2012 polaco

| sábado, 24 de diciembre de 2011 | 13:13

Todo el marfil que hay en esta torre se tomará un descanso hasta el diez de enero. El 2012 ya será un ciclo ascendente, solo hay que tomárselo con calma y dejar que los cambios que necesitamos y anhelamos se vayan produciendo. Tanto nacionales como individuales. Así que no se separen de los que quieren y les quieren, para el fin del mundo todavía quedan millones de años, el sol mediante. Desde Cracovia, que la entrada en el año sea venturosa. Trabajo y felicidad.

La última recomendación del año: MELANCOLÍA

| martes, 20 de diciembre de 2011 | 13:24




En breve el blog se tomará un descanso navideño, y les hago la última recomendación del año: MELANCOLÍA. 



Lars von Trier es un tipo pretencioso, sobrevalorado y aburrido -aparte de bocazas-, ahora bien, acaba de hacer un clásico. Eso no se lo va a quitar nadie. Prodigiosa. 

Paz Vega: Belleza e Irreverencia -o al revés-

| viernes, 16 de diciembre de 2011 | 11:43

Con Gerardo Herrero

| lunes, 12 de diciembre de 2011 | 0:01


LA INSPIRACIÓN NO EXISTE...



SILENCIO EN LA NIEVE HASTA EN CHINA!!

Ñam Ñam Le

| jueves, 8 de diciembre de 2011 | 12:24


En realidad el autor se llama Nam Le, pero esta es la expresión que me sale cuando pienso en su libro de relatos El barco. Este escritor cumple con el cliché que se estila ahora para ser un autor “modelno” y que te incluyan en el Granta, es decir, nace en Vietnam, se cría en Australia, reside en Nueva York, ha viajado por todo el mundo mundial y sus argumentos son cosmopolitas y mestizos. De este subterfugio han salido un montón de blufs y truños, pero no es el caso. En El barco desarrolla siete historias, siete mundos, siete toros siete de tan distintas castas y colores que el día que me presenten a Nam le preguntaré por la solución a ese arcano de la física cuántica, el principio de indeterminación: él también ha logrado esos milagros que se dan a nivel subatómico en que un mismo cuerpo puede estar en varios sitios a la vez. Este remedo de Dr. Manhattan nos habla de sicarios en Medellín, emigrantes en el sudeste asiático, aprendices de escritor en Estados Unidos, reencuentros de amigas en medio del revuelto Teherán, de aquel famoso día de agosto en Hiroshima… todo con precisión y algo más importante, con convicción, porque hace que te lo creas. Nam Le escribe limpio, no llena de borraja las palabras, es lírico, es profundo, maneja bien los diálogos. Nam Le nos habla de la enfermedad, del arrepentimiento, de la amistad, de la nostalgia, de los abismos generacionales y cómo construir quebradizos puentes, de esos cruces de caminos existenciales donde debemos elegir y nuestra vida jamás volverá a ser la misma. Es el primer libro del autor y esperemos que no sea el último, porque el chaval es joven y la carrera literaria está llena de brujas acechantes y egos que nos queman más rápido que el hidrógeno del Hinderburg. Lo que es seguro es que cuando cierras el libro sales de él como de una sala de cine: hablando de la película, que te ha hecho pensar, replantearte cosas muy íntimas. Aquí les dejo un poco de su prosa:

Al salir el sol, dice Luis, ves diez líneas negras que van hasta un mar gris acero, y entre cada línea quizá hay veinte metros de distancia, y a medida que el agua se vuelve naranja, luego rojiza, ves que cada línea está hecha de pequeñas figuras negras que se alejan del agua, todas juntas, en armonía, y después, mientras el sol se eleva a tu derecha, ves que cada figura negra es un hombre, hay cientos de ellos, y están recogiendo una enorme red del océano, poco a poco, paso a paso.

Aleksandr Deyneka

| domingo, 4 de diciembre de 2011 | 13:27

Desde que el sábado estuve en la muestra de este tío en la Fundación March, ando "in love" con él.





The big one

| viernes, 2 de diciembre de 2011 | 0:03

La hormiga montada en una tabla se llama Garret McNamara. La ola no sé cómo se llama pero tiene veintisiete metros -y medio-. Unas nueve plantas de edificio. Fue en Nazaré, Portugal. Ahora mismo es el récord. The big one.