El éxito o el beso a Sara Carbonero

| lunes, 12 de julio de 2010 | 0:06



No fue un partido, fue una campaña militar. Estos tíos se lo merecen todo. Y como dijo Camacho cuando Casillas levantó la copa: pase lo que pase ahora, esto es historia de toda la vida. Y lo mejor el beso de Iker a la Carbonero. Con dos cojones.

4 comentarios:

Begoña Argallo dijo...

No soporto que se pierda la deportividad en ninguna faceta de la vida, y mucho menos en el deporte.
No se puede pretender ganar un partido de fútbol a base de patadones karatecas o lesionar al contrario y un árbitro de fútbol que lo permite está enviando un mensaje nocivo al mundo entero y en riguroso directo.
España demostró que se puede ganar jugando limpio y fue la mejor lección de ayer para todos.
Respecto a Iker donde hay un hombre se ve. Tal vez quedan pocos pero los pocos que quedan hablan por sí solos, incluso sin pretenderlo. Sus lágrimas lo dijeron todo y el beso también. Todo quedó bien claro.
Saludos

Ilsa dijo...

Despues de los comentarios y las críticas surgidas del partido de Suiza,me pareció estupendo el beso porque lo hizo con naturalidad.Creo que se mereció ser el mejor jugador,por todas las paradas que ha hecho en el mundial.Con ese beso, ha puesto la guinda del pastel al juego de toda una selección que ha demostrado ser un autentico equipo en todos los sentidos: unión,trabajo, perseverancia ,esfuerzo y sobre todo creer en ellos y en lo que hacen.
Estos son los finales felices, que en los tiempos que corren ,merece la pena disfrutar.
Saludos.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

España ganó de la mejor manera, contra un enemigo que arrastró su imagen, con nobleza y, qué os voy a contar, a mí me emocionó el beso. Esto es más que fútbol, desde luego.

Rodericus dijo...

Los chicos han hecho historia. Y particulármente, me siento contento por Andrés Iniesta, un claro ejemplo de profesionál impecable, y personalmente, un tipo honrado y humílde.
Entiendo perféctamente las lágrimas de Iker Casillas, soportár las tonterias que se dijéron de él en el primér partido en silencio, jugár impecablemente sin perdér la concentración, aguantár las tensiones de todo el campeonato, y finálmente ganár. Una véz terminado todo, la sensación de alivio debió sér explósiva.
Creo que tardaremos en repetír algo así, porque entre estos muchachos hay compenetración, complicidád y amistád, algo que no se vé todos los dias.

Los Holandeses me decepcionaron profundamente con su juego toscamente defensivo, sús patadas a destiempo y sús reiteradas protestas al árbitro, incluso cuando el partido ya habia terminado.

La selección nacionál ha ganado con nobleza y juego brillante. Disfrutemos del momento.
¡¡ Viva la Roja, y viva D. Vicente del Bosque !!.