Los diarios de Babilonia: La muñeca hinchable

| lunes, 25 de noviembre de 2013 | 16:22


Por uno de esos caminos de centauros que unen Long Island, nos encontramos con la muñeca hinchable. Mi camarada conducía mientras me iba contando diversas anécdotas, cuando en un carril paralelo descubrí a un individuo cuyo copiloto era una muñeca hinchable. Con los ojos como platos, y tras asegurarme de que no era una ilusión, le dije a mi colega: Hostia, mira ese tío, no me lo puedo creer. Mi camarada siguió conduciendo sin darle mayor importancia. Pero tío, insistí, ese chiflado lleva una muñeca hinchable al lado. Finalmente, con una sonrisa, mi colega decidió neutralizar mi estupefacción explicándome que si van más dos o más personas en el coche puedes utilizar el carril rápido, algo pensado para reducir el tráfico, porque en cada casa hay un vehículo por persona. La muñeca era una estrategia habitual. Aunque si le pillan se le va a caer el pelo, remató. Luego siguió contándome que cerca de allí estaba el aeródromo desde el que despegó Lindbergh en el primer vuelo en solitario y sin escalas sobre el Atlántico. Podemos ir al museo de la aviación si te apetece, concluyó. Pero yo no podía apartar mi mirada de la muñeca hinchable, que en su celo de verosimilitud, tenía incluso un móvil pegado con celo a una mano…

New kid in town

| lunes, 18 de noviembre de 2013 | 16:26


Comienzo una nueva etapa. En unos días mis artículos semanales desde Nueva York, LOS DIARIOS DE BABILONIA, siempre en El Comercio de Gijón. Y conexiones también semanales con el programa del gran Arturo Téllez, en Onda Cero. 

Feria Literaria de Pernambuco

| martes, 12 de noviembre de 2013 | 22:46


El día 15 de noviembre, a las 14.00 h, mi conferencia: LITERATURE AS A GAME.

Jonathan Leder

| domingo, 10 de noviembre de 2013 | 16:20


Vuelve el erotismo. 


Buscando un verdugo

| miércoles, 6 de noviembre de 2013 | 17:26

Les voy a contar cómo funciona el asunto: el manipulador adapta sus opiniones, comportamiento y sentimientos según la persona, culpabiliza a los demás de su responsabilidad, sabe hacerse la víctima o adular súbitamente para lograr lo que persigue, y también en un experto en hacerte la cama dividiendo y mintiendo lo que sea menester. El manipulador pasa de los derechos de los que le rodean, y sus necesidades y deseos los aprecia solo en función de sus objetivos. El manipulador tiene un abanico amplísimo de herramientas para controlar, el chantaje emocional, el reproche, la alabanza, todo para tumbar por KO la soberanía personal de sus congéneres. Por el contrario, el manipulado tiene terror al conflicto y suele ceder a las peticiones del otro para que no se enfade. El manipulado tiene necesidad de aprobación, suele ir siempre a la defensiva, antepone sus necesidades y preocupaciones al bienestar del manipulador. Porque el manipulado le tiene pánico al fracaso, rechazo o quedarse solo. El resultado de esta confrontación es que el manipulador convierte en un títere al manipulado, que dependerá de las corrientes emocionales de su verdugo. Ya que, al final, se trata sencillamente de esto: víctimas en busca de un verdugo. Y hay una pléyade verdugos esperándonos, a nivel interpersonal, publicitario, social, mediático, político… Lo que más les gusta es crear miedo, inquietud, para minar la asertividad, la confianza en uno mismo a fin de que nos convirtamos en enfermos dependientes de sus actitudes y decisiones. El manipulador aborrece que le hagan sombra, la gente que toma sus propios riesgos y adopta sus propias conclusiones, quienes les ponen límites y saben buscar soluciones y están seguros de que la vida es un quid pro quo que también les debe reportar energía, felicidad y bienestar. Pues esto es lo que les quería contar hoy. Mi pregunta es: ¿dónde quieren pasar el resto de su vida? 

Ese momento

| sábado, 2 de noviembre de 2013 | 0:07


http://www.youtube.com/watch?v=d9SjzouQHz8