| lunes, 17 de marzo de 2008 | 12:52


EL RENACIMIENTO EN DUBAI
Hace doce años el arquitecto holandés Reem Koolhaas publicaba su noción de la ciudad genérica, una metrópolis dispersa, de edificios repetitivos, centrada en un aeropuerto y habitada por una tribu de nómadas planetarios con pocas lealtades locales. Su argumento era que deseaba reflejar la realidad contemporánea de una manera más precisa que las visiones nostálgicas ya de Nueva York o París. Pasado este tiempo, ahora parece que tiene la oportunidad de materializar su sueño: Nakheel.
Nakheel es el nombre de su propuesta para la ciudad portuaria de Dubai, que simularía la densidad de Manhattan en una isla artificial cercana al Golfo Pérsico. Esta experimentación urbana, de una escala asombrosa, criticaría tanto la ciudad contemporánea como el creciente uso de la arquitectura de vanguardia como instrumento de autobombo. La estrategia consistiría en mezclar todas las tendencias para explotar sus potenciales ocultos o, como él dice, encontrar optimismo en lo inevitable. Este híbrido entre la realidad y la fantasía dividiría la isla en 25 bloques idénticos, claras filas de torres altas y estilizadas o bajas y achaparradas, cuya monotonía se rompería con estructuras extrañas, edificios en espiral, gigantescas esferas de 44 pisos, etc... La idea es que funcione como un gigantesco espejo, a un lado la gran metrópolis del siglo XX, al otro su gemela distópica. ¿Funcionará este intento de superar la crisis de la ciudades actuales o quedará como otro juguete roto en la historia de la arquitectura?