Elliott Erwitt

| jueves, 15 de septiembre de 2011 | 23:33




4 comentarios:

Begoña Argallo dijo...

Impactante el solo segundo en que puede terminarse la vida.
Difícil ser fotógrafo en ocasiones, pero hay fotografías capaces de transmitir lo quizá con mil palabras no se transmitiría, el impacto de observarlo a bocajarro.
Saludos

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Todas las fotos de este señor son fantásticas. Échales un vistazo. Saludo.

Rodericus dijo...

Como fotografo aficionado, he de reconocer la plasticidad de la fotografia con la que nos ilustras.

Ahora, "armados" con camaras digitales, es facil realizar decenas de disparos, y una vez en casa, conectados al ordenador, seleccionar las mejores. Pero en la epoca en que los obturadores eran manuales, y las peliculas delicadas en la exposición, conseguir una instantanea así significaba tener un don naturál, o desperdiciar todo un carrete para conseguir una sola toma decente.

El blanco y negro sigue emanando un perfume sensuál y magico.

Saludos.

Juan Carlos dijo...

Humor y sátira pero siempre con ese toque de nostalgia y denuncia social. Es un genio reflejando la realidad cotidiana, cosa que hace como nadie.