2015 2015 2015

| martes, 23 de diciembre de 2014 | 21:02


Hasta aquí hemos llegado. Feliz Navidad a todos, y que el cambio de año sea propicio. Volveremos en 2015 con nuevos proyectos y el depósito lleno. Disfrutad pero con cuidadín¡¡¡

Guess we can call it a day¡¡¡ Merry Christmas to all of you, we will be back in 2015 with new goals and plenty of gas. God bless you, guys¡¡¡ Enjoy and stay safe.

Festival Alta Fidelidad

| domingo, 21 de diciembre de 2014 | 10:40


Este martes 23 de diciembre, a las 18.30, estaré invitado en el FESTIVAL ALTA FIDELIDAD. Compartiré una mesa sobre "Distopías en la Literatura" en la Casa del Lector, Madrid. Lo pasaremos bien imaginando lo que hubiera podido ser...

Bocatto di Cardinale XLIX -especial Japón-

| domingo, 14 de diciembre de 2014 | 15:04


Es una impresión absolutamente personal, pero el restaurante Kabuki del hotel Wellington, en Madrid, posiblemente sea lo que más se parece a la comida que probé en Tokio. Doctores tiene la iglesia que me refutarán...




Si no ha leído a este premio Nobel, puede comenzar por esta novela.


Partiendo siempre de mi subjetividad, y sin llegar al nivel de los grandes scotch, los japoneses han logrado buenos whiskies, y este es uno. Se recomienda tomarlo cantando en un karaoke "More than this", como en Lost in traslation.


Una peli no demasiado conocida de Kurosawa, pero siempre haciendo escuela, como lo de insertar detalles de color en medio del blanco y negro. Como todo Kurosawa, una fuente continua de conocimiento.

El modelo francés

| jueves, 4 de diciembre de 2014 | 9:52

El país vecino sufre el mayor recorte de las últimas décadas, pero no se le ocurre sacar la tijera en educación. Es más, incrementan la plantilla de profesores en más de nueve mil. Poco a poco, voy comprendiendo por qué cada vez que visito una feria literaria en Francia, siempre vuelvo con los ojos más grandes y la boca más abierta. En esta última ocasión, en Lamballe, un pueblo de trece mil habitantes en Bretaña que literalmente abarrotó durante dos días el espacio donde firmábamos, y hubo momentos en que parecía que regalásemos ipads en vez de vender nuestro trabajo. Compran y leen, leen y vuelven a comprar. Pregunté asombrado por el presupuesto que destinaba el ayuntamiento, y me explicaron que solo disponían de unos veinte mil euros, pero que había cincuenta voluntarios, y una pasión por la cultura que desbordaba cualquier obstáculo. Si esto fuera solo una excepción, los españoles podríamos dormir tranquilos, pero resulta que Francia está puntuada por una pléyade de festivales, y en todos los que he visitado -y ya son unos cuantos- el resultado siempre es el mismo. En el país vecino la literatura todavía importa, porque no es una cuestión de subvención, sino de lectores, una población educada en la noción de que comprar libros y leerlos y regalarlos es una viga maestra de la nación, como el queso o el general De Gaulle. Para llegar a Lamballe tuve que hacer un montón de combinaciones de tren y avión a fin de ahorrar costes, comimos bien pero sin grandes alardes, dormí en casa de unos de los voluntarios porque el presupuesto no daba para hoteles, el ayuntamiento prestaba las instalaciones, los mismos miembros del festival hacían sus pinitos como traductores en las mesas… para cada inconveniente había un recurso, lo importante era que el show pudiera continuar. En otros festivales hay champán, pero aquí había ilusión, había pasión, algo que se contagia. La visita continúa muchas veces con las visitas a liceos donde encontrarse con los chavales y hablar durante una hora sobre libros y vida, charlas pagadas religiosamente porque saben que los escritores, aunque muchas veces estemos en el aire, no vivimos de él. Para un autor, Francia es una inyección de dignidad, y la prueba de que otro modelo es posible, por muchos que algunos políticos se empecinen en lo contrario.