Un año más en la Semana Negra¡¡¡ Cubriré los eventos con un artículo diario en El Comercio de Gijón, SOMBRAS GIJONESAS, y tendré un encuentro con lectores. Asimismo, la Fundación Mare Australe y la Semana Negra han invitado a Juan David Morgan para charlar sobre su obra y dar una conferencia sobre el Canal de Panamá, aprovechando su centenario. Comenzamos el 4 de julio¡¡¡¡
He comido pizza en muchos sitios de Madrid, pero la más rica que yo he probado ha sido en Pizzaiolo, el verdadero sabor a horno siciliano.
Una de mis debilidades, mojar pan en aceite, y este Dauro proporciona el placer de la arbequina, su intensidad, con un olor que tiene la riqueza de un buen café dominicano o un buen whisky de turba. Un "must" que se dice ahora.
Cuando te juntas con antiguos compañeros de farra, surgen las hazañas bélicas. La mayoría estamos ya con pareja o casados, algunos con hijos, y por mucho que nos autoengañemos o hagamos la dieta Duncan, el tiempo va derritiéndonos a base de alopecia, michelines y achaques varios. De victoria en victoria hasta la derrota final, como suele decirse. A la segunda o tercera copa comienzas a recordar las correrías noctámbulas, ligues, salvajadas, antiguas novias… Cuanta más intensidad se aplique a la remembranza, “mira que hemos sido” o “anda que no las liamos pardas”, más lejos nos hallamos de la Arcadia. Pasan chicas jóvenes y regresan los gestos de complicidad, alguna burrada, pero con el fondo melancólico de quien es consciente de que lo que antes era el pan de cada día, ahora es caza mayor, y no hay ni postas ni ganas. Porque también sabemos que la noche no nos pertenece, de que por mucho que nos pavoneemos, cualquier intento de viajar en el tiempo entrándole a una cría en una discoteca o fingiendo un “desmadre en Las Vegas” se saldaría con un ridículo, un resacón laminador o nuestras ojeras contemplándonos con tristeza en el lavabo de algún after. Los que se divorciaron o tuvieron la tentación de volver a ser jóvenes, saben bien lo que es soportar las miradas de extrañeza de la chavalería cuando intentas pedir un Ardbeg en vez de una litrona, o a las dos semanas de tener una amante quince años más joven enfrentar ese silencio de quien no tiene mucho más que contarse. Sí, fuimos reyes y fue divertido, pero ahora, a la quinta copa, sabiendo que ya nos hemos pasado, aunque sigamos vanagloriándonos, tenemos la certeza de que mañana lo vamos a pagar a base de ibuprofeno y maldiciones. Entre trago y trago, exaltación de la amistad viene y exaltación de la amistad va, yo, que probablemente soy de los que más cacarean, agradezco secretamente que cuando llegue a casa totalmente cocido, tengo a alguien esperándome para compartir el miedo y la incertidumbre, pero también el cariño y las alegrías. Entretanto, alguien acaba de encargar otra ronda. Qué se le va a hacer: todavía nos gusta el olor a nápalm por la mañana.
Este domingo 8, a las 12.00, nos vemos en la Feria del Libro de Zaragoza. Conversaremos Irina De Ardila, Pedro Crenes y un servidor sobre literatura panameña contemporánea en el ciclo "Literaturas del Mundo".
¿No lo han escuchado? El movimiento tectónico del sistema chirría, desliza sus planchas advirtiéndonos de que todas nuestras certezas comienzan a titilar. Las ideas tradicionales ya no sirven, los patrones clásicos se quedan obsoletos, la política ha perdido la cintura. Se buscan representantes transitorios que regresen después a sus legítimas ocupaciones, con sólidos bagajes intelectuales, capacidad resolutoria y que no confundan la res pública con la “república independiente de su casa”. Se piden referentes, líderes que transformen los estados de ánimo de la sociedad en soluciones concretas. En un mundo volátil hay que cuidar el pasado de Europa, pero también producir futuro. Déficit y deuda al servicio de los ciudadanos, el crecimiento económico uncido al saneamiento de nuestra cuenta corriente, impuestos parejos a los de las grandes empresas, créditos para alimentar la creatividad y el impulso. ¿No lo oyen? Es un crujido que anuncia que el diseño era erróneo desde el primer movimiento del compás, y que el defecto puede hundir todo el edificio. El mundo no espera. El gas ruso no tendrá piedad de nosotros, la escasa natalidad obligará a los ancianos a darse mutuamente la papilla, los vecinos al otro lado del mediterráneo seguirán desarrollando metástasis yihadistas y lanzando nadadores desesperados por alcanzar la tierra prometida. Es un sonido que puede ayudarnos a prevenir o bien anunciar una avalancha insalvable de retrocesos, nacionalismos, fascismos, integrismos, populismos, xenofobias, pensamientos únicos, la rueda de una Historia que gira y nos deposita en el mismo punto que creíamos conjurar con el estado del bienestar. Depende. Todo depende de si creemos que son los primeros temblores del Armagedón o una simple reyerta de okupas antisistema. Al final no nos espera ya un desahucio, ni un juicio por corrupción, ni un escrache, al final del proceso histórico hay un tiro en la nuca para cada uno de nosotros. Vota Cthulhu, decían unos anuncios en la Red, con la figura de pesadilla de la invención lovecraftiana, ¿por qué elegir el mal menor?
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