Roman Gary

| miércoles, 6 de enero de 2010 | 0:00





En estas fechas en vez de hablar de esta realidad civil y política recubierta por una capa de ceniza fría que habitamos, voy a ser más amable y procuraré recomendarles algunos regalos literarios. En esta ocasión me complace hablarles de Roman Gary. ¿Por qué? Porque yo cuando sea mayor quiero ser como el señor Gary. En un principio porque fue relegado por los críticos de Noveau Roman, y si tenías en contra a aquellos tipos es que estabas haciendo algo bueno. Luego porque ganó dos veces el Goncourt, a continuación porque estuvo casado con la bellísima Jean Seberg, seguidamente porque fue uno de los noctámbulos que refundó la bohemia parisina, después porque triunfó en los negocios, consecutivamente porque sus ventas de libros eran millonarias, acto seguido porque sí, porque escribía como dios, y además porque me cae bien, y la química para mí es muy importante. No obstante, dejo para el final un par de adendums que resultan medulares: porque supo vengarse y porque acertó a retirarse a tiempo. Les cuento.

Después de ganar el primer Goncourt, a causa de su gaullismo, cierta crítica dominada por ese Nouveau Roman -mezquino, injusto, maledicente- comenzó a ningunearlo, a considerarlo demodé. ¿Qué hizo Gary? Pues cambiarse el nombre por el de Emil Ajar, mantener el anonimato, escribir la fantástica La vida ante sí, ganar el segundo Goncourt y recibir los elogios de los mismos que antes, como Roman Gary, le tachaban de facha y acabado. Y, por supuesto, la retirada, ese arte tan complicado de ejecutar. Cuando se murió su esposa, harto de escribir, impotente, enfermo, decidió que la cosa se acababa allí y, ni corto ni perezoso, se encerró en su casa, se puso su mejor pijama de seda, escribió una nota que ponía: Me lo he pasado muy bien, muchas gracias y hasta la próxima, y se descerrajó un tiro. Previamente había puesto una toalla roja sobre la almohada para que no fuera demasiado escandaloso. Eso yo lo llamo clase. Por eso, y por otros cientos de causas, les recomiendo 'Las raíces del cielo, la citada 'La vida ante sí', 'La angustia del rey Salomón', 'La tormenta', 'Próxima estación: final de trayecto', pero sobre todo la maravillosa, redonda e inolvidable 'Lady L', en la que se enamorarán de esa gran dama de la sociedad británica mientras les cuenta su pasado, un pasado sorprendente de todo modo, hasta que en la ultimísima página descorra el velo sobre el más recóndito de sus secretos, algo tan bello como terrible, tan humano como tenebroso.

14 comentarios:

Begoña Argallo dijo...

Apunto títulos y autor. Mi ignorancia no tiene límites, la verdad, pero eso de aprender es un entretenimiento fascinante.
Lástima que este hombre después de poner la toalla roja sobre la almohada no lo hubiese pensado mejor y hubiese salido a dar una vuelta por su ciudad, o yo que sé, cualquier cosa que le hiciese superarse a sí mismo de nuevo en la peor batalla de todas, la que te lleva a renegar de tí mismo.
Creo que sólo quien es capaz de darlo todo es también capaz de quitarlo todo. Y cada vez lo creo más. Pero ya sabemos que siempre me ando por los extremos y ya dijo un sabio que no hay blancos ni negros, todo es una gama interminable de grises.

Begoña Argallo dijo...

Se que soy muy pesada, pero ahí va la historia de mi tío. Era el hombre de 53 años más alegre que te pudieras encontrar. Donde quiera que esté que sepa que nos dejó un gran vacío.
Él tenía un piso, y una finca con fin de semana. Le encantaba ese sitio. Tras quince años, decidió hacerse una casa allí. Varios vecinos le dijeron que era un mal lugar para hacer casa nueva. Todos los vecinos varones que la hacían se terminaban suicidando, iban cuatro. Él hizo la casa y cuando llevaba un año y pico allí se colgó. En una zona de pinares donde solía ir a pasear. Se dieron dos circunstancias, le habían diagnosticado una enfermedad degenativa de los músculos y querían jubilarlo, algo que él no quería. Y el constructor de la casa sumó 12 millones de pesetas más de lo acordado. Dejó tres hijos y una mujer que a toda hora repite ¿Porqué no me mato a mí? Ella no dejará de echarse nunca la culpa y está muy mal.
Nadie se lo esperaba, pero todos hubiésemos corrido a su lado si nos llamara para decirnos este mundo es una mierda. Y el resultado igual sería una buena juerga, hasta yo hubiese estado dispuesta a pillarme mi primera borrachera o las que hiciesen falta porque hoy pudiese abrir los regalos de sus ya tres nietos.
Como siempre digo podéis vivir perfectamente sin mis comentarios, pero ocurre que siempre quiero dejarlos. Un saludo a todos y feliz día de reyes.

Rodericus dijo...

Ignacio, eres una fuente inestimable de sabiduria literaria. Desconocia hasta la fecha la obra de Román Gary, y he de reconocér que ahora me pica la curiosidad y cuando pueda tomarme un par de horas libres me "agenciaré" algo de él.
Pero sobre todo, leyendo la reseña que has hecho de él, quizás su obra definitiva fué su propia vida, la forma en que dió la vuelta a las criticas es un ejemplo loable y digno de imitarse.

Begoña, no nos dejes.
Con respecto a tú tio, cuando álguien entra en esa espirál de autodestrucción, es muy dificil notarlo y más aún sacarlo de ella. Tan solo nos queda recordarle con cariño, guardar la imagen que teniamos cuando estaba con nosotros, y recordár todo aquello bueno que nos enseñó, que seguro que no fué poco. Un beso.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Rodericus, con Lady L invertirás bien los dineros.

Begoña Argallo dijo...

De todas las personas uno aprende, rodericus, eso es lo mejor del ser humano, que a veces una sonrisa te alumbra un mundo que hasta ese momento estaba cubierto de niebla.
Me quedo con su risa, su arte para no hablar jamás mal de nadie y su habilidad por ser siempre una visita agradable. Era un George Clooney en su apariencia y su peor pecado fue no querer preocupar a nadie.
Eso es lo malo, que en los peores momentos hay que molestar y dejar que te molesten. Porque el mañana nunca es negro, y siempre se encontrará la forma de avanzar. Siempre. No hay que temerlo, hay que dejarse llevar y siempre pasa.
y a veces viene con sorpresas impresionantes que nunca alcanzamos a soñar.
Saludos a todos y no, no me voy. ¿Dónde se podría estar mejor?

Begoña Argallo dijo...

Creo necesario (lo cual no quiere decir nada porque creo necesarias siempre miles de cosas innecesarias por completo si me fío de los míos) avisar de que estoy últimamente de un humor extraño. Justamente por eso quise desaparecer de este espacio. Y es algo ajeno a todo el mundo. Por eso es tan dificil. Pero lo es de todos modos, por eso dejo aquí el aviso.
Mi gran propósito para este año 2010 es reescribir un escrito de 104 páginas que comenzaron en el momento exacto en que la cuñadina de mi hermana se estaba muriendo en un hospital, crónica de una muerte anunciada, larga enfermedad, y ella veinte valientes años.
Ante esa impotencia tan sólo kilómetros de hojas en blanco por rellenar. Después búsqueda de editoriales. Y una realidad. Algo así no es publicable y me alegro de que no lo fuese.O de que no lo sea, da igual.
El que tengo es un texto hermoso en el que está gente que se murió después. Y me los encuentro vivos. Ver fotos no puedo, pero leer esto y reescribirlo es algo QUE TENGO QUE HACER.
El texto nuevo es otro bien distinto, rezuma vida.
Si en algún momento, vosotros como mi familia me decís que estoy insoportable lo entenderé. Pero avisadme por dios, sólo eso pido. Creo que sólo de lo malo se extrae lo mejor, y se enlaza lo uno en lo otro. Pero no es menos cierto que si llueve, lleves paraguas o no terminas mojado.
Es lo que quería decir, publicable o no. Con la seguridad de que este editor que tengo me las pasa todas. Escritor tenía que ser :)

Begoña Argallo dijo...

Esta navidad me regalaron dos mundos de Af, tradicional y ranchero. Me encanta Acapulco 2003 o 2005 donde sale con traje de charro, me parece la imagen pura de la elegancia varonil.
Hay dos canciones en esos cds imagables que están en youtube, "Una lágrima en el corazón" y "Cuando digo tu nombre". Hay personas que llegan a tu vida y en cuatro segundos decides que será para siempre.
Siempre digo que la persona que me regala la palabra justa que necesito me eleva al cielo. Pues qué decir del ser celestial que te dejará encontrar la voz para narrar lo que te desgarra.

Dar dijo...

Qué bueno. Cómo dejó Gary en evidencia a la gente que en vez de juzgar el contenido, prefiere encasillar a las personas. Es una cosa muy habitual entre personas de todas las afinidades políticas. Lo mejor que puede hacer un/a docente es darles a veces a los alumnos algún textito controvertido y complejo en cuanto a identificación ideológica sin decirles quién es el autor, para que aprendan centrarse en los contenidos y no en las etiquetas.
Por cierto, cuanta nieve, qué preciosidad.

Rodericus dijo...

Ignacio, tomo buena nota y lo traigo a casa en cuanto pueda registrar alguna libreria solvente del centro de Barcelona, porque en mi barrio la última que quedaba quebró hace unos años.

Begoña, no estás insoportable. Estás en un momento de transición. Está desapareciendo lentamente la generación que arropó tus sueños y en los que confiabas. Sé lo que sientes, porque ya hace algún tiempo que me sucedió a mí. Te dá la impresión de que te han dejado solo al timón y no tienes mucha idea de hacia donde hay que dirigirse. No se puede hacér grán cosa, solo recordarlos en sú mejór momento y practicar todos los buenos ejemplos que te dieron. Y buscár un centro de gravedad en tú interiór. Cuesta, pero está ahí para que te agarres a él. Ánimo.

Dar : eso es la prueba del nueve para los sectarios, debe sér divertido vér los resultados, y sobre todo, el analisis finál con ellos.

Un saludo

Begoña Argallo dijo...

Siempre agradezco tus votos de confianza rodericus, y los de Ignacio que me deja estropearle el blog como me de la gana. Confieso que ver todas mis entradas kilométricas me da cascancia, pero se que esta no lo será menos ¿?
No es sencillo asumir que llevo toda la vida buscando mi lugar. Etapa de hacer jerseys de punto, tapetes de ganchillo, hacerme ropa o la de mis hijos _ cuando terminé la escuela me mandaron a clase y confección_ cortinas para la casa, pintar ventanas en una casa de alquiler que se caía a trozos. Demoler mi propia casa, aprender a poner ladrillos, andar por un tejado de 7m cuando siempre digo que tengo vértigo- Mi marido puso la teja y no había presupuesto para pinche, ahí estuve feliz de la vida. Mi padre venía todos los días a vigilarnos y movía la cabeza hacia los lados temeroso de un tropiezo de cualquiera. Qué silencios llenos de palabras los suyos. Y qué orgullo ver la casa terminada sabiendo que entre un hombre, una mujer y un niño de 7 años, menos para los forjados nos apañamos y quedó aquel resultado.
Yo puse miles de ladrillos feliz, porque era mi casa. Es mi casa y es enorme y preciosa. Hasta ahí todo útil y efectivo.
Pero esto de escribir es robar tiempo al tiempo, sumergirte a pleno pulmón en todo lo que eres y lo que pretendes ser, es robar tiempo sin miramientos, dar vueltas en la cama porque tienes una idea genial y si te levantas a escribir provocarás una crisis terrible porque era lo que faltaba, que de noche escribas también. Es levantarte a las seis si puedes y escribir hasta las once_ es un mundo apasionante porque es el lugar que buscabas desde la niñez sin saber cual era y sabes que era este_ tu hijo de veinte años, tu mayor lector y crítico te regala una encuadernadora por tu cumple,te instruye, te guía y te repite cada mañana cuando se levanta, qué pérdida de tiempo, mejor estabas limpiando la casa, al menos eso sí sería productivo. Estás con él,odias este mundo que te ha salido de no se sabe donde porque resta tu eficacia en el mundo no literario. Pero eres feliz, tienes un mundo a salvo donde ejerces de todo lo que quieras. Formar palabras es un mundo de veras apasionante, aún más que leerlas. Es como escribir en una arena infinita esperando un regalo de mil dioses. Tienes personajes de ensueño, son lo más y son tu familia también, no puedes dejarlos a la deriva porque dependen de tí hasta la palabra fin. Son tu compromiso, lo mismo que poner la comida en la mesa o llenar la nevera. Sólo que es un trabajo si cabe superior a este y a todos. Y NADIE TE LO HA PEDIDO.
En esta parte eres insoportable para tí mismo porque sabes que estás fallando al tiempo que sabes que haces lo correcto.
Son dos mundos también, y se complementan escritora ama de casa. Sólo hay que respetar horarios y aprender ese oficio que te acompañará felizmente a la tumba, porque no es un oficio es tu vida.
El otro día mi marido, que es genial en su pragmatismo me preguntaba dispuesto a colaborar ¿Qué sacas de ahí? Yo le respondí, me gusta, y me presenté a un concurso de 50.000e. Me mira como sólo él sabe mirarme y me responde: pues ya puedes mandarlo todo 50.000 veces que nada, yo le respondí, eso mismo. A esas horas yo tenía un montón de trabajo en la casa, sonrió y me regaló como una hora de paz mientras se fue a pasear con los perros.
En eso consiste ahora mi felicidad, pero si hablamos de rentabilidad sinceramente soy menos rentable que antes. Y siempre hay algo que cruje cuando cierro la pantalla del ordenador y dejo mi ese otro trabajo que nadie me pidió, creo que ni yo misma; el saber que mi flecha de sagitario apunta ahora a un lugar del todo imposible que he de hacer del todo posible, publicar. Sonia Belloto dice que para un hombre escribir un libro es lo más parecido a dar a luz.
Y bueno, lo dejo aquí que de veras que no pretendo hundir el blog.Un saludo a todos y perdón por ser tan plasta.

Begoña Argallo dijo...

rodericus, no se yo si estará en cataluña, pero te hago una recomendación si no a tí, si a toda la peña asturiana.
Hace unos días aún estaba la revista gratuita biblioasturias, en cuya portada había un escritor que afirmaba "La patria de un escritor es su biblioteca", entre esas páginas la dirección de su blog. Ignacio del Valle. La entrevista entera no tiene desperdicio, lo que no sé es si en cataluña con la fama que tienen regalan algo. ( esto es una pequeña maldad por eso de que la confianza da asco. _pero viniendo de mí esto último sobra.
Es que se me encendió la luz ahora mismo y no quería dejar pasar la oportunidad. En el fondo una ama de casa es eso: una cazadora de oportunidades. Saludos a todos y ya, aunque no lo parezca ya se que el blog no es mío pero es que ¿Porqué no comentáis? Censura no hay ya lo estáis viendo:)

Rodericus dijo...

Begoña, si te soy sincero, a mis casi cincuenta inviernos todavia me estoy buscando a mi mismo. Sin garantias de que llegue algún dia a hacerlo. Pero he asumido que quizás mi busqueda es quizás un fín en sí misma. Y no renuncio al inconformismo, a sér exigente commigo mismo y lo que me rodea.
Y escribír, en el fondo es otra manera de construír, como Ignacio podrá confirmarte, no renuncies por nada ni por nadie a eso, es tú propio espacio, tu mundo.

Aquí hay algo de prensa gratuita, eso sí, cargada de publicidad. Revistas de divulgación culturál, algo escasas y de tirada limitada, pero echaré un vistazo al ciberespacio, a ver si consigo localizarla.
Y echa un vistazo a mí blog, quizás encuentres alguna cosa interesante por allí. Sigue así.

Begoña Argallo dijo...

Veo que has entendido el mensaje, no importa llegar, importa que el recorrido te haga disfrutar, encontrar tu lugar y superarte.
Voy con prisa, pero decirte que leo tu blog, sólo que no dejo comentarios porque a veces se resiste internet. Esa rosa maltratada es pura poesía. Gracias por estos ratitos de charla y esos ánimos.

Anónimo dijo...

Por favor, no pares de hacernos recomendaciones literarias.