Billy Wilder revisited

| sábado, 6 de agosto de 2011 | 16:48

Ayer noche, por las calles eufóricas de una Ribadesella tomada por una legión de selleros, una conversación oída al vuelo. Dos chavales con unas copas de más, a uno de ellos le llaman por el móvil, parece ser que al otro lado del teléfono hay un amigo del Algarve que se llama Luciano. Se lo quiere presentar al camarada de juerga y le pasa el teléfono:


-Mira, te presento a Luciano, salúdale.


El camarada coge el teléfono con una gran sonrisa.


-¡Luciana¡, ¡vamos a la cama¡


-Soy Luciano, soy Luciano -responden-, soy un tío.


-Da igual, da igual, me gusta tu voz...

4 comentarios:

Ilsa dijo...

¡Bueno, nadie es perfecto! :)

Saludos.

Rodericus dijo...

Coincido con Ilsa, da igual, nadie es perfecto.

Espero que hayas disfrutado del "fiestorro".

Saludos.

Anónimo dijo...

Hace años en el descenso del Sella kilómetros y kilómetros de coches esperaban para ir saliendo con mucha paciencia de un enorme atasco en Arriondas. Se puso de moda entre los conductores bajarse del coche para hacer piruetas de todo tipo en las aceras entre arranque y arranque. Conductor y acompañantes bailando y cantando de todas formas y maneras ante la mirada siempre atónita de los visitantes primerizos.
Inolvidable

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Sigue siéndolo, doy fe.