refugios que comenzaron en 1943.
El nuevo refugio, más profundo que su antecesor y que se denominaba “vorbunker” o antebúnker, fue construido a mayor profundidad (a unos 8,2 metros) pero interconexionado con aquel mediante escaleras.
El búnker fue utilizado durante los últimos momentos de la guerra por Hitler (de ahí su denominación “Führerbunker”), que se trasladó allí el 16 de enero de 1945, después de comprobar cómo los continuos ataques aéreos habían convertido la estancia dentro de la Cancillería peligrosa.
Tras la llegada de Adolf Hitler al poder (1933), se planeó y edificó la nueva Cancillería que había sido diseñada por el arquitecto Albert Speer, aprovechándose las obras para construir unos nuevos refugios que comenzaron en 1943.
El nuevo refugio, más profundo que su antecesor y que se denominaba “vorbunker” o antebúnker, fue construido a mayor profundidad (a unos 8,2 metros) pero interconexionado con aquel mediante escaleras.
El búnker fue utilizado durante los últimos momentos de la guerra por Hitler (de ahí su denominación “Führerbunker”), que se trasladó allí el 16 de enero de 1945, después de comprobar cómo los continuos ataques aéreos habían convertido la estancia dentro de la Cancillería peligrosa.
El techo del refugio tenía un grosor de 4 metros y las paredes de 4,0 y resistió, sin llegar a sufrir ningún daño, los bombardeos soviéticos de las últimas horas de la guerra, pues los rusos no tenían constancia de la ubicación del mismo, y no fue hasta el último momento cuando supieron de su existencia, lo que supuso el incremento de la intensidad del cañoneo.
En la planta baja del mismo se localizaban las habitaciones y despachos de Hitler y de su esposa Eva Braun, así como la sala de conferencias, el dormitorio de Joseph Goebbels, la sala de los médicos, baños y habitaciones auxiliares y del personal auxiliar. El Führerbunker disponía de dos entradas: una que daba al antiguo búnker de la Cancillería y otra que conducía hacia el jardín, al que se accedía subiendo a través de una escalera de caracol hasta una torre de observación, o bien saliendo por un edificio anexo.Como la construcción se encontraba bajo el nivel freático, era necesario que estuviesen funcionando continuamente las bombas destinadas a evacuar el agua, por lo que el ambiente dentro del refugio (que ya de por sí era muy espartano siguiendo las directrices de Hitler) se encontraba enrarecido, acústicamente hablando, ya que disponía también de generadores de corriente. El acceso al búnker estaba muy controlado y no se permitía que nadie accediera armado al mismo. La ventilación estaba asimismo muy protegida, puesto que se temía que un ataque con gases pudiese exterminar a los ocupantes, por lo que existían puertas herméticas que protegían contra ese tipo de ataque químico.
Un parking se levanta ahora sobre lo que fue el Führerbunker.
Un parking se levanta ahora sobre lo que fue el Führerbunker.
EL ZOO DEL TIERGARTEN
El Jardín Zoológico de Berlín (en alemán Zoologischer Garten Berlin) es uno de los zoológicos más grandes en Alemania y con la mayor cantidad de especies animales en un zoológico en el mundo. Está ubicado en el antiguo distrito de Tiergarten (hoy enmarcado en el distrito de Mitte de la capital alemana, cerca de la estación de trenes (S-Bahn).
El Jardín Zoológico de Berlín (en alemán Zoologischer Garten Berlin) es uno de los zoológicos más grandes en Alemania y con la mayor cantidad de especies animales en un zoológico en el mundo. Está ubicado en el antiguo distrito de Tiergarten (hoy enmarcado en el distrito de Mitte de la capital alemana, cerca de la estación de trenes (S-Bahn).
Fue abierto el primero de agosto de 1844, siendo el primer zoológico en Alemania. El acuario fue abierto en 1913. Los primeros animales que habitaron el zoológico fueron donados por Federico Guillermo IV de Prusia.
Al final de la Segunda Guerra Mundial el zoológico quedó prácticamente destruido y sólo 91 de los 3195 animales sobrevivieron. Considerando la casi total destrucción de la ciudad, esto fue bastante notable. Es uno de los escenarios esenciales de Los demonios de Berlín.
LA NUEVA CANCILLERÍA DEL REICH
El 11 de Enero de 1938, Hitler convoca a Albert Speer, Generalbauinspektor fur die Reichshauptstadt Berlin, y le encarga la construcción del edificio de la Nueva Cancilleria del Reich, fijando el plazo de finalización de las obras para el 10 de Enero de 1939. Speer recuerda en sus memorias que Hitler le diría: “tengo un trabajo urgente para usted. Dentro de poco tendré que celebrar reuniones importantísimas y para eso necesito grandes vestíbulos y salones que me permitan impresionar sobre todo a los pequeños potentados. Pongo a su disposición toda la Voss Strasse. Me da igual lo que cueste”. Así mismo, le indico: “quiero que la próxima recepción diplomática tenga lugar en la nueva Cancilleria”. Según el propio Speer, tras recibir el encargo pidió un día para reflexionar, aceptando el pedido al día siguiente.
A pesar de que efectivamente, las obras de la Nueva Cancillería se efectuaron en un tiempo record de unos 9 meses, lo cierto es que este proyecto venía fraguandose por parte del equipo de Speer desde 1935. Entre este año y 1937, se irán adquiendo la totalidad de los edificios de la Voss Strasse. La elección de esta calle tampoco era casual. Con el derribo de las embajadas de los antiguos estados (Baviera, Sajonia, etc) situadas aqui, se pretendía simbolizar la culminación de la unidad nacional comenzada en el II Reich.
Las obras comenzaron a toda prisa con el derribo de los edificios que ya estaba finalizado el 15 de marzo de 1938. Era tal la improvisación con la que comenzaron las obras, que el refugio antiaéreo se inició partiendo de bocetos a mano alzada. Según narra Speer en sus memorias, algunas de las salas del nuevo edificio se diseñaron en función de las grandes alfombras anudadas a mano que debían cubrirlos; Speer determinó el tamaño y el color antes de saber que aspecto tendrían estos salones, ya que las descomunales alfombras tenían el plazo de entrega mas largo. El solar alargado de la Voss-strasse, entre la Wilhelmplatz y la Hermann Göering Strasse, invitaba a un diseño de recintos yuxtapuestos a lo largo de un eje, una solución satisfactoria desde el punto de vista de las necesidades efectistas del edificio.
El recorrido programado seguiría la siguiente ruta: se accedía desde la Wilhelmplatz en coche, atravesando la gran puerta de doble hoja del edificio anexo de la Vieja Cancillería, al Patio de Honor. Desde aquí, por una escalinata se accedía a una pequeña sala de recepción desde la que se abrían dos grandes puertas de mas de 5 metros de altura que daban al vestíbulo o sala de los mosaicos, se atravesaba un recinto circular y se accedía a una galería de 146 m de largo. Todo este conjunto de salas alcanzaba 220 m de longitud, tras lo cual se llegaba a la sala de recepción de Hitler. Este trayecto era conocido como "el camino del diplomático".
Las cifras impresionan: Con una superficie construida de 16.300 metros cuadrados, presentaba una fachada de 421 m de longitud hacia la Voss-strasse, con sus 420 estancias y habitaciones (grandes focos situados en las fachadas de los edificios frente a la Cancillería, la iluminaban por las noches). Pese a que el presupuesto inicial era de 28 millones de Reichsmark, se estima en unos 70 millones de Reichsmark su coste total, una vez finalizadas las obras. A esto habrá que añadir los 1,3 millones de Reichsmark de coste de las obras del Führerbunker, iniciadas en 1943. En su construcción se emplearan mas de 20 millones de ladrillos y trabajaran las 24 hrs. del día, en turnos rotativos, unos 4.500 obreros de la construcción de Berlín. Otros 1.000 mas por todo el país, habían realizado diferentes partes de la obra. Diecisiete grandes grúas eran empleadas en las obras y durante los meses de invierno se utilizaron grandes ventiladores de aire caliente para acelerar el fraguado; así mismo, los encofrados y hormigoneras eran cubiertas con grandes entoldados para protegerlos de los rigores invernales. El 9 de enero de 1939 se efectuaba la entrega de llaves y el 12 de enero, tenía lugar su primer acto oficial con la celebración de la Recepción de Año Nuevo al Cuerpo Diplomático.
Las cifras impresionan: Con una superficie construida de 16.300 metros cuadrados, presentaba una fachada de 421 m de longitud hacia la Voss-strasse, con sus 420 estancias y habitaciones (grandes focos situados en las fachadas de los edificios frente a la Cancillería, la iluminaban por las noches). Pese a que el presupuesto inicial era de 28 millones de Reichsmark, se estima en unos 70 millones de Reichsmark su coste total, una vez finalizadas las obras. A esto habrá que añadir los 1,3 millones de Reichsmark de coste de las obras del Führerbunker, iniciadas en 1943. En su construcción se emplearan mas de 20 millones de ladrillos y trabajaran las 24 hrs. del día, en turnos rotativos, unos 4.500 obreros de la construcción de Berlín. Otros 1.000 mas por todo el país, habían realizado diferentes partes de la obra. Diecisiete grandes grúas eran empleadas en las obras y durante los meses de invierno se utilizaron grandes ventiladores de aire caliente para acelerar el fraguado; así mismo, los encofrados y hormigoneras eran cubiertas con grandes entoldados para protegerlos de los rigores invernales. El 9 de enero de 1939 se efectuaba la entrega de llaves y el 12 de enero, tenía lugar su primer acto oficial con la celebración de la Recepción de Año Nuevo al Cuerpo Diplomático.
La feria hace extraños compañeros de cama, esta vez me ha tocado Boris Izaguirre. Majete, el tío. Por otro lado el calor continúa tostándonos y estoy cogiendo hasta color. Muchas gracias a la gente que se acercó para firmar los libros. Conocen a Arturo Andrade y conocen la Historia. Agradecido.
Señores, estaré no sólo firmando, sino dispuesto a charleta e incluso para tomarme una cervecita el sábado, en la caseta de la FNAC, 146-147, de 19.00 a 21.00
El domingo me tendrán a su disposición por la mañana, en la caseta VIPS, 213-214, de 12 a 14 horas, y por la tarde en la caseta del Gremio de Editores de Asturias, caseta 310, de 19 a 21.
Con esta novela se cierra la trilogía, pero Arturo Andrade, el personaje principal, ¿tendrá más historias que protagonizar en adelante?
Quién sabe. Es evidente que a mí me gusta el personaje, me gusta su forma de evolucionar, sus contradicciones, su sensibilidad, sus deseos, sus obsesiones… Y la vida es como la historia, a medida que maduras va cambiando tu manera de verla. ¿Puede Arturo Andrade seguir haciéndose preguntas? Dependerá de si los lectores quieren seguir escuchando sus respuestas. Por mi parte estoy dispuesto.
Quién sabe. Es evidente que a mí me gusta el personaje, me gusta su forma de evolucionar, sus contradicciones, su sensibilidad, sus deseos, sus obsesiones… Y la vida es como la historia, a medida que maduras va cambiando tu manera de verla. ¿Puede Arturo Andrade seguir haciéndose preguntas? Dependerá de si los lectores quieren seguir escuchando sus respuestas. Por mi parte estoy dispuesto.
¿Qué te interesaba abordar, en especial, acerca de la Segunda Guerra Mundial, un tema del cual se ha escrito en abundancia?
La Segunda Guerra Mundial es el hecho histórico más importante de los últimos quinientos años, y se seguirá hablando de él en los próximos cien. De la segunda guerra me interesa su carácter total, absoluto, en el que desapareció cualquier frontera entre civiles y militares. Y a pesar de tamaña violencia, resulta fascinante contemplar la corriente sutil, brutal y caótica de la vida, su terquedad en medio de las llamas, y cómo a partir de las ruinas se configuró nuestro mundo actual. Entremedias, la conjura Stauffenberg, el proyecto megalomaníaco de Germania, el programa atómico alemán, la misteriosa sociedad Thule, el vértigo de los dos últimos años de la derrota alemana, la salvaje defensa de Berlín por las SS, los postreros días de Hitler en el búnker, las atrocidades soviéticas, el nihilismo nacionalsocialista…
En más de una ocasión se menciona el amor como motor, tanto para luchar por la vida como para perseverar en una ideología como la nazi.
El amor no es sólo luminoso, puro, también es obsesivo, violento, quiere anexionarse a la otra persona. Puedes amar a una persona con la misma intensidad con que la puedes odiar, al mismo tiempo. No es difícil ver en qué tipo de combustible puede transformarse el amor, y hacia dónde puede dispararte: hacia el cielo o hacia el infierno.
¿De qué forma te has documentado para escribir?
De una forma exhaustiva, tanto en las bibliotecas como visitando los escenarios históricos, siempre con el objetivo de evitar con ese material la confusión tartamuda de las vanguardias. Es decir, yo descreo de los experimentos, de las ideaciones caóticas, de las paranoias disfrazadas de originalidad, yo cuento historias, con personajes, con conflicto, con argumentos, o sea, lo que yo considero una novela.
La bomba atómica podía ser apenas concebible en aquellos años, una macabra fantasía, y acabó siendo una triste realidad. ¿Qué amenazas ves en la actualidad en el mundo que podrían pasar de ser una mera fabulación a otra realidad?
Las raíces del mal se hunden siempre en la búsqueda de los absolutos, ya sean ideológicos o religiosos. En el maniqueísmo subsiste uno de los mayores peligros del siglo XXI. Alguien decía con cierto cinismo que Auschwitz no es más que un récord, y por muy duro que suene, los récords están para romperse, y hay gente que vive empeñada en ello, eso es seguro. Ya decía Platón que está demostrado que las mayores injusticias parten de quienes persiguen la desmesura.
¿Cómo compaginas el ritmo de thriller con el de la novela más intimista y cercana a las emociones?
Mi literatura es imagen, es ritmo, yo, como Hardy, opino que hay que procurar hacer fácil de leer lo que ha sido difícil de escribir. El juego es el camino más fácil hacia la reflexión, el placer nos lleva de una manera más vertiginosa hacia la gracia, la verdad, la profundidad. Un equilibrio entre la fuerza de la esencia y la seducción de la superficie que nos lleve a ser un autor “comercial”, en efecto, como en su momento lo fueron Bellow, Scott Fitzgerald, Updike, Graves, Dumas, Victor Hugo, Hemingway, y antes Defoe, Austen, Dickens, Goethe, Cervantes, Stevenson, Twain…
Mi literatura es imagen, es ritmo, yo, como Hardy, opino que hay que procurar hacer fácil de leer lo que ha sido difícil de escribir. El juego es el camino más fácil hacia la reflexión, el placer nos lleva de una manera más vertiginosa hacia la gracia, la verdad, la profundidad. Un equilibrio entre la fuerza de la esencia y la seducción de la superficie que nos lleve a ser un autor “comercial”, en efecto, como en su momento lo fueron Bellow, Scott Fitzgerald, Updike, Graves, Dumas, Victor Hugo, Hemingway, y antes Defoe, Austen, Dickens, Goethe, Cervantes, Stevenson, Twain…
En tu anterior libro, El tiempo de los emperadores extraños, invitabas a los lectores a que con sus experiencias e ideas te ayudaran a perfilar las nuevas aventuras de Arturo Andrade. ¿Hasta qué punto esa retroalimentación con los lectores te sirvió para componer Los demonios de Berlín?
Es muy importante ese feedback, esa interacción, esa comunicación entre autor y lector. Las premisas sobre las que se mueve el mundo son las mismas que las de las redes sociales, la conexión, la transmisión simultánea de información, y la literatura no puede quedar al margen. Muchos lectores ya no quieren respetar la literatura, sino amarla, por ello también es deseable que se comparta en cierta manera la creación, con ideas, con matices, con personajes, como han hecho en mi novela con sus correos. Yo además de lectores quiero cómplices.
Arturo parece ir encontrándose cada vez más a medida que Berlín se derrumba ante sus ojos… ¿cómo opera aquella búsqueda de este personaje en un entorno tan adverso y perverso?
Toda la fuerza, la dureza, la piedad y la verdad que Arturo encuentra en su viaje a la oscuridad, a esa luz negra que todos albergamos, le hace comprender que para sobrevivir es necesario creer en algo, porque lo contrario significa convertirse en un cínico o en un malvado, es decir, en un ser muerto.
Toda la fuerza, la dureza, la piedad y la verdad que Arturo encuentra en su viaje a la oscuridad, a esa luz negra que todos albergamos, le hace comprender que para sobrevivir es necesario creer en algo, porque lo contrario significa convertirse en un cínico o en un malvado, es decir, en un ser muerto.
¿A qué demonios debe enfrentarse el escritor a la hora de ponerse a teclear una historia como esta?
A los demonios de lo pretencioso, de lo tedioso, de lo aburrido, de lo abstracto. Y para lograrlo sé las armas que debo utilizar, la claridad, la pasión, la seducción, la acción y la reflexión en alternancia para apuntar al hemisferio derecho del cerebro, el de las emociones, el de la intuición, a fin de conseguir que los libros sean como espejos en llamas en los que nos podamos reflejar.
A los demonios de lo pretencioso, de lo tedioso, de lo aburrido, de lo abstracto. Y para lograrlo sé las armas que debo utilizar, la claridad, la pasión, la seducción, la acción y la reflexión en alternancia para apuntar al hemisferio derecho del cerebro, el de las emociones, el de la intuición, a fin de conseguir que los libros sean como espejos en llamas en los que nos podamos reflejar.
BLACKCAT, CARLOS MÁRQUEZ, ANDRÉS RODRÍGUEZ Y HAYDEÉ HAN RESULTADO AGRACIADOS CON LOS CUATRO LIBROS QUE GIRABAN EN EL BOMBO, DOS DEMONIOS Y DOS DRAGONES. LO QUE NO DESVELARÉ ES CUÁLES LES TOCAN. POR FAVOR, ENVÍEN UNA DIRECCIÓN A IGNACIO@IGNACIODELVALLE.ES
GRACIAS A TODOS POR LOS COMENTARIOS. HABRÁ MÁS OPORTUNIDADES.
427 PÁGINAS. TRES AÑOS DE TRABAJO. UNA DOCUMENTACIÓN EXHAUSTIVA. LOS ÚLTIMOS QUINCE DÍAS DE BERLÍN. LA CONJURA STAUFFENBERG. EL PROYECTO MEGALOMANÍACO DE GERMANIA. EL PROGRAMA ATÓMICO ALEMÁN. LA MISTERIOSA SOCIEDAD THULE. EL VÉRTIGO DE LOS DOS ÚLTIMOS AÑOS DE LA DERROTA ALEMANA. LA SALVAJE DEFENSA DE BERLÍN POR LAS SS. LAS ATROCIDADES SOVIÉTICAS. EL NIHILISMO NACIONALSOCIALISTA...
EL FINAL DE LA TRILOGÍA. ARTURO ANDRADE HA VUELTO...
MI NUEVA NOVELA ESTÁ YA A LA VENTA, PERO EN EXCLUSIVA PARA LOS LECTORES DE EL MARFIL DE LA TORRE, BASTARA CON PONER UN COMENTARIO O ESCRIBIR A IGNACIO@IGNACIODELVALLE.ES PARA ENTRAR EN EL SORTEO DE DOS EJEMPLARES FIRMADOS. MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA FIDELIDAD.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)