2009

| sábado, 27 de diciembre de 2008 | 12:14



EL MARFIL DE LA TORRE SE VA A TOMAR UNAS VACACIONES NAVIDEÑAS, HASTA EL 5 DE ENERO. ESTE AÑO COMERÉ LAS UVAS EN UN PUEBLO DE IMPRONUNCIABLE NOMBRE DONDE NO ME ENCONTRARÍA NI GOOGLE, DESEÁNDOLES UN 2009 UBÉRRIMO Y TAN ELEGANTE COMO EL CARBAYÓN DE VALENTÍN, DECLARADO ÁRBOL DEL AÑO. 7,7 METROS DE PERÍMETRO, 13 METROS DE ALTURA Y 15 DE DIÁMETRO DE COPA, LLEVA EN TINEO DESDE 1160. TAMBIÉN ÉL ESTÁ CONVENCIDO DE QUE GANA EL QUE AGUANTA. FELIZ AÑO.

Jean Daniel, el amigo de Camus.

| martes, 23 de diciembre de 2008 | 16:06



Algunas de las perlas de este señor, por algo era amiguete de Camus.



-La información decisiva consiste, en primer lugar, en la apuesta apasionada según la cual es posible interesar al lector y conseguir su fidelidad haciéndole pensar y, sobre todo, entreteniéndole sin halagar nunca su gusto por la pereza y la vulgaridad.




-Los grandes libros son aquellos en los que se confunden el destino del autor, el destino de un país y el destino del ser humano.





-Hay que luchar por la justicia, no por la penitencia de los unos y la venganza de los otros.



Charlie no hace surf

| domingo, 21 de diciembre de 2008 | 15:17



Señores, ha muerto a los 53 años el memorable surfero lisérgico, es decir, Lance Johnson, es decir, Sam Bottoms. Da igual, porque seguirá rompiendo las olas en los fotogramas de Apocalypse Now por toda la eternidad, mientras el desquiciado coronel Kilgore le da voces por el megáfono. Porque Charlie no hace surf.

Uno no gana para sustos

| sábado, 20 de diciembre de 2008 | 11:43



Aquí estamos de cuerpo presente en la faraónica delegación del Principado de Asturias en Madrid. Le presenté su excelente libro de relatos Uno no gana para sustos a José Luis Espina. Creo que lo pasamos bien. Muchas gracias a Olaya por la organización, y a Miguel Munárriz porque es Miguel Munárriz.

PRESENTACIÓN EN MADRID

| jueves, 18 de diciembre de 2008 | 0:03

HOY JUEVES, 18 DE DICIEMBRE, PRESENTARE EL LIBRO DE RELATOS DE JOSÉ LUIS ESPINA "NO GANA UNO PARA SUSTOS" EN LA DELEGACIÓN DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS EN MADRID. SERÁ A LAS OCHO. ESTÁN INVITADOS.

RaPHaelistas

| viernes, 12 de diciembre de 2008 | 13:39


Alguien dijo alguna vez que nacemos incendiarios y morimos bomberos. Bueno, eso es cierto en parte. Hay algunos que a punto de palmarla todavía siguen bebiendo gasolina y escupiendo fuego. Ese es el caso de Raphael. Efectivamente, yo me declaro sin paños calientes admirador de Raphael, de toda la vida, como se suele decir. Es más, Sinatra siempre me ha parecido una medianía en comparación con el niño de Linares. Porque Raphael, para lo bueno y para lo malo, es el exceso, el kitsch, como una de esas novelas grandiosas, monumentales, ubérrimas, bichos poderosos y pesados con grandes fracasos y grandes aportaciones ante los que no hay más salida que quitarse el sombrero porque, aunque tú no te la creas, ella se lo cree por ti, se lo cree por todos.

El mundo cambia, Raphael no. No tiene por qué. Ha sobrevivido a su éxito, a imitadores, a críticos, a las modas, incluso a una enfermedad hepática con la insistencia cabezona de un espermatozoide triunfador. A Raphael hace tiempo que todo se la suda, se limita a sonreír y a perseverar en su ser spinoziano. Nadie nos amará como él, nadie desenroscará bombillas virtuales como él, nadie hará de drama queen como él, nadie se emosionará con s tanto como él, hace tiempo que su reino no es de este mundo -ni de ninguno conocido ni por conocer, me temo-. Porque Raphael sigue a pies juntillas la afirmación de Pessoa de que para ser grande, hay que ser entero, ser todo en cada cosa, ponerlo todo, sin excluir nada.

Inacabable, fastuoso, quimérico y cursi, ahora que celebra sus cincuenta años en el mundo de la música contaré la anécdota que siempre cuento sobre él. Es decir, la resolución de uno de los grandes misterios de la Humanidad, a la altura de las pistas de Nazca o el ya descriptado Teorema de Fermat: ¿por qué el cantante escribe su nombre con una ph en vez de con f? Cuando tenía 14 años, acompañado por Paco Gordillo, su mánager, se presentó en la Phillips para que le hicieran una prueba de voz. El adolescente que quería triunfar en la música se quedó mirando el rótulo luminoso. ¿Por qué Phillips se escribe con ph y se pronuncia con f?, se preguntó. Allí mismo decidí, cuenta el incomparable artista, que para triunfar de verdad, o sea, en todo el mundo, mi nombre artístico debía ser Raphael. ¿Qué me dicen, eh? Es estúpido. Es genial. Es definitivo.




Aquí les dejo una versión espléndida de Como yo te amo de los Niños Mutantes.

Punto Final

| miércoles, 10 de diciembre de 2008 | 0:02


¿Qué se siente cuando acabas una novela, cuando has estado casi tres años viviendo día a día con unos personajes, en algunas ocasiones más reales que ciertas personas que te rodean, y en un momento determinado pones el punto final? ¿Qué, qué se siente? Pues se siente extenuación, vacío, felicidad, estupor, incredulidad.
¿Y cuál, cuál es la forma de superar todas esas emociones? Empezar sin demora a escribir la primera página de la siguiente novela.

Homenaje

| viernes, 5 de diciembre de 2008 | 19:12

No pierdo el sueño por premios, la posteridad o una crítica, lo que de verdad me preocupa, lo único importante, es tener lectores. Recibo numerosos correos de los míos, y no puedo más que agradecer y emocionarme con algunos, porque consuela, y mucho, saber que al otro lado hay gente que te sigue. Los escritores sólo tenemos sentido gracias a ellos. He aquí algunos. Muchas gracias a todos.
HAYDÉE. PUERTO RICO
Hola, Sr. del Valle. Acabo de leer EL TIEMPO DE LOS EMPERADORES EXTRAÑOS. Arturo no puede morir. Me lo imagino en una secuela, ya viejito y solo. Resolviendo otro crimen y lidiando con sus demonios internos; historias paralelas que se entrelazan, tal vez en su lucha (la de Arturo) por mantener la cordura. O tal vez su resistencia a la presión social por no haber cumplido con la regla de casarse y tener hijos (o no haber podido mantener el matrimonio), que me parece es el “tipo” de Arturo. Usted describe muy bien los paisajes y el entorno físico donde ubica sus historias. Sería lindo que transportara al lector a un pueblo pequeño en espacio pero enorme en historias, de esos que hay tantos en España. En fin, que ojalá mis comentarios le sugieran alguna idea. Saludos desde Puerto Rico, Haydée.
ETTORE. GÉNOVA
Hola, me llamo Ettore Maggi, de Italia. He leido "El tiempo de los emperadores extraños" hace dos meses. Estuve en Cadiz en curso de español y encontré este libro. Yo tambien me ocupo de la literatura, y me hablaron muy bien de este libro. En efecto, es un libro muy bueno, me ha gustado mucho. Quiero leer otros libros suyo, pero todavia no he encontrado nada aquí en Genova. La próxima vez que voy en España, voy a buscar otros libros suyos. Perdone mi español, lo entiendo bastante, pero escribir es mas difícil, para mí. Hasta la próxima. Ettore Maggi
TETE. CASTROPOL
Me ha encantado tu novela, sobre todo porque tus personajes se han ido tiñendo alternativamente de la frialdad del invierno y de la calidez del café que tanto reconfortaba a Arturo Andrade. Espero que sigas teniendo suerte y sigas cumpliendo tu sueño de escribir. Yo sigo en ello. Un saludo.
SIN NOMBRE
Hola Ignacio. Sólo queria decirte que me han encantado las dos aventuras protagonizadas por Arturo Andrade y no veo la hora de tener en mis manos la siguiente, aun sabiendo que puede ser la última, si como he leído estoy ante una trilogia. He de confesar que ambos libros los he leido a traves de préstamo en la biblioteca pública de mi ciudad y lo digo con cierta congoja ya que va en detrimento de tu propio bolsillo, lo cual me lleva a hacerte una pregunta. ¿Te pareceria bien que, tal como se rumoreó hace algun tiempo, hubiera que pagar en las bibliotecas algun tipo de tasa para usar sus servicios? Por mi parte me parece un disparate y un obstáculo a la difusion de la cultura pero me interesa tu opinión como escritor. Bueno, pues no te robo más tiempo y si te sirve de consuelo te doy mi palabra de que compraré tu próxima novela, tanto por los buenísimos ratos que me han hecho pasar las anteriores, como por la impaciencia que me corroería esperando su adquisición por parte de la biblioteca. Ánimo y gracias.
ANA
Hola Ignacio: me llamo Ana, tengo 16 años y el día de mi cumpleaños me regalaron tu novela "De donde vienen las olas". Desde el principio tuve el presentimiento de que me iba a gustar y hoy he acabdo de leerlo. Me ha encantado, ese vocabulario tan bien elaborado, una historia perfectamente definida, unos personajes que parecen de carne y hueso....
Si alguna vez tuviese la suerte de crear una novela como la tuya, ser­a la niña más feliz del mundo. Espero que tengas much­sima suerte en tu carrera literaria y que seas también muy feli con tu éxito.
Muchos besos

SIEMPRE CAMUS

| miércoles, 3 de diciembre de 2008 | 0:27



El instante en que ya no sea más que un escritor habré dejado de ser escritor.

Un cuento ruso

| martes, 2 de diciembre de 2008 | 0:07




Les voy a contar un cuento. No es necesario empezar por érase que se era, vamos directamente al meollo, a la época del desmoronamiento de la Unión Soviética en que el crimen campeaba masificado, sin barreras definidas, camuflado en todos los pliegues del conjunto social, inabarcable y podrido. De la noche a la mañana millones de rusos se encontraron por debajo del umbral de la pobreza debido a la hiperinflación –el rublo era un mendigo y el dólar su rey-, registrándose una gigantesca carrera por la supervivencia en la que se dio un aumento espectacular de la delincuencia organizada y las guerras en el Cáucaso que asolaron el territorio. En este entorno mortífero surgió una nueva clase de delincuente, unos señores que aprovecharon el vacío de poder para desvalijar los bienes del Estado y robar industrias enteras, bombeando una corriente de oro hacia paraísos fiscales lejos de Rusia, al tiempo que adornaban sus fechorías con una orgía de consumo digna de los zares y unos comportamientos tan decadentes que harían enrojecer a Calígula. Se llamaban los oligarcas. El método para forrarse fue tan elegante como sencillo. El llamado gabinete kamikaze de Yeltsin desmanteló el contrato social soviético y liberalizó los precios sin ningún tipo de control. Casualmente, liberalizó todo lo que afectaba al ciudadano de a pie, el pan, la vivienda… pero no lo que tocaba a los empresarios, el petróleo, el gas natural, los diamantes y los metales. Así, los malhechores podían adquirir todo esto al antiguo precio protegido soviético y venderlo al precio de mercado en el extranjero. En algunos casos, el precio inicial era cuarenta veces menor. ¿Van cogiéndolo? Si tú compras a un dólar en Siberia y vendes a cuarenta en Estonia, te puedes ir descojonando del Tío Gilito. Pero hay más.
Los oligarcas, para proteger el chiringuito privado que habían montado, y ante la ausencia de un poder estatal, tuvieron que pactar con las mafias para que hiciesen cumplir los contratos. Entre 1991 y 1996 la economía rusa estuvo manejada por gánsters obsesionados por las orgías, el vodka, la ostentación de la riqueza y la conspiración política. Como no podía ser de otra manera, la cosa terminó por desmandarse en una guerra entre capitostes hasta que llegó Putin y les cortó las alas. No obstante, sólo se limitó a encerrar o ejecutar a los oligarcas que no se sumaron a la política imperialista del Kremlin. Al resto, o sea, a quienes compartieron su visión del autoritarismo de mercado al servicio de sus objetivos políticos, se les proveyó de total impunidad.
Les he contado todo este cuento para que noten que estos señores son los mismos que manejan Lukoil, es decir, los mismos que quieren comprar Repsol. ¿Van atando cabos