Una delicia, un placer, una declaración de amor al cine este documental sobre cómo, durante los años de ocupación talibán, los trabajadores de Afghan Films -la Filmoteca Nacional de Afganistán- salvaron de la destrucción el archivo fílmico de su país escondiéndolo en todos los lugares imaginables. Especialmente hilarante y emotivo el momento en que uno de ellos, un señor ya mayor, cuenta con un resplandor de ironía y satisfacción en sus ojos, con una alegría infantil, cómo el día en que los talibanes les pidieron rollos para quemar, suplantaron las joyas de la corona por los últimos estrenos norteamericanos. ¿Se imaginan a los tipos quemando las latas con la segunda parte de Rambo?
Son machistas, racistas, xenófobos, fumadores recalcitrantes, alcohólicos... pero qué guiones, qué actores y qué ambientación. Estoy enganchadísimo, prácticamente ideologizado con Mad Men y su salvaje visión del mundo a lo Ayn Rand. He acabado con la segunda temporada y las que me echen. Quédense con este speech.
-No sabes beber, ni tu generación tampoco. Bebéis por las razones equivocadas. Los de mi generación bebemos porque nos gusta, porque relaja más que aflojarse la corbata, porque nos los merecemos. Bebemos porque somos hombres. Vosotros, con vuestros pensamientos melancólicos y preocupaciones, intentáis lameros una herida imaginaria.
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6 comentarios:
No vi nunca esta serie, pero te aseguro que tipos de esos conozco unos cuantos, seguramente no tan refinados ni tan estupendos, ni tan inteligentes, cuyos diálogos pueden darme sarpullido y no me sirven ni para crear un personaje porque hasta para eso soy tiquis miquis necesito personajes que me hagan soñar, no que me levanten ampollas.
Pero estuve informándome y de la forma que está planteado debe dar mucho juego. Cosa que a pie de calle entre trabajadores normalitos ni da, en todo caso da un dolorcito de tripas. ¿O será que tengo congelado el sentido del humor? ¿Será? :)
Despues de mi "enganche" a los Soprano, descubrí Mad men.Y ahora estoy deseando de terminar de ver la primera temporada, cuando el trabajo me lo permite.Me gusta como trata la cotidianidad, en los años 60,esos años tan lejanos, pero que a la vez son tan cercanos, que impulsaron grandes cambios en la sociedad.Es como si miráramos a traves de un espejo a la gente de entonces.Está muy cuidada, sobre todo la luz ,los detalles...así como los diálogos.Una de mis secuencias favoritas es la de la prueba de pintalabios , cuando observan a las chicas , todas los utilizan y se limpian los labios con pañuelos de papel que van tirando a la papelera y Peggy dice :-¡Parece una cesta de besos!
Un saludo.
Lo que más me gusta de MM, además de lo que citas, es que recupera el tempo narrativo del cine clásico. No les importa (más bien les fascina) detenerse varios minutos en el mismo plano en un despacho, un dormitoario, un restaurante. Los protagonistas hablan o callan, beben y fuman, sienten.
En la era del "frame secuencia", es un lujo impagable.
D. Barreiro
Las guerras son desatres poliédricos, con muchas facetas. Y una de sus caras menos conocidas es el expolio culturál. Hace unos meses pude leer un articulo extenso, creo que en la sección dominicál de "El país", sobre la forma en que fué ocultada a los talibanes la colección de joyas conocida como el "Tesoro Bactriano", de valór incalculable por sú antigüedád, algunas de las piezas podrian remontarse a la época de Alejandro Magno. Una minoria de hombres valientes consiguió mantenerlas secretamente en una caja acorazada de Kabúl en una peripecia digna de un guión de Hollywood.
MADMEN:
-Dicen que beber a solas te hace alcohólico/Um... pues bebamos juntos.
-Un hombre es el espacio que ocupa.
La luz, el tempo, la ralentización de la acción, los guiones, el detalle en la ambientación, los encuadres, la absoluta incorrección en los comportamientos y argumentaciones... cada capítulo es una pequeña esmeralda, un descubrimiento. Llegará la decadencia y caída, pero de momento aguantan el tipo admirablemente.
Sí, también he sabido del tesoro bactriano. Es raro que no se haya hecho nada.
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