Los demonios de Berlín: escenarios II

| domingo, 21 de junio de 2009 | 14:26


EL ZOO DEL TIERGARTEN

El Jardín Zoológico de Berlín (en alemán Zoologischer Garten Berlin) es uno de los zoológicos más grandes en Alemania y con la mayor cantidad de especies animales en un zoológico en el mundo. Está ubicado en el antiguo distrito de Tiergarten (hoy enmarcado en el distrito de Mitte de la capital alemana, cerca de la estación de trenes (S-Bahn).

Fue abierto el primero de agosto de 1844, siendo el primer zoológico en Alemania. El acuario fue abierto en 1913. Los primeros animales que habitaron el zoológico fueron donados por Federico Guillermo IV de Prusia.

Al final de la Segunda Guerra Mundial el zoológico quedó prácticamente destruido y sólo 91 de los 3195 animales sobrevivieron. Considerando la casi total destrucción de la ciudad, esto fue bastante notable. Es uno de los escenarios esenciales de Los demonios de Berlín.

6 comentarios:

LBO2 dijo...

¡Caramba!. Parece ser que los animales, en proporción, tuvieron bastante suerte. Bueno, los animales no pueden mejorar todo lo bueno que han hecho y seguirán haciendo las personas, sobre todo, las buenas personas. Pero tampoco lo hacen tan mal como podemos llegar a hacerlo a veces los humanos, los que nos llamamos “humanos” pero que somos capaces de matarnos unos a otros, a niños de otros, a provocar hambre y muerte sin piedad. El resultado, tal vez sea justo, y no cuestión de suerte para los Tiere.

Curioso escenario para tu novela. Aún no la he leído, aunque la he comprado. La leeré antes que el primero de la trilogía: 2, 3, 1. Me temo que será antes de mi visita a Berlín, así que se agradece que nos ubiques los escenarios de esa interesante ciudad, para los que no la conocemos. Los leeré. Los tengo aparcados. Últimamente lo único que he leído, y releído una y otra vez, es un breve librito (101 páginas), en italiano, escrito por Oriana Fallaci. Lo leí hace unos años y me gustó. Aunque no lo entendí como ahora. Destinado según la autora: “A chi si pone il dilemma se dare la vita o negarla”. Yo no tenía ningún dilema. Tenía claros mis deseos, al menos, a ese respecto. En contraportada, la foto de la autora. Una atractiva italiana de larga melena negra y bellos ojos, que sostiene en la mano un cigarrillo. Seguro que muy habitual en ella, a juzgar por los surcos que forman las arrugas en su bonito rostro. El tabaco, señoras, es un vicio de hombres. Hace demasiado daño al cutis femenino, más frágil. A cada sexo, sus vicios. Que no somos iguales, por definición. En algunos vicios, las mujeres somos claramente superiores y más resistentes.

Lo describe, Oriana, su relato como si le hubiera sucedido. Pero bueno, La Fallaci fuma. Podría ser la causa. Yo no. Allora, perché?. Pourquoi?. Why?. Warum?. ¿Porqué a mí?. ¿Porqué, Señor?. Es merecido el castigo, lo sé. Pero pagas, Dios mío, con la vida de otro, el castigo que yo sola merezco. ¿Lo haces porque sabes que así duele más, verdad?. La Fallaci lo cuenta muy bien. No en vano es escritora, y muestra “la sua anima ferita....e alla fine l´ha cantato con dolore e fra le lacrime”.....

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LBO2 dijo...

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RE: SUOMI

http://www.elcomerciodigital.com/gijon/20090620/cultura/suomi-20090620.html


Afirmas categóricamente, Ignacio, en tu artículo de 20 de junio, en la Sección Lecturas y Lugares del nuevo suplemento cultural de El Comercio, que tienes un doble en Helsinki. ¿En qué te basas para hacer tal afirmación?.

¿Acaso te basas en que tal vez tiene aproximadamente tu estatura?. Bueno, él y unos cuantos más por allí, porque tu talla es poco común de españolito medio, pero como sabrás no es tan infrecuente por esos países del Norte de Europa, Finlandia incluido.

¿Acaso te basas en que tal vez tenga gustos similares a los tuyos, en cuanto a buen cinéfilo, ergo exigente respecto al séptimo arte, o también en literatura, o en buena parte de la música moderna?. Bueno, gente con gustos comunes puede haberla en muchos lugares del mundo, Ignacio. Y se reúnen y agrupan en blogs, por ejemplo, para hablar de ellos. ¿Es “Blade Runner” tu película de culto por definición?.

¿Acaso te basas en que vive en tándem con una mujer “recién salida de un anuncio de Timotei”?. Bueno, tal vez comparta tu suerte y gustos, pero mucho me temo que respecto a esto último no seáis los dos únicos hombres del Planeta Tierra, a los que les parezcan bellas ese tipo de mujeres, que protagonizan los anuncios de Timotei, primas-hermanas de las protagonistas del anuncio del Desodorante Fa, hecho con los limones del Caribe. Me temo que son unos cuantos miles o millones más de heterosexuales, los que tienen los mismos gustos a ese respecto, aunque no compartan la suerte de compartir con ellas la cama. Es fácil que así sea, porque el hombre libre, o que se cree tal porque vive en democracia, tiene su gusto también sujeto a los cánones de belleza femenina actuales, que para nada tienen que ver con las orondas mujeres que pintaba Rubens, que eran las bellas de su tiempo. Sí, la publicidad nos deja claro cuál es el prototipo preferido, tan claro, como que en ese selecto subgrupo de bellas de hoy, no entramos buena parte, por no decir, la inmensa mayoría de las mujeres normales y corrientes que poblamos el planeta. Y que ni por el forro nos parecemos a esas que vosotros los hombres soléis llamar, “diosas” de la belleza, ergo de vuestras vidas. Tal vez nos parezcamos en sus inquietudes, en sus deseos, en sus gustos, en sus necesidades, pero precisamente en “el forro”, no. Porque ni tenemos sus cabellos rubio platino natural, ni sus curvas desafiantes a la ley de la gravedad, ni sus larguíiiiiiiiiisimas piernas, ni sus turgentes muslos vírgenes del pecado de la celulitis, pecado que de acuerdo a la publicidad, recurrente en esta época del año, de productos combativos de la misma, nos recuerdan que cometemos el 90% de las mujeres mortales. En el otro 10% están las “inmortales” y por eso, diosas.....

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LBO2 dijo...

No, Ignacio, no. Definitivamente: NO. No creo que las anteriores razones sean suficientes para afirmar que tienes un doble en Helsinki. Tal vez tenga muchas cosas en común contigo, no digo yo que no, pero no es tu doble, porque sencillamente NO ERES TÚ. Yo creo que no hay dos hombres iguales en este mundo, tampoco dos mujeres, y creo que no es posible afirmarlo, especialmente en el caso de que esas personas sean distintas y especiales, no normales, corrientes o vulgares, de las que desafortunadamente hay tantas en este mundo.

No, Ignacio. Creo que el que tú llamas tu doppelgänger no es tal, entre otras cosas porque tal vez no hable ni una palabra “di tedesco”, como dicen en el único cantón suizo italiano del Ticino. Hablará el finlandés y el inglés, eso sí a la perfección, porque en esos países son listos, y creo que no doblan las pelis. Pero de alemán, tal vez, ni una palabra, a pesar de que quizás sus padres lo llevaran de pequeñito de vacaciones a la Suiza alemana, donde se habla una derivación del mismo, que a mí personalmente me cuesta bastante entender. Pero les dices: “Hoch Deutsch, bitte!”, y como son muy educados, te contestan en él. Y es que los finlandeses (o fineses, no sé cuál es el gentilicio más correcto) como son ricos, seguro que viajan bastante.

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LBO2 dijo...

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Creo que tu doppelgänger no es tal, porque quizás pertenezca al reducido grupo de hombres a los que el difunto vecino sueco Larsson ha dedicado un tiempo y quizás sea lector del mismo. ¿Acaso se sentirá identificado?. De veras cuesta creer que en países como Suecia o seguro que también, Finlandia, siga habiendo esos problemas, llamemos “domésticos”. ¿Los hombres que no amaban a las mujeres?. Vaya, vaya, a ver si que equivocó el señor Stieg en el primer título de su desbordante trilogía....Menuda jeta que tengo, corregir el título al novelista del momento. Aunque sus tres libros están ya en mi casa, por expreso deseo de mi esposo, deseos que por supuesto procuro siempre satisfacer, aún no los he leído, así que de momento, ignoro su contenido exacto. Tan sólo aproximado. Me da pereza ponerme con algo tan masivo.....¿Existirán de veras en esos países nórdicos tan desarrollados y civilizados hombres que no SEPAN, no que no quieran, a sus mujeres?. Definitivamente, resulta difícil de creer. No sé lo que pasa en Finlandia, Ignacio, nunca he estado. Pero al menos, aquí en España, por lo que se desprende de las noticias del Telediario, lo que sucede es que hay hombres, que no es que no quieran a sus mujeres, ES QUE NO SABEN QUERERLAS. Las quieren, la mayoría por supuesto que las quieren. Pero saber amar, Ignacio, yo creo que es un arte. Como lo es saber pintar un magnífico lienzo de un monarca a caballo, o sacar un sonido extraordinario de ese maravilloso instrumento que es el chelo, por ejemplo. Tal vez, Ignacio, tu doppelgänger no haya nacido para el arte de saber amar, y forme parte del grupo de nórdicos que tras aterrizar de la luna de miel, en París por ejemplo, en una conversación con la chica del anuncio de Timotei, que es muy guapa pero que tal vez él juzgue como no suficientemente inteligente, tras la exposición del punto de vista de ésta, le espete, un suponer, “jodida subnormal de mierda”. Y la nena de los cabellos de oro, que hasta entonces vivía en una burbuja de cristal, empieza a aterrizar y, de paso, a estrellarse. O tal vez, cuando estaba embarazada de 6 meses de ese niño que mencionas en el artículo, que corre por la casa de suelos de madera, tal vez la empujó y la agarró fuertemente por el cuello, gritándole a la cara “puta histérica de la limpieza”, porque ésta le pidió, por favor, por segunda vez, que sacara la basura. Por cierto, ¿cómo se dirá “puta histérica de la limpieza” en finlandés?. Seguro que también suena mal; no sé si con las extrañas reverberaciones que dices que tiene el sueco, y palabras comunes con el inglés. Pues no. Tú no eres así, con toda seguridad. Porque si no toleras el insulto a tu persona (como es lógico), tampoco lo practicarás con los demás, y menos con las mujeres en general, y mucho menos aún, en particular, con la mujer con la que compartes tu vida.

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LBO2 dijo...

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No, Ignacio. Los que practican eso de “la maté porque era mía”, no es que no amen, es que no saben amar. Y luego encima, se suicidan. ¿No podrían suicidarse antes de hacerlo, digo yo?. Pero seguro, segurísimo, que tu doppelgänger no es de ésos que llegan a matar, y luego suicidarse. Seguro no, porque si dices que es tu doble, será un tío listo. Aunque tal vez, si un día lee algo que tú hayas escrito, declarará simple y llanamente, con su juicio categórico, lacónico como es él, supremo (o que él considera como tal), y fulminante: “ES SIMPLE”. Lo que tú escribes, tu doppelgänger tal vez podría considerarlo como tal, y ese finlandés podría estimar, además de ignorar la existencia de su doble, que no tiene nada en común con un escritor asturiano.

Pero bueno, tu obra, que ya se traduce a otros idiomas, tal vez se traduzca un día también al finlandés, si no se traduce ya. Y así, la chica del anuncio de Timotei podrá leerla algún día, y así sabrá que no estaba loca por pensar lo que pensaba o por creer en lo que creía. Y eso, no te creas Ignacio, ya es mucho. Saber que una no está loca es mucho, aunque a veces lo parezca, o aunque a veces haya tenido que recurrir a la terapia del psiquiatra, como hacen las señoras ociosas y acomodadas de tu querido Nueva York. Tal vez porque ella también lo sea.

Y si te lee, tendrá esa certeza, y tal vez decida (ella y no otras) que te preferiría a ti, en su casa de suelos de madera llena de luz, en su sauna finlandesa, en sus conversaciones que no serían dañinas, y por supuesto, en su cama. Y tendrá esa certeza, como Elisabeta la tenía de la presencia de Drácula, incluso a cuatrocientos y pico kilómetros de distancia. Certeza total y absoluta, y absoluto deseo de que Drácula le hincase el diente, .......pero bien hincado. La misma certeza absoluta que tenía ella de que Drácula ya no podía hacerlo, por la sencilla razón de que ella ya estaba muerta. Y con las cuentas hechas. Si Elisabeta fuese de números, con mayor razón. Pero bueno.... Seguro que la chica del anuncio de Timotei además de bella, es lista y fuerte, muy fuerte, ajena a todo ejercicio de victimismo y se ayuda ella misma, por ejemplo, con el arte, con la buena literatura, con la buena música, que ya dijimos que ayuda a vivir.

¿Qué piensas tú que hay que hacer, Ignacio, para no estar muerto en vida?. Dicen, los que saben de esto, suponiendo que haya alguien que sepa de ello, claro está, que la pregunta no es si hay vida después de la muerte. La pregunta correcta es si hay algo de vida, antes de la muerte. Porque si no la hay, si no se logra vivir algo antes, eso fijo que es pecado mortal, caso de que el concepto de pecado tenga sentido. Pero dará igual que sea mortal si ya estás muerto. ¿Qué hay que hacer?. Yo, siempre hago al respecto todo lo que puedo, y creo que también y casi siempre, lo que debo.

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LBO2 dijo...

Pues sí, muy bello tu artículo Suomi, pero tal vez “h-errado”, con h. Como creo que también es errado ese ejercicio, probablemente masoquista, de pensar que seríamos más felices ocupando las vidas ajenas, Ignacio. Ese ejercicio, que tal vez todos nos hemos sentido tentados de hacer, seguramente es equivocado. Porque cada uno ha de vivir su propia vida, la vida que ha elegido, que no es más que la que le ha tocado vivir. O mejor, viceversa. Y si tu doppelgänger dices que hace eso cuando deambula por Helsinki, creo que se equivoca, máxime si el equilibrio definitivo en la vida se lo ha dado una mujer con belleza de anuncio. Así que mejor que lo haga tu doble, y no tú, porque yo creo que es un error.

Pero bueno, señoras, esas cosas tan tristes quizás les pasen solamente a las chicas con la belleza de anuncio que hay por el Norte de Europa, que despiertan ardientes pasiones, fruto de su belleza física espectacular, que tal vez no les garantice la felicidad. ¿Acaso a la bella y explosiva Monroe le sirvió para ser feliz tanta belleza, que llegó casi intacta a su prematura muerte?. ¿Acaso el animal más bello del mundo, Ava Gadner, fue realmente feliz?. Vivió más tiempo, pero terminó ahogando la belleza suma de su rostro y su cuerpo en el alcohol....

Las normales y corrientes, seguro que seremos más felices. Sobre todo, las optimistas. La que no se consuela, es porque no quiere. ¿Verdad?. Seguro que también nos habría gustado tener esa belleza, pero no es culpa nuestra. ¿Quién no quiere ser así?. Que tire la primera piedra de la hipocresía la que ose negarlo. Debe de ser bello ser tan bella, no sólo por el placer que te devuelve tu imagen en el espejo, sino porque con esa belleza se tienen más papeletas de gustar al hombre que amas. Es así. Guste o no guste oírlo, o leerlo.

Aún queda un recurso para ser espectaculares, si nuestro cuerpo o rostro no lo es. Dios aprieta pero no ahoga. Ser BUENAS. Por algún lado de tu blog he leído la frase que te soltó creo que un escritor en conversación: “NO HAY MAYOR ESPECTÁCULO QUE LA BONDAD”. Lo siento, Ignacio. Me he chupado tu blog. ¿No lo habías notado?. Vaya por Dios, habré de mejorar....Me encanta esa frase; ya se sabía, pero bien dicho, suena bien. Así que señoras, normales, con celulitis y mechas, aún queda una posibilidad de ser espectacularmente buenas.....


Fdo: Una aspirante a “buena chica”. Sin tinte, porque aún no tengo canas. A las castañas claras naturales nos salen bastante tarde. Más que a las morenas. Seguro que la Bellucci ya tiene y ha de retocarse, je, je....